Recuerdos escasos

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Si me preguntaran cuando fue el momento en que todo esto comenzó, no sabría qué responder.
Supongo que mi mente borró algunos recuerdos y dejó los más dolorosos, como un recordatorio del dolor que vive en mí.

El vacío en mi interior crece al ritmo de los latidos de mi corazón, siempre quise creer que algún día llegaría alguien que me llenaría ese hueco que tú me has dejado, incluso creí que yo misma podría sanar esa herida...

Me equivoqué.

Siempre tendré que convivir con ello.

En mis momentos de nostalgia intento indagar en mi mente con la esperanza de encontrar alguna falla en mi postura, algún recuerdo perdido que me haga encontrar luz en toda esta oscuridad. Es estúpido creer que en algún momento me quisiste tanto como yo deseaba que lo hicieras.

Sólo recuerdo que era una niña independiente, no hay recuerdos de ti en mi corta infancia. Seguramente tenías algo mucho más importante que tu propia hija, lo entiendo.
Quiero creer que al menos en esos recuerdos que no habitan en mi memoria, tú fuiste un padre para mí.

No, no le quiero preguntar a mamá. Tengo miedo a su respuesta, tengo miedo a romperme la ilusión que yo misma me cree. Prefiero vivir con eso que romper más mi corazón.

El otro día encontré una foto de nosotros dos, estaba en un viejo baúl que nadie recordaba. La tomé entre mis manos y observé lo que había en ella, éramos nosotros y nos veíamos felices. Yo me veía muy pequeña, probablemente de unos dos años de edad, estaba sentada en tus piernas y te veía a los ojos con una sonrisa gigantesca.

Al menos en ese momento era feliz, o eso quiero creer.

Observé la fotografía tanto como para guardarla en mi memoria, luego la volví a guardar. No podía tenerla cerca de mi, sería muy hipócrita de mi parte y ese papel te lo has ganado tú, seamos justos.

Admito que por unos segundos desee volver a esa época, aún si no lo recordaría después. Sentirse amada es algo tan hermoso, según lo que me han contado en los libros que leí.

¿Crees que algún día alguien me amará?

Bueno, no se porqué te lo pregunto. Si tú no has podido hacerlo, mucho menos un extraño lo haría.

Los recuerdos de mi niñez son escasos pero en ninguno apareces tú. Tal vez estabas ocupado trabajando y por eso no has estado presente en mi crecimiento, podría entenderlo.

Ya casi no recuerdo tu rostro, intento imaginarmelo de una forma diferente pero no lo logro. Solo veo negro, tu rostro no aparece en mi memoria.
Podría buscar un fotografia en tu facebook pero ambos sabemos que sería en vano recordar a alguien que no me recuerda. Prefiero mantenerme así, es lo mejor.

¿Tú recuerdas el mío?

Bueno, pasaron cinco años desde la última vez que nos vimos. He cambiado mucho, tanto física como mentalmente.

Ya no soy una niña. He crecido.

Me convertí en una persona completamente diferente y todo eso a sido gracias a ti, al dolor que has dejado plasmado en mí.

¿Tendría que agradecerte?

En parte, sí. Tengo un gran carácter que he ido formando con los años, fui comprendiendo que solo me tengo a mi misma y debo elegirme por delante de todos.
Soy muy desconfiada. No suelo creer en las personas, aveces quisiera hacerlo pero no sale de mí. No soy capaz de creer que una persona pueda quererme si ni mi propio padre ha podido hacerlo.

No dejo entrar a nadie. Supongo que mi dura personalidad es un escudo que pongo ante las personas, al menos así no se atreverían a desilucionarme.

Soy como un trozo de cemento seco; duro y difícil de romper, pero el golpe correcto podría volverlo polvo.

Mi mamá dice que soy muy fría y probablemente no tenga corazón.

Creo que tiene razón.

¿Cómo podría tenerlo?, Si te lo has llevado tú.

Las cartas que nunca te di [COMPLETA✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora