REENCARNACIÓN (Intenabo y Volkacio)

Capitulo I

Tengo un amor odio con Wattpad, ustedes me dirán "¿por qué?"

La respuesta es fácil, me tocó volver a crear el capítulo 1 desde cero, todo debido a un fallo que logró eliminar el episodio y para colmo....... el episodio se me perdió del pc, así que ni modo. 🥺🥺

¿Me perdonan si por fallo mío cambio algunas cosas? 😖😖

Si ya leíste este capítulo no lo vuelvas a leer, si quieres esta bien, pero lo hay necesidad ya que si llegan a ver cambios no serán la gran cosa, ni tendrán influencia, ya que sigo la idea principal que llevaba con el capítulo original.

Por último, aprovechando el bug, quería aclarar que las edades que di en la sinopsis las aplicare de aquí en adelante, en otras palabras lo que se vio anteriormente fueron ellos en una versión más joven.

Ahora si empiezo.

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-Aqui tienes tu dinero- decía Gustabo mientras entregaba un fajo de billetes a Emilio -Muy bien pinche joto, nos veremos nuevamente por aquí dentro de poco- y sin decir alguna otra palabra el ahora rubio salió de casa del mexicano.

Tenía mucho camino por recorrer si quería llegar a tiempo a su hogar, pues se encontraba en la zona norte de la ciudad, sin más subió a su Audi amarillo y condujo lo más rápido que pudo hasta llegar a su casa, donde lo esperaba su hermano.

Dejó aparcado el coche en su estacionamiento, tomó las llaves y entró a su casa -¡Horacio ya llegué!- decía el rubio mientras colocaba las llaves encima de una mesa pequeña ubicada en la entrada de la casa.

-¡Gusnabo!¿Por qué te demostraste tanto?, me tenías preocupadisimo tío- decía el chico de cresta euforico mientras iba a recibir a su hermano con un abrazo -cara nabo, recuerda que me toca hacer tu trabajo también ¿recuerdas?- Gustabo correspondió al abrazo.

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Flashback de Horacio y Gustabo

Hace dos meses atrás Gustabo y Horacio se encontraban repartiendo "polvo de angel" en las calles de los Santos, esto a petición de Emilio y de la mafia a la cual estaban ingresando, pero claro ellos no eran los únicos con la idea de repartir droga ese día.

En cuestión de segundos la pareja contraria comenzó a dispararle a los dos hermanos, por suerte lograron escapar ilesos...... o bueno eso creía Gustabo, pues se alarmó al ver cómo su hermano estaba sangrando en el abdomen.

A Horacio lo habían ingresado al quirófano, el de cresta llevaba ahí 2 horas, eso fue tiempo suficiente para que Gustabo mandara un mensaje a Pablito, quien rápidamente llegó a vistarlo.

-¿Qué le pasó al joto ese cabron?- preguntaba preocupado Pablito mientras se sentaba al lado de Gustabo -estabamos repartiendo la mercancía cuando un bando contrario comenzó a dispararnos, Horacio y yo simplemente nos dimos a la fuga, al final me di cuenta de que estaba herido, así que lo traje al hospital- el mexicano escuchaba atentamente las palabras de su contrario, iba a decir algo pero fue interrumpido por un doctor -¡Gustabo Garcia!- rápidamente el rubio se paró y antes de hablar fue interrumpido por el EMS -El paciente Horacio Pérez se encuentra estable, si lo hubiera traído 5 minutos tarde probablemente hubiera muerto debido a la pérdida de sangre, si desea puede pasar a verlo, eso si..... todavía no está despierto- a Gustabo se le heló la sangre de solo pensar que sería de él si Horacio estuviera muerto, rápidamente quitó esos pensamientos de su cabeza y se dirigió a la habitación de su hermano acompañado por Pablito.

Sin hacer ruido ambos entraron a la habitación y se encontraron con un Horacio profundamente dormido, por lo que podían ver, el silencio fue interrumpido por Gustabo -Él no participara más- aquellas palabras dejaron desconcertado al Mexicano -¿Qué vergas acaba de decir usted?- el rubio tomó aire y repitió sus palabras -Horacio no participará más en estas cosas, son peligrosas y no planeo ponerlo en peligro- todo aquello era escuchado por Horacio quien recién acaba de despertar -mira cabron, esta bien si quieres tomar esa decisión, pero deberás cumplir con el trabajo de él también- Gustabo asintió en señal de aprobación -No te dejaré solo Gustabo- dijo Horacio llamando la atención de ambos -esto es cosa de ustedes dos, yo mejor me voy- dijo pablito para después despedirse -No te expondré a más peligro- los dos podían ser tercos si se lo proponían -No te dejaré solo en esto- a Gustabo se le ocurrió algo -esta bien, hagamos algo, si llego a estar en peligro te llamaré para que me ayudes ¿te parece?- Horacio iba a rechazar la propuesta, pero sabía que de una u otra forma Gustabo lo haría acceder a ello.

