Catorce

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—Tonliu... Tu rostro.— Yo comienzo al verla sonreírme con dolor.

—Estoy fea, lo sé.— Tonliu bromea pero veo que está dolida.

—No. Eres hermosa. Ni miles moretones te podrían hacer fea, gata de nueve vidas.

Yo le digo chocando la bolsa de sopas en el lado de su rostro dónde no hay ni moretones ni nada. Ella bufa una risa.

—Les traje la sopa.— Yo le digo. Suelto la bolsa porque ella la toma con ambas manos para alejarla de su rostro.

—Gracias~.— Aelis dice sacando un pote de la bolsa. —Ahora necesitamos agua para poder hacer la sopa, ah, y un microondas.

Yo rápidamente me deprimo. —Es mi culpa. Debí leer la parte trasera de la caja primero.

Tonliu ríe. —No importa. Al menos viniste a vernos.

Tonliu se abre de brazos al igual Aelis. Yo felizmente los abrazo.

—Aún así tendrás que sacarnos chocolates de la máquina expendedora~.— Tonliu dice en mí oído pero yo solo rio con felicidad al tenerlos a ambos abrazandome. Honestamente imaginaba lo peor cuando ella no me llamaba ni texteaba.

💫

Mew despierta destapándose los ojos para ver la cama vacía.

Él frunce el ceño pero se levanta para ponerse unos cortos con una camisa blanca de mangas cortas.

—¿Dreamy?— El pregunta al ir a la sala de estar.

—¡Pa!— Su pequeña niña va corriendo hacia él desde la cocina. Mew la sube a su pecho.

—Florecita.— Mew dice con una sonrisa de labios.

—¡Tío comida!— La niña dice señalando con su dedito a la cocina frente a ellos. Mew mira. Wild está parado ahí con una camisa blanca de mangas largas, pantalones e botas. La camisa la habrá tomado de mi armario. Este se encontraba haciendo el desayuno.

—¡Oh, ya despertaste, Mew!— El gemelo del piercing saluda tiernamente con la mirada desvíada.

—Hola, Wild.— Mew saluda con una sonrisa. —¿Dónde está belleza mía?

—Fue al hospital a visitar a Tonliu e Aelis. Se metieron en un accidente. Pero gracias a Dios están bien.

Wild dice. Camina hasta ellos para acariciar el cabello de Dreamy.

—Estoy haciendo el desayuno. Puedes sentarte en la mesa con Dreamy. Podríamos ir después del desayuno.

—De acuerdo.— Mew dice.

—¡Pa! Mesa, mesa.— Dreamy dice.

—Vamos a la mesa florecita.

Mew se la lleva. Wild sonríe. Se da la vuelta para seguir cocinando. Mew sienta a Dreamy en uno de sus muslos cuando se sientan frente a la mesa.

—¡Pa! ¿Quieres jugo?— La niña logra decir. Mew se alegra con una enorme sonrisa.

—Mm~, a ver. ¿De qué hay?

La niña entonces cuenta sus dedos mientras redacta los sabores de jugos disponibles: —China, Uva, timón.

—Limón, florecita.

Tóxico(s) 2 • MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora