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parte I "primeros días."
capítulo 2.
día ¿normal?

pasé las primeras dos horas sentada en una banca con los audífonos puestos, se me acercaron un par de chicas y uno que otro chico a platicar, pero nada especial.
cuando comenzó la siguiente clase, al entrar me dí cuenta que las mesas eran en pareja y hasta ahora no conocía a nadie, mierda.
el destino pareció escucharme, o tal vez fue el hecho de estar parada con cara de asustada, que hizo que mauro levantará su mano en mi dirección y me mirará con una sonrisa.

-eh, vos, la chica nueva, te podés sentar conmigo si querés.- agradecí a todos los santos, pero también me sentí pequeña al sentir la mirada de medio grupo, ya que como estaba hasta las mesas de atrás lo tuvo que gritar.
me acerque y me senté junto a el murmurando un pequeño gracias

-vos tranquila, no es nada, eu mirá, ellos son valentín y daniel.- los miré y sonreí de boca cerrada, eran lindos, valentin tenía un piercing en la ceja y unas pequeñas ojeras debajo de sus ojos azules, parecía buen chico y daniel lucía como el típico chico al que le hablas para pegar amistad y te escupe en la cara, pero bueno quién soy yo para juzgar, apenas y sé quiénes son.
iba a responder pero justo entró el profesor y los chicos se tuvieron que voltear.

-eu, valeria.- murmuró mauro y lo voltee a ver.- me caíste piola.- dicho esto volteó de nuevo hacia al frente y me fue inevitable no sonreír, que buen chico.

(...)

salí de la clase con mauro al lado de mí contándome que su amigo alejo comenzaba unas competencias y que el estaba emocionado de ir, realmente a mí me interesaba lo que contaba hasta que me dejó por ir a hablar con una chica.
se supone que era recreo o algo así y me iba dirigiendo hacía el kiosko como decía ahí, nombres pedorros.
había comprado una barrita y cuando me dí vuelta choque el hombro con alguien y al voltear noté que era daniel, me iba a disculpar pero cuando sentí que se me quedó viendo me sentí chiquita, ¿y este?

-perdoname, no fue mi intención, lo juro.- murmuré viéndolo a los ojos, tenía lindos ojos y el arito en la nariz le daba un lindo detalle. sonrío negando, como restándole importancia, y simplemente se fue dando media vuelta.
¿qué le pasaba?
traté de restarle importancia e iba a caminando hacía una banca, hasta que una chica me habló.

-euuu, valeria, vos la chica nueva.- me gritaron y voltee buscando a la dueña de la voz , me encontré a una chica moviendo la mano y sonriendo como si cristian castro le hubiera dicho que la amaba, la reconocí porque fue una de las que se acercó a hablar conmigo en la mañana, nada importante, yani se llamaba.
caminé hacia ella, al fin y al cabo no conocía a nadie y no tenía nada que hacer.

-hola.- saludé cuando llegué y noté que había otros chicos, uno tenía unas cejas lindas y unos labios carnosos, y el otro una mandíbula un tanto marcada, qué acaso todos iban a ser lindos.

los chicos me sonrieron y les sonreí de vuelta.

-ah claro, mirá, ellos son damian e ignacio, van en otro grupo pero son piolas cuando quieren, te podés sentar con nosotros si querés.- me sonrió y le agradecí por milésima vez a todos los santos por lo que va del día.

-muchas gracias, yani.- murmuré y me senté a lado de ella dejando la mochila de lado. en todo el recreo me la pasé riendo con las cosas que me contaban los chicos.
cuando nos tocó irnos a clase me despedí de ellos con un simple adiós y me regresé con yani entrelazando brazo conmigo y aún riendo por las cosas que contaron.

me senté detrás de yani en la clase y justo cuando iba llegando el profesor llegaron corriendo mauro, valentin y dani, entraron y se sentaron por donde estábamos yani y yo, solo que daniel se sentó detrás de mí. me llegó un olor a cigarrillo tratado de ser camuflado con desodorante y voltee tratando de encontrar ese olor porque sabía que no iba a estar a gusto hasta saber quién lo traía, bastante chusma era, si. seguí oliendo hasta que noté era daniel y al parecer se dió cuenta porque cuando voltee tenía su mirada en mí y estaba con el ceño fruncido.

-¿y a vos qué te pasa?.- murmuró aún con sus ojos en mí y comencé a sentir la cara caliente, qué vergüenza.- ¿estás bien?

sonreí tratando de aliviar mis nervios pero creo que no salió cuando ví que subió una ceja y me miró con cada de y a esta loca qué le pasa.

-nada nada, solo que me llegó un olor a perfume y me mareé un poco.- traté de restarle importancia pero me siguió viendo de la misma manera.

-ah.- dijo poniendo su vista en los apuntes y con eso sentí como terminada la pequeña conversación, cuando me giré ví a mauro y valentín viendo hacía nuestra dirección con una sonrisa, en cuanto me vieron se regresaron y fingieron estar viendo su cuaderno, pero...

(...)

cuando dió el timbre de la última hora, me pare aún guardando mis libros en la mochila, cuando por fin los logré meter y cerrar mi mochila arranqué directo a la salida a esperar a que mamá venga por mí, aunque sé que solo será por unos días ya que aún no conozco muy bien el camino, pero sé que después de unos días me voy a tener que aprender a agarrar micro.

estaba recargada en la barda de la escuela esperando a que llegara con un audífono puesto, hasta que escuché una melodía parecida a la de hoy en la mañana y voltee, encontrándome con muchísimas menos personas, entre ellas daniel que estaba de perfil escuchando bastante enfocado lo que el otro chico decía, aunque estaba un poco lejos alcancé a ver que tenía un lindo perfil.
me quedé viéndolo, hasta que volteó y me sonrió, hijo de su puta madre, me voltee y justo en eso llegó mamá, tarde como siempre pero llegó.
me subí al carro y me sonrió y antes de que dijera algo, le dije.

-¡arranca por favor!.-

moon; daniel ribbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora