Le agradeció al chófer una vez salió del Taxi, aquel salió de su vehículo y sacó la maleta de la joven pelinegra entregándole la misma en la mano que ella tenía libre, el hombre inclinó su cabeza y se metió dentro del auto para así marcharse del lugar. Haruka observó desde aquel sitio la enorme residencia de aquella mujer quien en un tiempo atrás fué amiga de su difunta madre, sintió la melancolía invadir su ser; Sujetó su maleta con firmeza y comenzó a caminar hasta llegar al portón.
— Este lugar es enorme...- Exclamó en voz baja, para que solo ella fuera capaz de oírlo, apretó el botón del ascensor y justo antes de que éste se cerrara una mano impidió que siguiera su rumbo, era un joven adulto de cabellos naranjas, vestía un terno negro.— Ah, lo siento, ¿Y tú eres?- Habló, su respiración estaba algo agitada, se notaba que había corrido para llegar aquí. Haruka miró las manos propias y suspiró, le volvió a encarar y aquel muchacho sintió como si la doncella frente a ella le estuviera observando el alma con aquellos ojos almendrados que poseía.
— Mi nombre es Tachibana Haruka, es un placer conocerlo.- Su voz salió suave, cual viento en primavera, realizó una leve reverencia la cual fué correspondida por el mayor con algo de torpeza. Ya había oído hablar de ella.
— Asahina Natsume, igualmente es un placer, Tachibana-san.- La joven de ojos morados negó ante lo último, por primera vez esbozó una sonrisa (Aunque esta fué tenue.) Y le comentó que podía llamarla por su nombre, las formalidades no eran necesarias. — Entonces, tú también llámame Natsume.- En un inicio el joven se preguntó quien demonios era esta jovencita, pero recordó el porqué había hecho un espacio en su agenda para ir a casa de sus hermanos. "Una muchacha irá a vivir con ustedes, su madre falleció hace poco, y como era muy amiga mía he decidido cuidar de ella" fueron las palabras de su progenitora, pero la verdad no le extrañó viniendo de ella, tampoco le sorprendería el hecho de que esta decidiera adoptarla en algún momento.
— Natsume-san, ¿Se va a quedar en el ascensor?- Le sacó de las nubes, el mayor abrió sus ojos y negó, salió del ascensor yendo así a la sala, donde varias personas yacían en la mesa esperándoles.
— Usted debe ser la señorita Tachibana, soy el mayor de los hermanos, Masaomi. Es un placer.- Ambos se inclinaron en señal de respeto mutuo, nuevamente Haruka se presentó esta vez ante todos y uno a uno fueron diciendo sus nombres. Pero hubo cierta persona quien llamó su atención, quizás se debía a que era la única mujer del lugar.
— "A partir de ahora estoy bajo tú cuidado..."- Hablaron al unísono, se miraron sorprendidas y rieron con gracia. En aquel instante Haruka pensó en que ambas se llevarían bien, parecía una jovencita muy agradable.
. . .
El almuerzo fue gratamente animado, algunos integrantes de aquella numerosa familia le hicieron preguntas algo indiscretas, recibiendo así el regaño de sus mayores. Cuando todos terminaron de almorzar la joven pelinegra se disculpó para luego levantarse de su asiento, se dirigió a un sofá en el cuál encontró una fina caja de cartón que contenía en su interior unos hermosos cupcakes. Los ojos del menor de los Asahina se iluminaron, algunas caras curiosas no se hicieron esperar.
— ... Por favor, acepten este obsequio de mi parte. Realmente estoy agradecida con ustedes.- Le extendió aquella caja al segundo hijo mayor, inclinó su cabeza en agradecimiento y sintió como su cintura era abrazada. Era Wataru, el menor de todos.
— ¡Nee-san es tan linda!- Apoyó su mentón en el estómago de la mayor, ella, algo aturdida, reaccionó agachándose a la altura del niño de cabellos rosados, despeinó un poco sus hermosos cabellos similares al algodón de azúcar y le regaló una sonrisa sincera.
Haruka antes trabajaba en una pastelería, siendo más exacta, desde sus diecisiete años; es una época que aún recuerda con melancolía.
Actualmente tiene veinte años recién cumplidos, siendo así mayor de edad. Preguntas que fueron respondidas durante el almuerzo.
