Diez

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Se están besando apasionadamente cuando Wild dice:

—Espera.

—¿Qué paso, nene?— Yll dice con su cabello alborotado dándole un look sexy.

—Hace frío.— Wild dice con una sonrisa.

—Me parece que no te he calentado lo suficiente.

Yll dice pero Wild lo sostiene de los hombros.

—No. En serio. Tengo frío. ¿Podemos hacerlo en otro lugar?

Yll nota que Wild está temblando. Sus manos están temblando del frío. Él se le queda viendo a Wild con los labios entreabiertos.

—En este momento desearía tener una chaqueta con la que cubrirte.

Él dice. Wild sonríe un poco ante esas palabras. Un auto negro, largo, sospechoso se estaciona tras ellos. La expresión del moreno cambia a una de confusión y desconfianza.

—Tranquilo. Es mi transporte. Me tengo que ir. Espero nos volvamos a ver... Wild.

Yll dice antes de subirse al auto. Wild se queda viendo el auto hasta que este se va.

—¡Wild!

—Wild, ¿dónde estás?

Nosotros vamos gritando hasta que llegamos a la parte trasera del bar  y veo a mi gemelo ahí.

—Wild, estás bien.— Yo corro hacia él para abrazarlo.

—Lo siento por desaparecer así.— Wild dice.

—¡Sí, nos asustaste!— Tonliu dice con un puchero cuando ambos retrocedemos de nuestro abrazo.

—¿No te hizo daño, verdad?— Mew pregunta.

—No. De hecho, se veía muy amable. Fue muy lindo conmigo.

Wild dice en un sonrojo tocándose el labio inferior antes de sonreír. Yo sonrío ante su alegría ahora compartiendo miradas con Mew.

💫

—Se supone que debías montar al gemelo a este auto. ¿Qué parte de secuestrar no entendiste?— El sumiso compañero de Yll le regaña en el auto. Ambos sentados del uno al otro.

—Le diremos a nuestro dominante que se me escapo. Que sus amigos se lo llevaron.

Yll dice. Realmente no quería secuestrar a aquel auténtico muchacho.

—Nuestro dominante no se quedara con esto. Lo sabes, ¿no?

—Da igual.

Yll responde ahora viendo por su ventana. El rubio suspira agotado por la rebeldía del castaño.

Llegan al lujoso departamento de su dominante. No tardan en estar parados frente a su dominante quién está sentado en una silla al lado de su mesa vistiendo pantalones de cuero solamente.

—Dices que sus amigos se lo llevaron antes de que te fueras.

—Así es, señor.— Yll responde.

—Te pedí una sola cosa, Yll.

—Lo siento, señor.

—Bib, te puedes ir. Necesito castigar a Yll.

—Sí, señor.

Tóxico(s) 2 • MewGulf Donde viven las historias. Descúbrelo ahora