Capítulo 37

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El vuelo hacia Seúl lo sentía eterno, no le fue fácil encontrar un vuelo sin reservación, fue un verdadero milagro que lograra subirse a ese avión el mismo día de aquella llamada, pero ahora solo pedía que esa mujer no le hiciera daño alguno a Yongsun antes de su llegada.

Los nervios los tenía a flor de piel y la ansiedad era insoportable, lo único que quería era llegar a ese momento en que por fin tuviera a Yongsun entre sus brazos sana y salva, sin el temor de que una loca obsesiva y peligrosa pudiera lastimarla.

Llegó al aeropuerto internacional de Incheon únicamente con su cartera y celular, lo único que había recogido al salir de su oficina y lo único que había llevado a aquel viaje relámpago. Fue gracias a eso que pudo evitar la espera de maletas y los incansables filtros de seguridad a los que estas son sometidas.

Se subió al primer taxi disponible que divisó y dio instrucciones de que la llevara al único lugar donde se le ocurría podía encontrarse esa mujer, el apartamento de Yongsun. Tal era la velocidad de ese taxi que solo fue cuestión de 20 minutos para que llegara a su destino, lo cual agradeció profundamente al conductor antes de bajarse acompañado de una buena remuneración.

Ni siquiera se tomó la molestia de anunciarse con el conocido portero del edificio sino que como alma que lleva el diablo fue hasta el ascensor dirigiéndose al piso 7, corrió hasta la puerta 710, movió la manija y grande fue su sorpresa cuando esta abrió inmediatamente sin problemas. El miedo de lo que pudiera encontrar allí dentro era inmenso y aun así intentaba controlarlo porque si había algo que no podía permitirse era acobardarse.

Ingresó a la vivienda sin percibir rastro alguno de la pelinegra, pero un cúmulo de recuerdos vino inmediatamente a su memoria como si los hubiese vivido ayer. Aquel sofá donde juntas compartieron el día en que la visitó por primera vez, la bella foto ubicada en la mesa de centro donde se veía a la pequeña feliz junto a sus padres, la cocina donde Yongsun vestida de manera provocativa le preparó aperitivos, todo estaba intacto como su memoria lo recordaba, pero no veía lo más importante, a ella.

Con prisa empezó a buscarla por cada rincón del apartamento, pero su estrés se intensificó al constatar que allí no había nadie más que ella misma. Con ese descubrimiento sus opciones se agotaron de manera intempestiva, ¿Si Dahee no tenía a Yongsun en ese lugar donde más podría tenerla?

Caminaba de un lado a otro completamente desesperada, intentaba analizar sus opciones pero ya su cabeza no las hallaba, estaba aturdida, frustrada, cansada.

Respiró profundo y se sentó en el sofá de la sala con el deseo de tranquilizarse.

Su mente se esforzaba en encontrar opciones que la condujeran hasta Yongsun, no era mucho tiempo el que tenía así que cualquier cosa que iba hacer tenía que hacerla rápidamente.

Miraba a lo lejos cuando recordó algo que le devolvió las ideas, sacó su celular del bolsillo, fue directamente a la agenda de contactos y se detuvo en el que tenía el nombre Kim Yongsun, ese número telefónico era ahora su única opción, marcó con la esperanza de que su llamada fuera contestada cuando al poco tiempo la inconfundible voz volvió a resonar en sus oídos.

-Vaya, ya esperaba tu llamada querida Byul-

-¿Dónde estás?-

-¿Dónde estás tú?, te recuerdo que queda poco para que venza tu plazo-

-Ya estoy en Seúl-

-Oh pero que obediente, así me gusta-

-¡Maldición Dahee no juegues conmigo! ¡¿Dónde demonios estás?!-

-Uy pero cuanta ansiedad tienes de verme. Está bien, ven a buscarme al Olvido, un lugar que tú y tu adorada Yongsun conocen perfectamente-

-Voy para allá-

Mi Querido Amor [MoonSun] CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora