Pretty Girl || Valerio

🥀 016🥀

Me había levantado de la cama muy temprano, me agarre la cabeza con una mano tratando de disminuir el dolor que sentía por estar llorando toda la noche. Me pare de la cama y me dirigí a mi baño, alce la vista para verme en el espejo y estaba del asco, mis ojos hinchados con rimel por todos lados de mi cara. Me quite la ropa quedando desnuda y me entre a la ducha quedándome quieta durante diez minutos para luego empezar mi rutina de aseo.

Al ya tener puesto el uniforme me vi el espejo, solo tenia mi cabello arreglado y sin alguna gota de maquillaje sobre mi cara ni un labial.
Baje al comedor sabiendo que no había nadie por la hora que era, deje una nota diciendo que ya me iba. Agarre una manzana y mi bolso, salí de casa y fui a la casa de Ander.

Toque y espere unos minutos y me abrió la madre de Ander. Se me quedó viendo sorprendida pero aún así me dejó pasar.

—¿Está Ander? —pregunte con voz ronca.

—Si, si. Ahora baja, ven por favor —me agarro de la mano y me llevó a la mesa.—Toma un poco de café.

Me sirvió el café en una taza y le agradecí, apenas di el primer sorbo y me sentí bien con lo caliente que está el café. Durante ese tiempo nos quedamos calladas algo que agradecía mucho. Unos treinta minutos después de silencio vi a Omar y Ander bajar para dirigirse al comedor, donde estaba.

—Ivy, ¿Qué haces aquí? —preguntó Omar dándome un beso en la frente.

Omar lo conocí cuando estaba con Nadia y llegó a acompañar a su hermana y en ese tiempo logramos formar una conversación, al poco tiempo ya parecíamos mejores amigos.

—Si quieres me voy—me hice la me levantaba pero me volvió a sentar.

—Era una broma—asentí mientras susurraba lo sabía.

Ander y Omar se sentaron a desayunar por petición de su madre me dio también un desayuno que agradecí y se fue dejándonos privacidad.

—¿Qué pasa Ivy? —pregunta Ander.

—Solo necesito hablar contigo—le di una pequeña sonrisa.

—Pues hablemos —se iba a parar pero lo detuve.

—No, no, aun tenemos tiempo —me negué —Termina tu desayuno.

Se volvió a sentar mirándome con sus ojos entrecerrados, Omar simplemente me sonrió agradecido y le guiñe un ojo de juego.

—¡Hey! Es mi novio—exclamó Ander abrazando a Omar.

—Tranquilo, además yo ya tengo novio—dije y vi como dejaba de abrazarlo—Pero Omar—me volteo a ver—Si quieres somos amantes ¿Qué dices?

Sonreí juguetona.

—Aceptó con mucho gusto—me siguió la corriente.

—¡Esta bien, ya entendí! —reprochó celoso Ander, haciéndonos reír.

Después de desayunar llevamos los platos al fregado y los lavamos, Omar se fue primero por su trabajo y a los pocos minutos nosotros nos fuimos. Íbamos caminado hasta las Encinas aunque su mamá quiso llevarnos pero Ander se negó

–¿Ya me dirás? –preguntó derrepente.

—¿Qué cosa? —pregunte confundida.

—No se, algo que me dirías apenas termináramos de desayunar.

—Así, ya se —recordé. —Bueno, ¿te acuerdas de lo que te conté? ¿Mi madre drogada? —Asintió.

Le conté todo y el me escuchaba atento, no me interrumpía en nada hasta se podría decir que analizaba la situación. Del coraje que sentía empecé a llorar y Ander me abrazo por los hombros mientras caminabamos.