Alan: La broma de París

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En nuestra historia ha habido de todo: viajes, travesuras, conciertos, firmas, videos, pero cada uno tiene sus momentos favoritos dentro de la banda.

En situaciones de crisis es cuando te das cuenta de qué tan fuerte puede ser cualquier relación, incluso ésta, la que llevamos los cinco. Recuerdo que una ocasión tuvimos que dar un concierto muy grande, pero sólo contábamos con cuatro días para ensayar, grabar promocionales, dar entrevistas y hacer mucho más cosas. Literalmente parecíamos unos locos. Estábamos en un salón de baile y Alonso estaba hincado en un rincón - estoy seguro que rezaba o algo así -. Bryan se hallaba en otro extremo, recargado sobre una pared de espejo y con una mirada fija al techo; movía la cabeza una y otra vez hacia atrás...¡Cómo si se estuviera golpeando o en estado de shock! Jos y Freddy parecían leones enjaulados caminando de un lado a otro, y a ellos no es común verlos así. Yo no estaba mejor que ninguno, sentía ansiedad y hasta ganas de llorar por tanta presión por hacer las cosas bien. Parecía una pesadilla y al vemos a todos sólo podía decirme:"¡Esto no puede estar pasando...¿Que vamos a hacer?!".

No sé cómo explicarte con palabras, pero los nervios son muy impresionantes y es muy difícil de controlar esos pensamientos negativos:"¿Y que tal si algo sale mal?,¿Y si no me muevo de mi lugar cuando debo hacerlo?". Pensaba:"El público quiere ver un espectáculo increíble y parte de esa responsabilidad está en mi, los fans no se pueden ir después de ver un show que no los deje satisfechos, que no les guste". Además, ya habíamos tenido varias presentaciones y l@s coders no podían pagar por un show que ya habían visto, debía ser diferente, más grande y espectacular. Pero en esos momentos de estrés como el que les cuanto es cuando aparece el "espíritu CD9": nos juntamos los cinco y empezamos a hablar, a echarnos porras, a mentalizar que todo va a salir bien y que debemos dar un concierto con todo el corazón. El poco tiempo que tuvimos  para practicar lo ocupamos al máximo, h aún cuando habían terminado los ensayos oficiales, nosotros seguimos practicando en los camerinos o de estuviéramos. Justo al terminar ese show nos sentimos muy felices porque no hicimos muy bien, todo ese estrés que nos estaba matando se convirtió en energía que ocupamos en el escenario. En el backstage no dejábamos de hablar de lo emocionante que fue:"¿Viste que si hice ese paso?,¿Te diste cuenta que no se me olvidó tal cosa?". Terminabamos abrazados, brincando de la emoción. Tengo esa fotografía en mi mente, para mí fue uno de los mejores días de CD9.

Pero para nuestra fortuna, así voy tenemos una dosis muy fuerte de estrés, la tenemos de diversión y de experiencias que jamás imaginamos. En mi caso, viajar a París me parecía algo irreal, esa ciudad siempre la imaginé como escenario de cuento, como un mundo mágico. Era la primera vez que salía de México y que viajaba han lejos de mis amigos m cuando me enteré simplemente no lo podía creer,  y sí le pregunté a nuestro manager:"¿Es en serio?,¿No es broma?". Me tuvo que dar una larga explicación para que me cayera el veinte:"si,es real. Están nominados en una categoría de los Melty Future Awards 2015 y bla,bla,bla". No fue suficiente, pues un estando arriba en el avión seguía incrédulo. Iba sentado junto a Alonso y le dije:"¿Te imaginas que esto fuera un simulador y nos estuvieran jugando una broma?,¡¿Que tal si ahorita que salgamos nos están esperando un buen de reporteros con cámaras para decirnos que esto es un chiste?!". Durante las doce horas y media que duró el vuelo me la pase como ido,estuve sentado sin decir nada, no me paré en ningún momento,vaya,ni al baño. Me la pasaba queriéndome dormir para que el tiempo pasara rápido. Alonso llevaba un libro súper grueso y recuerdo que cada que dormitaba y despertaba lo primero que hacía era ver cuánto había avanzado en su lectura y así saber más o menos cuanto faltaba para llegar, ja.
Cuando bajamos del avión olía diferente, hacia demasiado frío, había gente de diferentes razas y además había letreros en francés...¡Si estábamos en París! A partir de ese momento todo fue asombroso, pero la mayor sorpresa de todas fue ver la Torre Eiffel. No sé si a ti te pase, pero cuando no conozco algo empiezo a imaginar cómo será, y eso me pasó con esa construcción; yo la imaginaba tan alta como el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México, pero nada que ver: la Torre Eiffel es gigantesca, enorme, impresionante.

Recuerdo un día, estando en París, nos quedamos de ver los cinco a las seis de la mañana para aprovechar al máximo el tiempo; era tan temprano que ni siquiera había salido el sol. Nos encontramos una pequeña cafetería, compramos donas y chocolate caliente y después  caminamos sin rumbo y simplemente platicamos. Después de un par de horas regresamos para estar a tiempo para cumplir con la agenda, pero no sin antes darme valor de disfrutar de un momento, un panecillo, una bebida y un lugar en compañía de quienes son importantes para ti.

Capitulo dedicado a:
Beckyback

CD9 - Nuestra Historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora