•Prólogo•

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Libro #1Abismos Eternos - El atentado

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Libro #1
Abismos Eternos - El atentado.

***
Silencio.

Los susurros y sollozos incontenibles son lo único que sé escucha en muchos kilómetros.

La soledad hace que mis oídos estén alerta. Las ramas muertas de este lugar  crujian debajo de mis pies.

Corría por el bosque de Tósdel, aquel pueblo que me vio nacer y crecer, ahora huyendo por mi vida en manos de él.

Me recosté a un árbol, mis manos tocando lo rocoso de la madera, mi pecho sube y baja de forma incontrolable pidiendo aún mas oxígeno.

Mi espalda contra el árbol.

El cielo ya se nublaba, mis ojos buscaron una salida o una forma de escapar, las hojas ya empezaban a caer, estaría cerca la lluvia.
 
Sentí unas heladas manos rozando mi cuello por detras del árbol, y mi piel se enfrió inmediatamente, corrí hacia otro árbol a unos metros del anterior.

Pidiendo no haber sido vista por ese monstruo. Estuvo cerca todo este tiempo y aun sabiéndolo no pude causarle daño.

Tan decepcionada de haber tomado esa decisión. Todo había cambiado desde eso, ahora corría para salvar mi vida de quien en ese ocaso... me asesinaría.

—Jhalia, ¿estás lista para morir?— su voz en mis oídos, al igual que lagrimas resbalando mis mejillas posándose en mi labio superior.

Escuche sus pasos, el viento estremecía la punta de los arboles del bosque.

Me di la vuelta contra el arbol rozando mi pómulo contra él para asomar mi cara y esperar verlo alejarse de ahí.

Pero no.

A unos cuantos metros me miraba con esa cara psicópata extendiendo una gran sonrisa mientras desenvainaban una daga, la daga negra.

Justo esa daga, la que me recordaba que todo lo que hacemos en esta vida vuelve a nosotros en una forma u otra.

Comenzó a acercarse a pasos lentos mientras asentía. Su rostro, su piel, sus manos, todo estaba ahí, frente a mi. Lagrimas gruesas en mis ojos, descendían como lluvia sobre mi.

Ya no había a donde huir, había llegado la hora.

Lo que temi por tanto tiempo ocurría en el momento menos esperado, era inevitable.

En 1500 años nunca me pregunté qué se sentiría en realidad, morir.

Alonso.

Abismos Eternos © [ Parte 1 Y Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora