PARTE IV

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El nuevo año escolar avanzaba. Ya hacía un mes de su regreso a clases, y para Albus, las cosas estaban bien. Con Scorpius al menos, y aquello en realidad era lo único que le interesaba a Albus Potter. Su amistad parecía volver a ser tal y como era antes. En efecto, lo único que había necesitado era tiempo.

Para el rubio en cambio, las cosas eran diferentes. A diferencia de Albus, la confusión que sentía no lo hacía querer alejarse de su amigo, por el contrario, deseaba tenerlo más cerca que antes. No soportaba la idea de pasar un solo minuto sin Albus, y cuando pasaba un rato en que no lo veía, enseguida iba en su búsqueda. Aquella opresión que sentía en su pecho solo se calmaba cuanto sentía a Albus cerca. No estaba seguro de que significaba aquello, pero sí tenía claro que quería a Potter como algo más que un simple amigo.

En aquel momento se encontraban en la famosa clase de defensa contra las artes oscuras. Famosa, debido al guapo profesor que impartía aquella asignatura, él que para gusto de Scorpius, era demasiado amable con Albus. Siempre solía hablarle en clases de manera amigable, y felicitarle, e inclusive, no perdía ocasión en tocarlo cuando podía. Y Malfoy no era el único que lo notaba, todos en la clase se daban cuenta de aquello. Todos menos Albus, quien decía que aquello solo se debía a que era el hijo del famoso Harry Potter.

_ Para la siguiente clase quiero que me traigan un ensayo en donde expliquen su postura sobre los contraembrujos. No es algo que me guste realmente, pero es bastante necesario para su aprendizaje. Cómo sé que el trabajo no es para nada divertido, prometo darles puntos extra en el examen por el _ dijo el profesor, y entonces, dio por finalizada la clase.

Antes de retirarse, Gerald Grimassi se dirigió a Albus.

_ ¿Puedes venir a mi despacho durante la tarde? _ le preguntó, bajo la expectante mirada de los estudiantes. Albus notó aquello, y aunque no le agradaba del todo dar de qué hablar al resto de los chicos, acabó aceptando. Finalmente el profesor se retiró del aula.

_ ¿Cuantos puntos extras tienes ya, primo?_ preguntó de pronto Rose Weasley, acercándose a Albus.

_ No estoy seguro. La misma cantidad que el resto, supongo _ respondió simplemente.

Theodora Carrow supo de inmediato que aquella conversación no acabaría bien, por lo que se asomó a la escena.

_ No estoy segura. Creo que el profesor tiene preferencias contigo, y en realidad no veo la razón. Ni siquiera eres buen estudiante. Eres pésimo en clase de encantamientos y pociones...solo en esta asignatura te va decente, y ni siquiera eres el mejor _ espetó Rose, sonando molesta.

_ ¿Qué estás tratando de decir, Rose? _ preguntó Albus, quien comenzaba a cabrearse.

_ Oh, nada. Solo tengo curiosidad al respecto _ dijo la muchacha.

_ Vamos Albus, debemos estudiar _ dijo Scorpius, en un intento por alejar de ahí a su amigo, al notar como más personas comenzaban a reunirse _ y, Rose, métete en tus asuntos. Si quieres más puntos extra, esfuérzate.

_ No hablaba contigo, Malfoy _ espetó, empleando un tono despectivo al mencionar el apellido del rubio. Luego sonrió con algo de malicia _ Ahora que lo pienso, tú eres el mejor de esta clase, ¿No te molesta que tu supuesto mejor amigo te esté robando el puesto utilizando quién sabe qué clase de trucos con el profesor?

_ Rose, te estás pasando de la raya _ dijo Theodora.

_ No me sorprendería que Potter esté seduciendo al profesor para subir su promedio _ soltó un chico de Slytherin desde atrás.

_ ¿Quién mierda dijo eso? _ preguntó molesto Scorpius, apretando sus puños. Aquella situación le estaba colmando la paciencia.

_ Déjalo, no tiene caso _ dijo Albus a Scorpius. No pensaba caer en el juego que estaba orquestando su prima. No entendía cómo era posible que sus tíos Ron y Hermione engendrasen un ser tan desquiciado como su prima.

Slytherin's Love (Scorbus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora