Capítulo 11: La batalla final + extras

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  • Dedicado a Gabriela
                                    

El final había llegado, nuestro mayor enemigo se había presentado antes de tiempo dispuesto a acabar con Esther. Con la ciudad inundada, Chulthlu llevaba ventaja sobre nosotros. Sin tiempo para pensar nada, asesto un enorme golpe con unos de sus tentáculos, que partió en dos la parabólica que nos servía de barca. Como pudimos lo esquivamos pero Esther se llevo la peor parte quedando inconsciente y hundiéndose en el fondo del agua.

Con una señal que nos dimos únicamente con la mirada, Gabriela sabia que tenia que distraer a Chulthlu, mientras yo me sumergía para salvar a Esther. Ni para la súcubo, con su velocidad de vuelo era fácil esquivar los golpes de Chulthlu. Disponía de seis tentáculos fuertes como el acero, más sus dos brazos con pinzas en sus extremos (el calamarcillo, era toda una maquina de matar). Mientras tanto, yo me trataba de sumergir, todo lo rápido que podía para rescatar el cuerpo de Esther. Por fin tras varios metros vi su cuerpo y lo agarre, nadando con el hacia la superficie. Esther estaba inconsciente y como pude, la lleve a la última planta no inundada del edificio más cercano. La tumbe boca arriba y acerque mi oído a su boca. No respiraba. Tenia que reaccionar rápido y lo primero que se me ocurrió fue el boca a boca. Me agache y junte mis labios con los de Esther. Poco a poco fui pasando mi aire hasta ella y su pecho se elevaba al recibirlo. En ese momento, un gran estruendo resonó con fuerza en el exterior. Gabriela había sido alcanzada por Chulthlu, siendo esta, despedida con fuerza contra unos de los edificios, mientras inevitablemente se dio cuenta del momento vivido con Esther (creo que los súcubos no entienden de “RCP” y lo ha mal interpretado, seguro xD).

Por fin, Esther empezó a toser y echo todo el agua fuera de sus pulmones. Cuando se recupero, se encontró con una situación mala (y no porque me viere muy cerca de ella y tuviera un saborcillo de boca muy especial xD). Chulthlu ya la había encontrado, e iba a por ella.

-Daniel necesito mis armas para luchar contra el, me dijo energética como es ella.

-Tus armas están en mi piso, que esta a ¡¡quince metros bajo el agua!!, la informe por si se la había olvidado.

-Da igual, tú puedes ir a por ellas. Activare un hechizo para que brillen y puedas encontrarlas, pero recuerda que solo necesito mi espada, para vencer a ese monstruo, afirmo esperanzada.

-Esta bien, yo iré a por ellas, pero quiero que te quedes por aquí escondida hasta entonces, deja que Gabriela se ocupe mientras de Chulthlu (bueno, cuando Gabriela se recupere del golpe, claro xD).

Estuvo a puntito de decir que me haría caso, pero no. Me metió un puñetazo en el hombro xD, mientras decía que no pensaba quedare aquí escondida mientras nosotros nos llevábamos toda la acción. Replico con ira, ojos fogosos incluidos.

Dejándola hacer lo que quisiera, ya que era mayorcita para decidir (y sobre todo porque nunca me hacia caso), me sumergí en el agua para llegar a mi piso. Estuve media hora de reloj, descendiendo y tratando de averiguar cual era mi edificio. Allí abajo la luz no llegaba, y era complicado saber donde estaba. Por fin a lo lejos un destello, cada vez era más apreciable en la profundidad. Cuanto más me acercaba a él, más brillaba y más intensa era su luz. Visto lo visto, la ruptura de la tubería y posterior derrumbe de la pared, había resultado fatal para el edificio entero, que se había derruido, partiéndose por la mitad (ahora mi piso era un ático xD).

He de reconocer que el hechizo de Esther, estaba genial y me había servido de mucha ayuda allí abajo, pero la muchacha se había pasado. Eso no era que brillaba, es que era un sol en pequeño. Era tal la luz y radiación que desprendía, que con unas simples gafas de sol, no me habría servido para protegerme y necesitaría algo más duro, como la mascara protectora de un soldador.

Mientras recorría saltando de edificio en edificio (no si dificultad, por estar debajo del agua) con la espada en mi mano, a lo antorcha olímpica, llegue al lugar de la pelea. Cuando asome mi cabeza por la superficie, uno de los tentáculos de Chulthlu, me agarro por la cintura y me elevo hacia él. Pude ver como en una azotea cercana estaba Esther, tratando de increpar a Chulthlu, para que la atacara a ella y en otro a Gabriela, muy mal herida.

Súcubo: The Beautiful KillersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora