La Melliza de Harry Potter

Carta de Hogwarts

Ya era la 1 AM cuando terminó de matar unos cuantos mounstruos que salían de noche,por lo tanto ya era su cumpleaños.

Al llegar a casa se puso a admirarla.
Era de dos pisos,hecha de cuarzo y madera oscura,la había hecho sola y eso la enorgullecía,incluso tenía un sótano secreto dónde guardaba cosas para bromas,armas y armaduras poderosas junto a el traje que usaba para cuando salía con la hermandad.

Cuando entro en la cocina se encontraba una lechuza con una carta.

Cómo ya sabía que era la emoción la invadió y comenzó a dar saltos por toda la habitación,tomo un poco de pan y se lo dió a la lechuza que partió una vez Angeles tomo la carta.

No pudo ni intentar dormir de la emoción,por eso en cuanto amaneció corrió a casa de Merlon para mostrarle su carta.

–Merlon,Merlon,mi carta,mi carta ya llegó.
Gritaba la niña mientras golpeaba la puerta esperando que el anciano abriera.

–ya tranquila,lo sé,los dioses me lo han dicho. También anoche Dumbledore me envió lo que necesitarás,así nos evitamos problemas.
Respondió el anciano abriendo la puerta para después dirigirse a una esquina donde se encontraba un baúl y sobre este una lechuza marrón en su jaula que hacerco a la pequeña.

En la mirada del hombre se percibía la nostalgia, llevaba casi 10 años conviviendo con esa niña junto a los demás del pueblo,no quería que ella se fuera pero nada podía hacer,siempre la vería al finalizar su curso a no ser que lo mandarán llamar por qué se metió en problemas,lo cual era muy probable,todos los chicos con los que convivía a diario eran infantiles y bromistas por lo que ella era igual.

–esta es tu lechuza,llámala como quieras,eso sí,si te vas a meter en problemas por lo menos quiero que seas la mejor en la mayoría de tus clases.
Dijo el anciano viendo con diversión como la lechuza acariciaba la mano de la niña para después picotearla de forma traviesa.

–auch! La voy a llamar Fargan,son igualitos,uno es amable con el y después lo tratan mal.
Comentó la chica mientras se acariciaba la mano afectada.

Merlon solo pudo reír mientras observaba como ella volvía a casa con sus nuevas cosas y su nuevo amigo.