— Moo~ no es justo que solo Wataru-chan reciba un abrazo, ¡Yo también quiero!~.- Un Albino rodeó a la fémina con sus largos brazos fundiéndose así en un abrazo, el pequeño niño yacía en el medio de los dos, siendo aplastado por su mismo hermano. Haruka iba a hacer algo para sacárselo de encima, estaba preocupada por el pequeño niño que posiblemente estaba siendo asfixiado, pero no fue necesario; su gemelo de cabellos negros cual noche le dio un derechazo en la cabeza librando así a ambos jóvenes de aquella prisión.
— Perdónalo, a veces Tsubaki suele ser muy imperativo, ¿estás bien?- La doncella hizo un sonido en modo de afirmación, asintió con su cabeza y volvió a acariciar el cabello del niño quien muy gustoso recibía los mimos que se le eran dados.
— Lamento todo el inconveniente, aceptamos muy gustosos su presente.- Comentó un amable rubio de ojos azules, fue a la cocina a guardar los cupcakes y cuando volvió le pidió a Ema que la guiara a su habitación, esta era un piso más arriba que el de ella.
— Son muy agradables, ¿verdad?- Dijo una castaña risueña, estando en el elevador Haruka le miró y asintió en respuesta, era una chica de pocas palabras, recién le estaba conociendo.
— Es la primera vez que voy a convivir con tantas personas, sin embargo, todos fueron muy amables conmigo, muchas gracias.- Ema negó cuando la fémina frente ella se inclinó en su presencia, había notado que era una chica muy educada, formal y madura. Realmente actuaba como una hermana mayor, sonrió ante aquel pensamiento.
— Yo estoy muy feliz de que Tachibana-san vaya a vivir con nosotros, espero de todo corazón que estés a gusto aquí.- Al igual que con Natsume, Haruka le pidió que le llamase por su nombre, la castaña aceptó y bajaron del ascensor una vez llegaron al piso de la mayor.
La habitación era de un tono lila, dándole un toque inocente pero a la vez maduro. Le comentó que esta antes era la habitación de huéspedes, pero fue remodelada una semana antes de su llegada. Antes de que la menor saliera de su ahora habitación, le sujetó de la muñeca con delicadeza.
— Me agradó conocerte, seamos amigas.- Fue directa con sus palabras, los ojos de Ema se abrieron para después sonreír con melancolía. Ella siempre había estado sola, cuando llegó a la casa de los Asahina como una hermana más pudo sentir una calidez que antes difícilmente sentía. Sin embargo, ahora tener a una mujer en su familia le traía alegría a su ser, aunque en la universidad hablaba con varias chicas, no se consideraba especialmente cercana a ninguna. Pero al ver a Haruka... fue como tener aquella hermana mayor con quien soñó tantas veces de pequeña; Ema con las mejillas sonrosadas asintió soltando un "Sí", se sentía cómoda a su lado.— Ahora voy a arreglar mis cosas, ¿podemos hablar en la noche?- Prosiguió, se despidió de ella para posteriormente ver como esta se iba de su habitación. Suspiró contenta y acarició la cómoda que yacía a su derecha, como si esta fuera hecha de cristal.
"Es un ambiente muy cálido, familiar. Madre, ya no estás conmigo, pero aún así te tengo en mi corazón. Gracias por seguir cuidando de mí a pesar de todo."
Lo primero que hizo fue poner la foto de su difunta madre en su mesa de noche, posteriormente, procedió con la ropa.
...
Por otra parte, una feliz castaña se estaba dirigiendo de nuevo a la sala, se había olvidado su celular. No obstante, una voz llamó su atención.
— ... ¡Exacto!, ¡Haruka-chan es muy hermosa! Ah~, creo que podría enamorarme de ella.- Habló Tsubaki, miró el suelo para cambiar su expresión a una más indecisa. No estaba celosa, ni mucho menos enojada; Estaba genuinamente preocupada por Haruka.
Otro conflicto podría dar inicio.
-Bella
Es mi primera historia como tal, espero sea de su agrado.
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Under the rain.- Brothers conflict fanfic.
Fanfic"𝐄𝐧𝐭𝐨𝐧𝐜𝐞𝐬 𝐬𝐞𝐧𝐭í 𝐥𝐚 𝐥𝐥𝐮𝐯𝐢𝐚 𝐞𝐦𝐩𝐚𝐩𝐚𝐫 𝐦𝐢 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨, 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐭𝐞 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐛𝐚 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐡𝐚𝐫 𝐥𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐢. 𝐅𝐮𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐠𝐚 𝐲 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐳; 𝐝𝐮𝐥𝐜𝐞...