🥀 013 🥀

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—¿Y que haremos? —pregunte siguiéndole el paso a Ander.

—Pues algo simple... —se encogió de hombros—¿Ivy? ¿Todo bien? —se detuvo posando se enfrente mío.

Carraspeo —Si, todo bien. —sonreí.

—No, no está bien. Te noto más rara de lo normal—bromeó y rodee los ojos—¿Me podrías contar? —me miró a los ojos.

Asentí para comenzar a caminar y ahora el me seguía al par. Cruce mis brazos y por un momento vi el suelo.

—Hace algunos años atrás, mi padre decidió separarse de mi madre ya que tenía problemas de adicción a las drogas. Ese día tomó sus maletas y sin antes despedirse de mi, se fue. —alce la vista—Con el paso de los días mi madre encontró un nuevo Hobbit, golpearme hasta dejarme moribunda. Pensé que me lo merecía por ser mala hija pero jamás creí que un día mi madre traerá un hombre a la casa. —reí sin ganas.

>>Después de que se follara a su cliente, me ofreció por unos cuantos billetes. El hijo de puta aceptó y se dirigieron a mi cuarto. —mis ojos ya estaban aguados —¡Dios, tan solo era una puta niña que no le hacía daño a nadie! —exclamé aparentando mis puños.

Ander me tomo del brazo y nos dirigimos a una banca que estaba cercas de nosotros, me hizo sentarme y me pidió que siguiera con la historia si quería.

—Mientras hablaba con mi papá a escondidas de mamá, le conté todo y mi padre sin esperarse fue por mi. Y allí fue donde aparece la ley. —limpie mis mejillas empapadas —Me quedé con papá y mi madrastra. Mi mamá fue condenada en la cárcel por unos 13 años.

>>¿Sabes lo que quiero decir? —negó —Ya salió de la cárcel y ahora busca venir por mi. Llamó a la casa diciendo que no descansará hasta que dejen aunque sea hablar con ella. Mi padre no quiero que la vea, no yo quiero.

—¿Las llamadas de quién son? Las que recibes —preguntó frunciendo el ceño.

—Algunas son de mi padre, informándome de lo que pasa con mi mamá como en su trabajo. —hice una pausa—Las otras son de... Ella.

—¿Le has dicho a tu padre? —negué con la cabeza—¿Por qué no?

—No quiero preocuparle más, ya tiene suficiente trabajo con su negocio y más con los nuevos—deje caer mi cabeza.

—¿De qué es su negocio? Porque no creo que sea tan importante antes que su hija. —me giro a verlo.

—Mi padre es la mano derecha de un Narco que es un amigo de la secundaria —murmuró observando su reacción.—Pero también es Ceo de una empresa.

—Oh, wow —abre los ojos demasiado grande —Dos vidas en una, tranqui. No diré nada, solo si me vendes—me guiño el ojo y golpee su hombro.

—¿Vamos a comer? —voltee a mirarlo.

Asintió sonriendo y me jale de la mano para correr a un local que no alcance ver el nombre pero tenía buena fachada. Nos sentamos en una mesa para luego pedir una hamburguesa con papas a la francesa.

—¿Y cómo vas con Omar? —pregunte dándole el primer mordisco.

—Pues todo bien, creo... A decir verdad no bien. —lo mire confundida—Lo ignoro o soy distante para que no se de cuenta que de lo que estoy enfermo. Me duele ver como se pone decaído por eso.—Mordió su hamburguesa.

—Te voy a decir algo, Ander. —deje la poca hamburguesa que me quedaba—Se que dirás que no soy nadie para decir esto pero, vive al máximo con tu novio como tu familia. Cuéntale a tu novio lo que te pasa seguro entenderá y aparte necesitas apoyo condicional de alguien que amas mucho. —tome mi bebida para dirigirla a mis labios.—Prueba cosas nuevas y no te arrepientas de eso. Disfruta la vida como si fuera el último.

—Tía, me ha dado al corazón —se llevo una mano al pecho y reí —Tienes razón y eres mi amiga, así que si eres alguien para meterte.

—Uff, pensé que sería un incomodo momento—limpie mi sudor falso—Así que, tu puedes.

—¿Y tú, cómo vas con Valerio? —preguntó terminando de comer su hamburguesa.

—Pues bien a decir verdad—me encogió de hombros— Me gusta su compañía y es muy romántico.

—¿Valerio? No te creo—dijo incrédulo —¡Vaya, no sabia que tenía esa faceta!

—Pues creelo, a lo mejor estaba guardada —me encogió de hombros.

—Más bien lo flechas te —me guiño el ojo.

Agarramos nuestras bebidas y chocamos estas haciendo un sonido que se detuvo en seco y empezamos a tomarle a nuestras bebidas, solo que la mía era una anaranjada y la suya una cerveza.

Pagamos la cuenta entre los dos y salimos del local, me fije en mi celular la hora y marcaba las cinco de la tarde. Así que empezamos a caminar a nuestras casas.

—¿Enserio no has probado la cerveza? —preguntó incrédulo viéndome.

—Jamás —sonreí —¿Por qué la sorpresa?

—Es que pensé que al tener una familia rica, en todos los eventos tomabas—dijo riéndose.

—No al caso ¿eh? —agite mi mano—hay ocasiones que no voy y si voy, mis hermanos se encargan de que no tome.

Negó para luego tomarme de la mano y hacerme que me sentará en una banca que estaba afuera de la tienda, se entró en ella y a los pocos minutos salió con cuatro cervezas.

—Toma—me dio dos.

—No, Ander—se las entregue —Si llego mal, me matarán.

—Vamos, disfruta la vida como si fuera el último —repitió mis palabras.

—Esta bien—tome las dos cuando fueron abiertas por Ander.

Espere a que abriera sus cervezas y las alzamos como diciéndonos Salud, sin esperara le di un trago sintiendo su amargo sabor. Pero igual manera me la tomé a carcajadas junto con Ander.

Pretty Girl || ValerioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora