Seis

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—¿Sabes dónde está Mew?— Tonliu pregunta mientras que Gulf conduce con rapidez temiendo por la vida de su novio.

—Cuando vi el archivo de la mujer pude ver dónde vive. Ella dijo una granja. Y en la foto de su casa hay una granja.

Le informe a Tonliu.

Vamos a toda prisa y Dreamy está riendo.

—¿Te gusta ir a toda velocidad, Dreamy?— Yo le pregunto con una sonrisa para distraerla.

—¡Sí!— Ella dice.

—Esta niña va a ser una pequeña Rápida y Furiosa.— Tonliu dice.

—Eso sólo si le enseño.— Yo digo antes de acelerar el auto.

—¡No vuelvas a guiar así como hoy o no volveré a subirme en auto contigo!

Tonliu grita. Dreamy ríe a carcajadas tiernas.

💫

Llegamos a la casa se la mujer. Justamente frente a la granja. Que parecía un lugar muy decaído. No habían cabras ni se escuchaban animales.

—Quedate en el auto con Dreamy, por favor. Y griten si sucede algo.

Yo le digo a Tonliu y a Dreamy. Dreamy me mira con miedo. Sus ojos cristalizados.

—No llores, Dreamy. Papi volverá lo más pronto posible. Lo prometo.— Yo le acaricio un cachete limpiándole una lágrima.

Miré a Tonliu y está tenía los ojos cristalizados.

—Limpia tus ojos o la niña va a llorar.— Yo le susurro entre dientes.

—Ah. Sí. Lo siento.— Ella se limpia las lágrimas.

—Volveré ahora. Esperen aquí.

Yo digo antes de bajarme del auto. Corro a las puertas abiertas de la granja.

—¿Mew?— Yo pregunto ahora viendo a los lados. El lugar está oscuro pero el sol ilumina a Mew en medio del lugar. Está desnudo atado a una silla.

—¡Mew!— Yo grito su nombre antes de correr hacia él pero en medio de eso, mis pies tropiezan con algo. Caigo y logro ver unos huesos. Son pequeños. Como de niños.

—Gulf... Q-- ¿Qué haces aquí?

—No puede ser...— Yo murmuro. Mis ojos poniéndose cristalinos. ¿De dónde la mujer había sacado a todos estos niños? ¿Para qué los quería?

Me levante y fui hacia Mew.

—Supe que la mujer te secuestro. ¡¿Por qué no tomaste el auto hoy para ir al trabajo?!— Yo le pregunto de rodillas frente a él todo asustado.

—Lo siento, belleza mía. Es que... No quería parecer tan posesivo con el auto. Ya sabes que esta ha sido la rutina por unos meses ya.

Mew sonríe débilmente. Yo miro entre sus piernas y veo que tiene un vibrador dentro suyo.

—¿Cuánto llevas con esto puesto?— Yo le pregunto.

—Horas.— Mew gruñe con dolor agachando sus pies. —Al principio lo estaba disfrutando pero duele... Duele...

—Esa mujer está loca. Supo sobre tu gusto por estas cosas.— Yo digo asqueado por el conocimiento de esa mujer. Abrí un poco más las piernas de mi esposo que estaba temblando con varios jadeos. Su abdomen ya estaba manchado. Al parecer se había venido varias veces. Yo logro sacar el pequeño vibrador y Mew jadea ahora pudiendo respirar bien. Tire el vibrador a un lado para revisarle la cabeza. Tenía un gigante golpe en la cien.

Tóxico(s) 2 • MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora