9º ¡La desgraciada vuelaaaaaaaa!

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Hansol realmente penso que las cosas ahora que él había vuelto iban a ser incómodas para los demás, que tendría que ganarse la confianza otra vez de sus amigos y de los menores. Sin embargo no espero que todo fuera igual que como era antes de irse.

Es decir: Un completo desastre.

Pero un desastre del cual hacia parte.

Sonrió algo confundido mientras bajaba las escaleras, viendo a varios de los menores esparcidos en el suelo jugando Monopoly y también a dos de los chinos que -suponía- eran nuevos en la otra esquina de la sala acompañados de Yoonoh, un rubio completamente dormido en el sillón individual y otro pelinaraja en el suelo junto a este.

      
—¡TE ODIOOOOOOO!.

    
Dejo salir una baja risa, divertido con el simple pensamiento de que todo estaba muy silencioso como para ser un viernes luego de las diez de la mañana.

Fijo su vista en los menores, específicamente en Donghyuck, Renjun, Mark y Jisung, siendo el grito del segundo mencionado.

  
—¡Entonces la próxima vez no intentes robar mi Monopoly!.

Vio a Donghyuck fruncir el ceño, mirando con los ojos entrecerrados a Mark, quien se encontraba a su lado.

—Donghyuck. —Llamo el canadiense de forma suave, ganadose un bufido del moreno. —Dale sus doscientos wons a Renjunnie, caiste en su propiedad.

El moreno abrió la boca indignado, negando de manera frenética.

—¡No!. —Gritó, Renjun rodando los ojos frente a él. —¡Esta en la cárcel!. —Señalo, haciendo que el chino le mirará con cara de '¿Y eso que mierda tiene que ver?' —¡No le daré mi dinero a un criminal!.

Vio a Renjun tomar aire, mirando al cielo pidiendo paciencia.

—¡Así no se...—Le miro confundido, viendo como tomaba una bocada de aire, para después levantarse en dirección al moreno. —..JUEGAAAAAAA!.

Reprimio una risa, viendo como ambos chicos empezaban a lanzarse fichas.

Jisung sentado junto a Renjun inclinó la cabeza, mirando al mayor de los cuatro.

—Hyung. —Llamó bajo, ganadose la atención inmediata de Mark. —¿Porque Renjun hyung y Donghyuck hyung pelean?.

El canadiense le miró indignado, lanzandole los dados al pelimorado.

—Cállate la puta boca, Jisung. —Espetó, el chico mirándole confundido. —¡Me robaste mi última casita!.

—¡Desearía nunca haber nacido!. —Gritó Renjun, tirándole un par de casitas de plástico al moreno. Ambos aún en su pequeña disputa—¡Un aborto hubiera sido mejor!.

¡Me Too!. —Gritó Donghyuck, provocando una risa en Yoonoh por su acento y pronunciación en el inglés. —¡¿Crees que yo quería esto?!.

Ambos gritaron, complemente frustrados con el contrario, provocándole una carcajada.

        
Si, todo seguía igual.

  
Negó, volteando a ver como uno de los chinos que se encontraba con Yoonoh pegaba varios papeles en el rostro de su compañero rubio.

No recordaba el nombre del rubio, pero si del chico pelinaraja en el suelo, Yangyang.

Le vio con confusión, siendo consciente de como este parecía bastante entretenido pegando papelitos de color amarillo brillante a lo largo de la nariz, boca y frente de su compañero rubio.

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