Fin del Flashback de Horacio y Gustabo

Al ver a su hermano desanimado, Gustabo le propuso ir a Vanilla para despejar sus mentes, Horacio no se negó y rápidamente corrió a alistarse, cosa que igualmente hizo el rubio.

El de cresta siempre solía demorarse a la hora de salir y esta vez tampoco fue la excepción, al final terminó excusándose de que él debía ir a la moda con sus atuendos o trajes.

Ambos salieron en el audi de Gustabo rumbo a Vanilla, en el transcurso del camino Horacio puso la radio en donde sonó "Tusa", ambos jóvenes cantaban a todo pulmón aquella canción, haciendo el camino más animado, no tardaron en llegar mucho al local, pues Gustabo había manejado a toda prisa.

-No tomes mucho que tú eres un mierdas para resistir el alcohol- dijo el rubio a su hermano, para que a final de cuentas esas palabras se fueran a tomar por culo, pues con 3 o 5 copas ambos hombres se encontraban borrachos.

-¿Cuanto te apuesto que si subimos a la tarima, nos aplaudirán más que a las bailarinas?- decía Gustabo mientras sostenía su décima copa de vino en mano -Pero si eso ya lo se, te apuesto 20 k, a él que reciba más dinero en tarima gana ¿te parece?- el rubio solo asintió ante la propuesta de su hermano y sin hacerse esperar ambos fueron tras bambalinas.

-¡Aparta señora!- decía Gutabo a una de las bailarinas exóticas para que le diera permiso -Dejenos demostrarle como se hace esto señorita- Horacio le guiño un ojo a la chica, su entrada fue muy excéntrica, pues tenía una pose de héroe.

Ambos comenzaron a bailar al son de la música mientras comenzaban a quitarse sus prendas de ropa, quedando tan solo en boxers, luego prosiguieron a tomar cada uno un tubo, mientras comenzaban a dar vueltas totalmente exóticas en estos, dejando a más de uno en el lugar con la polla tiesa.

Los silbidos, los aplausos, los piropos y las miradas lujuriosa no se hicieron esperar, sin embargo ninguno de los dos prestaba atención a aquello, pues sus miradas se encontraban fijas en dos personas sentadas frente a la barra, uno de camisa blanca, corbata y pantalones negros, llevaba con sigo unas gafas de sol ocultando sus ojos, aún así Gustabo pudo percibir como aquel hombre lo miraba fijamente.

Él otro hombre poseía una camisa azul oscura, pantalones negros y pistoleras en sus hombros, lo que más le llamó la atención a Horacio fue su cabeza particularmente pequeña en comparación a su cuerpo, pues se apreciaba a simple vista que aquel hombre medía unos dos metros aproximadamente.

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Mientras tanto en la barra se encontraba un grupo de tres amigos -Conway, ¿Qué coño mira?- decía Volkov viendo como su amigo y jefe tenía la mirada perdida en medio de la tarima -Dejelo que disfrute Volkov, que el viejo nunca disfruta nada- Conway apartó su mirada de la tarima y alzando su tono de voz se puso a la defensiva -¿¡Qué coño haz dicho!? ¡Anormal de mierda!- viendo como sus dos amigos peleaban, Volkov dirigió su mirada a la tarima curioso, al final terminó cruzando la vista con el chico de cresta y sin saber porqué no pudo apartar su vista de este, hasta que escucho una voz a su lado -Ire a preguntarle a los tipos esos cuanto cobran- decía burlón Ivanov, provocando que el ruso apartara rápidamente su mirada de la tarima -¡capullo!¡anormal! ¿¡Tú eres tonto!?- fue lo que dijo el superintendente mientras que de la boca de Volkov salió un -¡Komooooooo!-

Ivanov solo siguió tomando sin prestar atención a sus amigos, por otro lado Conway y Volkov dirigieron nuevamente su vista a la tarima en busca de los dos chicos, sorpresa se llevaron a no encontrarlos en esta.