Capítulo 23

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Los regalos siguieron llegando a la puerta de los Moon, después del ramo de rosas, siguió la caja de chocolates, un CD con hermosas canciones todas dedicadas a la rubia y un hermoso retrato dibujado a la perfección donde se podía visualizar a una Byul radiante y sonriente. Este último regalo fue el que más sorprendió a la rubia, verse a ella misma dibujada tan detalladamente, y aunque creía que ya no era posible enamorarse más de aquella que firmaba como el amor de su vida, cada detalle que llegaba le demostraba lo contrario.

La señora Jaeyoung por su parte estaba muy intrigada por la avalancha de regalos que últimamente había tenido que recibir en su puerta, todos entregados por el mismo jovencito de ojos ámbar que siempre respondía con la misma frase cuando ella le preguntaba sobre la persona que los enviaba: "No lo sé, la persona solo pidió que le dijeran a su hija que esto lo enviaba el amor de su vida". Para la señora esos regalos los enviaba Yunho, pero la duda de no tener algo que lo comprobara no la dejaba tranquila, en su interior sentía que algo muy raro estaba pasando, se preguntaba por qué Yunho no había ido a visitar a su hija en los últimos días si él se encontraba en la ciudad, ¿Acaso se habían distanciado? Y de ser así, ¿Por qué mandaba tan hermosos detalles y no firmaba con su nombre?, todo esto era muy extraño para ella, varias veces intentó preguntarle a su hija sobre la procedencia de esos regalos y está siempre se salía por la tangente, lo cual no hacía más que aumentar su recelo y sus dudas al sentir que Byul le estaba ocultando algo.

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Era la mañana del cuarto día después del regreso de aquel viaje en el resort Jisan. Byul salía de su habitación en dirección a la cocina donde pensaba prepararse un café, al abrir la puerta se topó frente a frente con su hermano quien también salía en ese momento de su dormitorio. Era la primera vez que se veían luego del viaje ya que este se la había pasado encerrado en su habitación y no salía nada más que para ir al baño, hasta los alimentos los tomaba allí encerrado, era tan fuerte la depresión por la que estaba pasando que ni siquiera le importó faltar a su trabajo, cosa que era muy extraña en él ya que siempre se había caracterizado por ser un hombre cumplidor y responsable de sus deberes. La reacción de Byul al verlo fue agachar la mirada al instante, la culpa de saber que ella era la causante de su sufrimiento la carcomía cada vez que lo recordaba y ahora que lo tenía en frente con esa mirada triste, la culpa se intensificó haciéndola sentir más miserable que nunca.

-Buenos días hermanita-

Al escuchar la forma tan cariñosa como Minhyuk la saludaba solo deseó que la tierra se abriera y la tragara para siempre, ella no era digna de su cariño, no se lo merecía.

-Bue... Buenos días Minhyuk - Contestó con dificultad siendo incapaz de devolverle la mirada.

-¿Vas a desayunar?-

-Eh... No, solo iba por un café-

-Bueno vamos, yo también voy hacia la cocina-

Ella aceptó con la cabeza y siguió en dirección a la cocina mientras Minhyuk la seguía. Su corazón latía acelerado ante la tensión que la cercanía del muchacho le provocaba, de la confianza y la espontaneidad con la que siempre trataba a su hermano ya no quedaba nada, absolutamente nada.

Al llegar a la cocina encontraron una nota de su madre en la nevera.

"Fui al supermercado, no me tardo"

-Oh bien, parece que tendré que desayunar en el trabajo-

Byul alzó la vista y entonces se percató de que Minhyuk estaba vestido con su ropa laboral, esto aunque no disipó su culpa si le causó un poco de alivio, ya que si este había decido ir a trabajar era porque su ánimo empezaba a reponerse.

Mi Querido Amor [MoonSun] CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora