Tres

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A la hora de dormir, acostamos a Dreamy en su camita acostandonos a su lado mientras que la arropabamos con su sábana. Ella ríe estirando sus manitas hacia nuestras manos.

—Es hora de dormir, florecita.— Mew le dice ahora besando su cabecita.

—Descansa, Dreamy.— Yo le doy un besito en uno de sus cachetes.

—Noh.— Ella dice ahora sujetando las mangas de nuestras ropas. Nosotros la miramos expectantes. Por alguna razón su rostro exhorta que quiere que nos quedemos.

—Muy bien, nos quedaremos.— Yo le digo y miro a Mew cuando ella lo mira.

—Nos quedaremos, florecita.— Él dice. Ella sonríe y se hunde en su camita. Nosotros nos acomodamos lo mejor posible para dormir a su lado como guardianes protectores.

—Descansa, belleza mía.— Mew mímica. Yo rio.

—Descansa, amor.— Yo mímico devuelta antes de que ambos cerremos nuestros ojos. Mew, como siempre, se cubre ambos ojos pero esta vez con un brazo.

💫

A la mañana siguiente ando con Dreamy trepada en mis hombros.

—Lo podemos poner... ¡Aquí!

Yo digo ahora tomando un papel blanco en el que ella había dibujado tres muñecos de palo con cabezas redondas gigantes tomándose de la mano (unió los deditos de palitos de los muñecos). Era un dibujo de nosotros tres en un jardín.

—¡Pa!— Ella le dio una palmada a una de las figuras. —¡Pa!— Le dio una palmada a otra figura.

—¡Da!— Ella grita un disparate pero pude entender que la figura pequeña era ella.

—¡Nos dibujaste a todos, Dreamy!

Yo grite con felicidad.

—¡Guau, guau!— Ella grita dándole una palmada a la salchicha de orejitas al lado de nuestros muñequitos.

—Ese es Bethoven.— Yo sonrío al ver su lindo dibujo. Lo pego a la pared.

Su primer dibujo sobre nosotros. Es tan hermoso que lo quiero poner en un Museo de Arte. En una galería. Aunque Mew y yo seamos los únicos que lo aprecien.

—Papi Mew va a volver pronto. Vamos a desayunar tu y yo.

Yo le digo a mi niña ahora encaminándonos a la sala a paso rápido por lo que ella ríe.

Al rato estoy viendo My Little Pony con ella. Estamos sentados en el mueble al lado del uno al otro. Ella mira todo con emoción y ríe ante las caídas de los personajes. Dreamy no entiende nada pero aún así se entretiene con el programa. Y debo admitir que a veces me entretengo yo más que ella.

💫

Cuando ella se duerme, llamo a Mew, mientras le echo comida en el plato a Bethoven.

—Belleza mía.

—Mew, ¡ya quiero que vengas a casa!

Yo le digo todo emocionado.

—¿Qué sucedió?

Tóxico(s) 2 • MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora