Ha pasado tantos años desde que me fui de Venezuela, de este pueblo, exactamente 10 años, ya no tengo 20, ahora tengo 30 años, supe que Steven había salido de prisión, que Paul falleció y los demás sinceramente ya no me importan, tengo una vida acá en Buenos Aires, mi familia, la visito cada que puedo pero el trabajo de diseñadora me ha ocupado desde hace 5 años, todo ha cambiado, no he encontrado el amor, estoy cansada de citas o simples noches sexuales, ya he cambiado y de verdad, no recuerdo a la chica de 19 años, vivo solo en un apartamento, quiero alquilar un cuarto pero aun debo pensar en que persona meteré en la habitación, mientras tanto caminaré por estas frías calles. En mi habitación note las paredes blancas, “que apartamento tan aburrido, pasado mañana lo pintas y arreglas, mentira”.
Salía con un chico, se llama Bryan pero no se pudo, él quería hijos y matrimonio, yo aún estaba en proceso de enamoramiento, lo quería pero algunas veces el amor duele y al le toco perder, realmente era un amor, el me regalo a pukky, duramos 2 años saliendo pero no sé, no era el correcto.
Salgo y voy en busca de un café, sigo caminando y me tropiezo con un escalón, sonrió y al notar que nadie me vio y pienso en el traje de la noche de gala de mañana, aun no lo he elegido mierda, pero hoy es mi día de descanso y solo quiero tomarme un buen café en la plaza, miraba cada edificio como si nunca los hubiese visto y veía cada calle como si fuese una completa turista, pensé en mi pueblo y en lo mucho que había avanzado mi vida, en mi perrita pukky y en cómo la tarde estaba llegando a fin, mira a mi lado y un vagabundo me pedía limosna, le di lo poco que cargaba y pensé, “mierda, ahora como iras a casa Sharon, a la mierda, caminando” , me acomode mi boina y mi chaleco el cual me quedaba muy ajustado, “mierda Sharon estas gorda, pasado mañana empiezas a hacer ejercicio, mentira.” Sonreí al contestarme a mí misma de la forma más imbécil y llegue a la plaza, me senté en la banca.
Veía a los niños jugando con sus pelotas o bicicletas, “increíble inocencia”, chicos fumando y chicas restregándole las nalgas a los demás, “cada día hay menos tela en este mundo”, vi a un chico lindo, pero es padre de familia “Sharon ya vas para 30 y aun sola”, mientras estaba sentada en la banca de una plaza, veía como una chica a mi lado estaba privada del llanto, solo quería alejarme pero mi compasión hizo que me acercara. Le toque el hombro y ella me abrazo, no la conocía, no sabía quién era, su maquillaje estaba corrido y en su sweater se notaba las marcas de su polvo compacto, yo la abrase y ella se aferraba más a mis piernas, le toque su melena roja e intente calmarla dándole un poco de café que tenía en mano, ella alzo su mirada y la note rota, destrozada, no tenía brillo.
- Él se fue, me abandono, me dejo sola, se llevó mi risa, se ha ido- Me dijo entre lágrimas, su pena se sentía a larga distancia y todas las personas en la plaza se nos quedaron observando.
En ese instante me di cuenta que su pena era amorosa y que era un simple fastidio para mis oídos, no soy alguien cursi y me da asco escuchar historias de amor, me disponía a levantarme cuando ella dijo:
- Nadie entiende, no comprenden que esto me duele y me carcome el alma- golpeo la banca de la plaza- él se fue y jamás volverá, cambie cada pedazo de mí por él, soy una estúpida, como pensé que él me podría querer en verdad, yo sabía que esto pasaría
-hiso una larga pausa- con él se fueron mis sueños, no mi vida, pero si mi esperanza, él esta con alguien más y me imagino cada cosa que le ha de hacer o decir, tengo miedo que use su misma táctica conmigo que con las demás, que yo sea eso, una simple táctica y que sea una más del montón
-Paro para secar sus lágrimas y siguió- Que la bese y rose su lengua con sus labios, que le toque el hombro para solo robarle besos, esto no duro ni un mes, se fue y sé que jamás volverá, no se disculpará, nada, no me quiso, solo me dejo sola y aterrorizada.
No es el fin del mundo – le dije, ella refuto- Lo es para mí- calló- en este momento él es mi mundo y nadie puede cambiarlo, no comprenderías, me maltrato, solo me dijo que era un asco y jamás me escribiría de nuevo- la observe con pena, esa clase de pena que sientes cuando una persona no sabe lo que quiere.
-Estoy tratando de mantener contacto con él, y no sé si pueda lograrlo,susurro, pero él no entiende que las palabras son innecesarias, solo suelen herir.
La miré a los ojos con compasión y ella me quito su mirada meneando la cabeza:
-Usted me mira como todos los demás, hasta yo me veo de esa forma, solo quiero que alguien me diga que él me quiso una vez y que volverá, solo quiero hablarle, no entiende como me trataba, nadie me volverá a tratar así o no volveré a sentir un trato, no de esa manera, yo sé que le doy vergüenza, lo sé, pero pero yo lo adoro, quiero que se disculpe y que me diga que esto es una mentira, pero no, sé que esto es cierto y que todos se burlan de mi por mis sentimientos, pero a él no le importa lo que siento, fue el primero y el único que le tome de la mano, que me hizo reír, que me hizo sentir viva, al cual bese con tanta pasión que todo se dio para hacer el amor.
Me quede callada ante la situación, no sabía que pensar.
-Olvídelo, ustedes los adultos no comprenden el primer amor, se les ha olvidado, ustedes aman por trozos porque ya el corazón completo se lo destrozaron, yo mientras tanto sé que jamás le gustaré, jamás se fijara en mí, no de nuevo, él se alejó para irse con ella, lo presiento, él está con alguien que puede llenarlo y aunque yo lo adore simplemente yo sola sé el amor que le tengo, me dijo “adiós” y un adiós es un “te olvidaré”, siento molestarla señora, mil disculpas por llenarla de lágrimas y gracias por escucharme y por estar conmigo en este momento que nadie me ha escuchado.
Ella se levantó con toda su dignidad, se secó sus lágrimas y camino como si nada hubiese pasado, doblo la esquina y le perdí de vista, entonces fue donde recordé a aquella adolescente que lloro más de 15 días por un chico y que ciertamente cambio todo de ella para ver si el volvía, su vida cambio, los días solo fueron días, las noches eran de insomnio y lectura, sabía que su chico jamás volvería, como el mío no volvió, sabía que esa chica estaba mal y que se ahogaría en el alcohol y en el cigarrillo, sabía que algún día ese chico aparecería en su vida y ella solamente lo ignoraría, aunque sintiese que el mundo le diese una oportunidad en el amor ella recordaría a “ él” y sabía que ella jamás volvería a amar completamente, ella también empezaría a amar por trozos y a vivir medio viva, me levante de la banca y mire hacia el horizonte, yo también lo vi, lo vi a “él”
Estaba Steven en una moto.
Sharon, grito, se acercó y me beso.
-De verdad jamás he dejado de quererte, te amo, discúlpame, eres mi mundo y sin ti no he podido vivir, diez años y lo único que he tenido son desdichas, te amo, te adoro, te quiero, te extraño, te necesito, quédate conmigo y te juro que volveremos a reconstruir la historia.
Me quede perpleja, lo miré y pensé “Diez años, mucho tiempo, nueva oportunidad”
-Mira Steven, ha pasado mucho tiempo, si quieres quedarte en mi apartamento hazlo, podemos hablar de nuestras vidas pero volver no lo creo, “sexo”.
Steven se veía acabado por la vida, no tenía su cuerpo de cuadritos y estaba gordo, todo tatuado, hermoso, su camisa de Motorhead.
-Vamos hermosa Sharon, daremos una vuelta.
*Nota de la sensual autora*
Saludos a Nicolas de chile, te jamo bebé, y bueno espero les guste :D
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Dead Memories.
Teen FictionEntonces, todo el mundo acaba cuando no se quien soy, creo que en mis 20 años dependo demasiado de él, nunca me di cuenta de eso, nunca lo pensé, muchas cosas solo son recuerdos, solo es un cambio y ahora que el ya no esta a mi lado no se que hacer...