Capítulo 9: Viaje a la luna

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Como un fantasma que llega y no te das cuenta, así es como apareció Gabriela detrás de nosotros. Su mano impidió lo que quien sabe, si resultaría siendo un beso. Tratándose de Marife, ella era capaz de cortarlo en el último momento y darme un bofetón por acercarme tanto a ella.

Se notaba la tensión en el ambiente. Ninguno de los tres decíamos una palabra. Las observaba a las dos que estaban enfrente de mí, y se miraban desafiantes. En cualquier momento, a la mínima estoy seguro de que se enzarzarían en otra pelea. Tuve que romper el hielo antes de que alguien me rompiera algo en la cabeza y sugerí, que deseaba probar mis nuevas técnicas de combate (que dicho así, parecía más increíble).

Marife se propuso para ser mi enemiga, pero Gabriela se volvió a meter por medio. Creo que sus problemas para no hablar todo lo que quisiera ella, la hacían ir siempre un paso por detrás de Marife. Como veía que se iba a liar de nuevo, propuse que peleáramos todos contra todos, lucha a tres. Ellas dos aceptaron y comenzó la batalla.

Bueno en realidad no se si comenzó o no, porque nadie vino a por mi. No me preguntéis porque, pero ellas dos se lanzaron una contra de la otra con el cuchillo entre los dientes. Como la vez anterior estaban muy igualadas y sus movimientos eran increíbles. Siempre Gabriela mostrándose más fuerte y veloz, pero sin poder sobrepasar por mucho a las dotes de Marife. Cuando esta ultima cayo al suelo, por un golpe que recibió, yo me lance para atacar a Gabriela. Era mi oportunidad para probar si los entrenamientos y clases de Esther habían servido para algo.

Empecé con una combinación de puñetazos y alguna patada intercalada. Gabriela los parada todos con su dura piel. Pero según subía la intensidad de mis golpes, podía notar como la iba desplazando. Sus ataques ya eran otra cosa. Podía verlos venir, pero no tenia nada de experiencia para esquivarlos. Me los iba llevando uno detrás de otro por todas partes. Y me pegaba bien fuerte, como si estuviera enfadada por algo. Cuando Marife se levanto del suelo, se incorporo a la lucha. Lucho a mi lado contra Gabriela y con el dos contra uno, la conseguimos tirar al suelo. Pensé que quizás nos habíamos excedido y ofrecí mi mano a Gabriela para que se levantara del suelo. Entonces Marife saco una espada, no se de donde, y pego un corte limpio y rápido.

Supuse que habría atacado a Gabriela, pero ella estaba intacta. Medio segundo después, sentí un dolor intenso en mi brazo derecho y vi poco a poco como se iba separando de mi cuerpo. El dolor que sentía era el mismo que sientes cuando sin darte cuenta, vas y tocas una superficie que esta muy caliente como un radiador. Sentía una quemazón en todo el corte. Mi brazo salió volando y cayo azotea abajo a la calle.

-¡¡Pero tu estas loca!! Replique a Marife. ¿¿Quieres matarme o que?? ¬¬.

Su respuesta fue:

-Si te quisiera muerto ya lo estarías ;) Solo hice eso para que te des cuenta que no eres invencible y que si pierdes tus extremidades en un combate serás, poco menos que un saco de mierda que apesta, porque no sirve para nada.

Las palabras de Esther (y vuelvo a su nombre anterior porque veo que ella volvió a su carácter recio) no me sentaron muy bien, pero yo estaba preocupado por mi brazo (por el que me faltaba). Empecé a hablar en alto como un loco, pidiendo a Esther que bajara al chino para comprar celo, grapas o pegamento y pedí a Gabriela que fuera rápida volando hasta el brazo, antes de que algún perro callejero lo mordisqueara.

Esta había sido una de las experiencias más traumáticas de mi vida y cuando vi mi brazo inerte en las manos de Gabriela, pensé que yo era el protagonista de algún tipo de novela fantástica porque esto ya estaba resultando demasiado increíble.

Me estuve riendo un rato al darme cuenta que podía mover mi brazo sin necesidad de tenerlo unido a mi cuerpo. Seria algún tipo de poder especial de los zombies y seguro que le sacaría alguna utilidad en el futuro.

Súcubo: The Beautiful KillersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora