•°←Kumo→°•

°•Capítulo 2•°

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Kurogiri se mantenía estático, al menos, hasta que vislumbró a los dos jovencitos que estaban próximos a el.

El joven Tomura no era muy amigable, y la mirada que este le daba a el pecoso de cabellos alborotados y esponjosos no era muy amigable que digamos. Aunque parecía que el peliverde si tenia la intención de acercarse para hablar con el peliceleste, o conocerlo, este era muy arisco como para hacerlo de buena gana.

El pequeño Izuku se sintió intimidado por la mirada indiferente y de hastío de Tomura.

Cuando el peliverde empezó a retroceder y a hacer un amague de que se sentaría a un costado de la puerta del bar, Kurogiri se hizo notar a los jóvenes.

-Disculpa pequeño, ¿Me podrías decir como te llamas?- Cuestiono el hombre-niebla hacia el mas pequeño del lugar.

-¡I-I-Izuku M-Midoriya!-respondió el pequeño un-algo nervioso.

-Muy bien Izuku Midoriya, ¿Qué asuntos te traen por aquí?-Pregunto formalmente el adulto, vio como el infante aun no calmaba sus nervios por lo que retrocedió un poco, en eso, también pudo vislumbrar que el joven Shigaraki se notaba un poco interesado en la respuesta del pecoso.

-M-mi mamá me pidió q-que esperara aquí, y . . .- hizo una pequeña pausa el pecoso, incentivando la duda de los otros dos presentes, aunque fuera un poco.

-U-n hombre-nube, o un hombre-niebla vendría, m-me pidió que le diera la c-carta y que me q-quedara aquí, eso fue lo que me pidió- hablo el pequeño nervioso, sonaban bastantes ambiguas las instrucciones que su madre le proporciono, hasta para el, pero confiaría en su madre.

-P-posiblemente en la carta mamá explico el porque-termino de decir el pecoso, se notaba que estaba muy nervioso por cual seria la respuesta, y la actitud que tomarían las personas con las que supuso, deberá de pasar algún tiempo.

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Para bien o para mal era bastante perceptivo, y su mamá, le había empacado demasiada ropa, y no solo ropa, también empacó su peluche favorito, Pellet, un conejito blanco con motitas negras muy esponjoso.

A Izuku le encantaba ese peluche, por ello también, le daba miedo sacarlo de su hogar, tenia miedo de que se perdiera o se llegara a arruinar irremediablemente.

Por ello, solo lo llegaba a sacar de su hogar cuando visitaba a su abuela y se quedaban varias noches en la casa de ella, o cuando se quedaba unos días bajo el cuidado de Mitsuki, una alegre mujer que era amiga de su madre.

Mitsuki Bakugou lo cuidaba de vez en cuando, aveces su madre tenia que durar varios días fuera de casa por su trabajo, a Inko no le gustaba que se sintiera solo al estarlo en casa, por lo que lo dejaba encargado con ella, así también, el se divertía un rato con Katsuki Bakugou, alias:Kacchan, un pequeño explosivo y alegre de su misma edad, este llegaba a ser un poco bruto y tosco con sus acciones, pero Izuku reconocía que así era su carácter, por lo que no le tomaba mucha relevancia a ese hecho. El 20 de abril, kacchan cumplió sus 4 años, y eso desencadena un gran hecho, el despertar del Kosei de Katsuki, y, a su vez, el que a Izuku le maravillaran, e intrigaran las habilidades sobrenaturales llamadas Kosei's, o Quirks.

Inko Midoriya era una trabajadora de oficina, hacia lo que podía para mantener a su pequeño feliz y sin que le faltase algo, a pesar del no muy abundante sueldo. Para el pesar de Inko, debía de sacrificar parte de su día sin su pequeño mientras trabajaba, a pesar de que aveces se lo encargaba a Mitsuki, también recurría mucho a encargarlo a la guardería, y aunque Izuku lo negara, por pena, o no queriendo darse a notar como un desagradecido, le gustaba más quedarse en la guardería, aunque Izuku no se lo hubiera dicho directamente podía notarlo por el como le relataba emocionado cada vez que lo recogía del lugar todo lo que había ocurrido en su día, acogedor, divertido y cómodo, era las palabras que Izuku mas repetía en sus descripciones.