Capítulo 9.- "Ese idol..."

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La fémina de negros cabellos agradeció por la comida una vez terminó de comer, observó a Iori quien estaba sentado frente ella, y verlo comer con aquel rostro sereno le hizo sonreír

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La fémina de negros cabellos agradeció por la comida una vez terminó de comer, observó a Iori quien estaba sentado frente ella, y verlo comer con aquel rostro sereno le hizo sonreír.
Aquel acto no fué ajeno al dueño de su visión, este le respondió exactamente con una igual, como si fuera un pequeño juego entre ambos. Pensar en eso le pareció cómico, puesto que volvía a sentirse como una niña de primaria.

Después de aquella confesión por parte de Subaru, Haruka no sabía aún que responder ante aquellas palabras. Le estimaba mucho, pero sentía que no podía decir con honestidad que era amor lo que habitaba en su interior.

Ema y Yusuuke se habían ido juntos a la universidad, y la joven de orbes violetas no tenía nada más que hacer puesto que ese día no tenía clases. Cuando todos finalizaron de almorzar, Haruka se levantó de su asiento y comenzó a recoger los platos sucios para posteriormente lavarlos con cuidado. Como suponía, Ukyo estaba ocupado con un nuevo caso, Masaomi estaba con el trabajo. Y en la residencia solo quedaban: Iori, Louis, Tsubaki, Azusa y Kaname.

Sintió como unos brazos la rodeaban y por instinto su espalda de arqueó en señal de sorpresa por el repentino contacto físico, al ver por el rabillo del ojo que se trataba del albino, suspiró rendida y relajó su cuerpo.

     — Me asustaste, pude haber dejado caer un plato.- Reprochó. Terminó de secar aquel plato ondo para así dejarlo en su lugar, Haruka era una mujer que solía darle igual el contacto físico, en especial conociendo aquella actitud tan liberal que Tsubaki poseía. Era muy coqueto.

     — Ah~ siento como si estuviéramos casados, y que mi linda esposa cocina solo para mí y me consiente.- El albino cerró los ojos al hablar, se abrazó a si mismo y comenzó a imaginar aquel escenario en su cabeza. Haruka rodó los ojos divertida y no le prestó atención, siguió secando los últimos utensilios con cuidado y al finalizar colgó la toalla en la baranda del horno.

     — Sí, sí. Como digas, Tsubaki-kun.

El antes mencionado fingió una expresión de dolor, pero después para aminorar la atmósfera comenzó a reír.

    — Que cruel eres, lo digo enserio~

   — Fingiré que te creo...

Se cruzó de brazos al hablar, el albino abrió los labios para hablar pero el tiembre les sacó de aquel pequeño mundillo que se había formado entre ellos. Fué Iori quien abrió la puerta, y haciendo su entrada triunfal ingresó el segundo hermano menor de los Asahina: Fuuto.

     — ¿Me extrañaron? ¡Ja! Por supuesto que lo hicieron. Pero lamentablemente no tengo tiempo para personas como ustedes.- La primera impresión que tuvo Haruka ante la actitud del menor, fué que era un niño malcriado. Emma le había contado un poco sobre él, y sabía que era alguien muy egocéntrico y con aires de superioridad.

Tsubaki sujetó su nuca molesto por la interrupción, se acercó al idol y revolvió sus cabellos solamente para molestarle. Fuuto chilló y comenzó a maldecir tanto en inglés como en japonés, con sus dedos peinó sus cabellos y al notar la presencia de Haruka arqueó una ceja y se acercó a ella.

     — Oh por Dios, eres tan...- La pelinegra alejó un poco su cara de él, este estaba comenzando a invadir su espacio personal. — ... Fea.

Terminó de decir, por un instante Iori (quien estaba viendo la escena) pensó que el menor diría que Haruka era muy bonita, sin embargo se equivocó al pensar en semejante cosa. Se mantuvo espectante ante la reacción de la fémina.

     — Eres un malcriado...- Respondió Haruka, a la vez que estiraba su brazo izquierdo para así jalarle de la oreja con fuerza, tal cual haría una madre con su hijo que acababa de comportarse mal, y es que el simple hecho de ser tratada como alguien menos, le parecía inhumano. Haruka no tenía tapujos, decía lo que pensaba y así se sentía bien, los gemelos, Kaname (quien leía el periódico en el sofá) y Iori se rieron sin poder disimularlo. El menor se sonrojó de la vergüenza y quitó la mano de la mayor con brusquedad.

    — ¡Te acordarás de esto, fea!

Y se fue a su habitación botando humos por la cabeza.

El ceño de Haruka estaba fruncido, pero al verlo marchar volvió a su expresión neutral de siempre.

    — Ese idol...- Peinó sus cabellos hacia atrás en un claro signo de estrés, según había hablado con Emma, Fuuto era un chico que solía actuar de forma irrespetuosa incluso con sus hermanos mayores. Finalmente se despidió de los presentes y mientras agarraba su bolso, salió a una librería no muy lejos de donde estaba.

Debía recojer algunos libros sobre el arte contemporáneo, también sobre William Shakespeare, un escritor mundialmente reconocido. Como actividad en su grupo de teatro, debía actuar una escena representando un monólogo sobre cualquier tema.

Pensar en aquello le hizo suspirar, y cuando salió de la tienda con una bolsa en mano, sintió como su hombro era tocado con algo de timidez.

     — Haruka-san, ¿Necesitas ayuda?- Le regaló una sonrisa el joven de cabellos plateados, Haruka le respondió con una igual y negó con la cabeza, estaba bien por su cuenta.

    — Gracias, pero no es necesario...

   — ... Justo estaba a punto de ir a tomar algo, ¿Me dejarías invitarte una bebida?- Haruka abrió ligeramente sus labios para hablar, sin embargo de su boca no salió nada, solo se formó una sonrisa de costado. A ojos de Haruka, aquel joven era alguien quien guardaba algo en su corazón, su pasado quizás, y que Iori no podría avanzar hasta que aquella carga por fin cesara.

¿Qué era lo que le atormentaba?

La curiosidad le estaba carcomiendo.

Quizás era su instinto de no querer dejarlo solo, porque ella sabía a la perfección lo que era vivir en soledad.

Cuando llegaron a una pequeña tienda, se dirigieron a la sección de bebidas y tomó una Coca-cola con sabor de Sakura, el envase le pareció bonito. Iori escogió un té enlatado. Pagaron las bebidas sin embargo un empaque de papas fritas llamó la atención de la menor, decidiendo por fin comprarlas para Emma. Una vez fuera, se sentaron en unos bancos para así disponerse a tomar sus respectivas bebidas con tranquilidad.

      — Haruka-san... ¿Te gusta alguno de mis hermanos?- Ante aquella interrogante se quedó estática, sin saber que responder. Fué algo muy repentino, pero al igual que ella, Iori era alguien muy directo.

    — Uno no manda a su corazón, el amor puede ser como la lluvia de verano; repentino, inesperado.- Dió un sorbo a su bebida, mostrándose apacible, tranquila. Sus palabras no eran una negación, pero tampoco una afirmación y es que aunque ella creyera en el "amor a primera vista" era algo muy raro que aquello sucediera.

     — Entiendo, eres... Alguien muy honesta.- Suave como siempre, su voz era como una gentil caricia a sus oídos. Iori no solía hablar en las cenas familiares, era un joven más de oír que de palabras. Pero cuando sintió algo húmedo en su frente, sus ojos se abrieron demostrando así la sorpresa que sintió ante aquel repentino actuar.

Iori le había besado la frente.

Se sintió frío debido a la baja temperatura de su bebida, era fresca.

      — ¿Iori-san?

      — Tú frente es cálida.

Volvió a besar la zona con cariño, algunas miradas indiscretas estaban sobre ellos, y es que aunque no había mucha gente, aquella escena era tan tierna que no pasaba desapercibida por las personas que pasaban por ahí.

      — Tenme en cuenta.- Le observó a los ojos al hablar, Haruka se quedó callada pero asintió con la cabeza, el mayor le acarició la cabeza y sujetó la bolsa de la menor para comenzar a caminar.

Haruka fué detrás de él.



           — Bella

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Under the rain.- Brothers conflict fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora