Rebekah y yo hemos seguido a Ander hasta la máquina de bebidas, mi amiga me contó un plan para que que Ander pudiera dejarnos ir con el a la consulta.
—¿Ander iras solo al hospital? —preguntó Rebekah.
—Si.
—¿Y tu mamá? ¿Y Omar? —pregunte ahora yo.
—Nadie sabe y no lo sabrán —nos miró demasiado serio.
—Aunque sea dejanos acompañarte—dije cruzando mis brazos.
—Ni de coña—presionó los botones.
Susurre un vale, tratando de no hacerlo enojar.
—Nos dejaras acompañarte o tu madre se entera—Ander la miró—Antes de que caiga esa soda, tu madre ya sabrá.
—No lo harían —nos miró a las dos.
—Tu sabrás.
Se nos quedó viendo un buen rato hasta que Asintió y en ese preciso momento cayó su soda haciendo que se incline y Rebekah me chocó el puño en señal de victoria.
Al ya tener la aceptación de Ander me despedí al ver un mensaje de Valerio quien me decía que si nos podíamos ver en el patio de las Encinas. Le mande un mensaje diciendo que ya iba para allá.
Corrí hasta llegar al patio y vi como estaba sentado en una banca de allí, me acerque a pasado lento y me senté al lado de suyo, el tenía los ojos cerrados disfrutando la brisa que estaba dando el lugar pero luego los abrió al sentir mi mano posarse en su hombro.
—Hola..
—Hola.. —sonreí —¿Qué pasó?
—Solo quería ver a mi novia, ¿es malo? —hizo cara de dolido.
—No, no es malo. Es enfadoso—bromee haciendo que me mire mal. —No te creas, bebe —le di un beso en los labios.
—Mañana ¿Qué harás? —tomó mi mano jugando con mi anillo.
Me encogí mis hombros.
—Creo que nada, ¿Por qué? —lo voltee a ver, haciendo que mi pelo caerá como una cortina en mi lado izquierdo.
—Pues ya tienes planes, mañana iremos a nuestra primer cita —beso mi mejilla.
Asentí con una sonrisa, nos quedamos por un momento en silencio hasta que vi como Valerio se movió y de su chaqueta de las Encinas se asomaba un papel blanco enrollado, un cigarro.
Puse mi mano en mi bolso y saqué una paleta, sin que se diera cuenta le puse la paleta allí y saque el cigarro, guardándolo.Sabía que Valerio Fuma y aveces se droga por Samuel quien me decía que el no era como se comportaba conmigo pero realmente me valía eso, si no lo sabia por mi misma no le creí pero ya lo comprobé.
—¿Valerio? —lo llame.
—¿Mande? —respondió girando su cabeza.
Mis labios chocaron con los de él, se quedó estático ante mí sorpresiva acción pero poco después me atrajo hacia el haciendo que me sentará en su regazo.
[°°°°°°]
Tiempo después ya estábamos en el consultorio sentados en una banca, estaba yo primero luego Ander y después Rebekah, en un silencio incomodo.
—Joder, di algo. Canta, baila, lo que sea pero deja entrar el aire.—terminó por romper el silencio Rebekah.
—Que pesadita. Que si soy para dentro, soy para dentro. —se frustró.
—Si que eres un cabezón de manual—sonreí viendo como discutían.
—Pará empezar no deberías estar aquí —me miro—Ni tú. —dijo haciéndome rodar los ojos.
—Es cierto. Debería estar tu madre.
—Y dale con eso, voy entrar me dirán el puto tratamiento y me iré a mi casa—alzó la voz. Apoye mi mano en su rodilla haciendo que callara. —No que necesidad de contárselo a la gente.
—Bueno, a mi me lo has contado.
—Digo a la gente que me quiere.
—¡Oye! Yo te quiero. —dijimos al unísono haciendo que soltara un risa.
—Tú—me señaló —Y tu no me quieren, yo las pongo—se sentó apoyando su espalda a la banca.
—Pero es una forma de amar. —reímos .
—Ves,se siente bien cuando dejas entrar un poco de aire. —exclame.
Suspiro Ander.
—Oye, ¿y si me cuentan algo suyo? —nos miró.
—Me da igual —me encogí de hombros.
—Lose pero quiero saber —me apuntó haciéndome reír.
—Empieza tú, Rebekah —la apunte.
—Bueno, algunas veces me pone una mujer —dijo encogiendose de hombros.
—¿Yo? /¿Nadia? —preguntamos a la vez.
—No que va, la marquesa.
Ander y yo nos miramos para reírnos.
—Pues de que esta buena lo esta—dije riendo.
—Hasta a mi me pone—dijo Ander. —¿Y de hombres?
Nos quedamos en silencio por un momento esperando que Rebekah hablará.
—Samuel...
—No ¿de verdad? —Rebekah Asintió. —Es un hijo de puta.
—¿Y a ti? —me pregunto ahora Ander.
—Pues quien más tío, Valerio. —habló por mí —Desde que entró ésta, veo como ligaba con aquel.
—Pues si es el. —Asentí riendo.
—Joder, que gustos tan raros de hombres tienen—Le pegue en el brazo.
—Ander, puedes pasar—habló una Enfermera.
Nos paramos los tres y entramos, Ander y Rebekah se sentaron mientras que yo me quedaba parada atrás de ellos. El doctor empezó a dar instrucciones sobre cómo sería la terapia y así pero sabía que Ander no escuchaba ya que se le notaba pensativo.
Apoye mi mano en su hombro y le di un apretón.
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Pretty Girl || Valerio
FanficIvelle Pione, una chica Amable, humilde a pesar de venir de una familia adinerada y al quién no le teme a nada. De nacionalidad mexicana, entra a una nueva escuela Las Encinas, la mejor escuela de todo España. Gracias a que ganó una beca, más aparte...