Capítulo 5: Soltar.

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Narra Carlos;

2017

La brisa característica de mi tierra se cuela por las ventanas moviendo las cortinas a su paso. Vine aquí a desconectar, es el único lugar de paz aparte de estar con Cyn.

También es porque este fin de semana celebraremos el cumpleaños de mi papá, Cyn me iba a acompañar pero al final no pudo por que tenía que grabar un especial.

La gente ya está llenando el salón que rentó papá, yo aún estoy en la "cocina" del lugar, que más bien es un cuarto pequeño semiadaptado para que la gente use cuando renta el salón.

Nos encontramos picando en la comida mientras la preparan, Liz está aquí haciendo lo mismo que yo.

- Parecen los chiquitos aquí escondidos,- entra Gon quejándose, siempre ha sido el más extrovertido de los cuatro.- Salgan a saludar.

- Que mandón eres para ser el menor,- dice Liz. Yo me río de su pequeña discusión y salgo poniendo en su lugar mis lentes de sol.

- Papá,- llamo su atención acercándome a él con pasos largos.- Felicidades,- exclamo rodeando su cuello con mis brazos, él no es tanto de muestras de afecto, pero es una de las cosas lindas que he aprendido de Cyn: Si quieres a alguien, demuéstraselo porque el tiempo es cruel.

Gracias, hijo- responde el imitando mi acción con los brazos por unos segundos para después volver a separarnos,- ve a saludar.


Así lo hago, me acerco a todas las mesas repletas de tíos y primos que tenía años sin ver, con algunos platico un poco, mientras que con otros basta el estrechar las manos.

Al final me siento a lado de Liz en una de las mesas cerca del fondo, ella está platicando con una de nuestras primas, cosas de mujeres supongo.

Amor mío:

¿Cómo te está yendo?

Felícitame a tu papá

Carlos:

Bastante tranquilo, sería mejor si hubieras venido, dice mi papá que le debes un abrazo.

Amor mío:

¡Disfruta!

En cuanto lo vea se lo doy.

Cuando estoy a punto de contestarle mi hermano se sienta a mi lado con su confianza exagerada y sus movimientos sueltos.

- Entonces, pensé y dije ¿porque no...

- ¿Pensaste?- me burlo de él.- ¿En serio piensas?

- Que gracioso hermano,- se queja él.

- Ya, te escucho- respondo aún entre risas.

- ¿Porqué no como estrategia de marketing haces un concurso en Instagram?

- ¿De qué?

- Pues que todos los que compren un disco tuyo están participando por un premio especial, todavía no sé qué pero algo...

- Ya dime que habías pensado, a mi no me engañas.

- Bueno, podrían ganarse un desayuno contigo...

- No me desagrada la idea, que haya 10 ganadores en toda la República.

- ¿Lo apruebas?

- Si, pero...

- ¿Pero?

- También tiene que aprobarlo la productora Gonzalo- determino con severidad.

Mi salvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora