Realmente nunca tuve un problema grave en la escuela, pero si hubo muchas aventuras divertidísimas. Recuerdo que, cuando eran de moda los tazos de Pokémon, llegué a tener una colección enorme, al igual que todos mis amigos. Un dia la profesora nos los quito y los guardo en su locker porque porque le enojo mucho que estuviéramos jugando en clase. Amaba esos tazos así que estaba decidido a recuperarlos.
Sabía que la única manera de lograrlo era demostrándole a mi profesora que había aprendido la lección. Así durante un buen tiempo, me esforcé mucho y no dije ni pío en clase. Todos mis amigos intentaban distraerme pero yo ¡Era una estatua!
Al paso de un mes, que sufrí como una eternidad, mi profesora valoró mi esfuerzo y un día me pidió que la esperara unos minutos antes de salir al recreo. Yo pensé que ¡Volvería a regañarme por alguna otra cosa! Pero, para mí sorpresa, me dijo que me había portado muy bien y como recompensa me regresaba mi colección de tazos. ¡Fui el mas feliz del planeta!
Cambios extraños
Cómo te habrás dado cuenta, cuando yo era niño todo era diversión, sonrisas, fiestas de cumpleaños, juegos y amigos hasta que - ¡No sé porque tiene que ser así! - la etapa que te facina jugar escondidas se acaba - aunque, ahora que lo pienso son muy divertidas, alguna vez lo voy a intentar de nuevo -. En la escuela practicaba muchos deportes, jugaba, tenía hobbies, amigos... ¡Todo! Después me preguntaba:"¿Y ahora que sigue? Ya me cambié de escuela, ¿Que más? Ya practique otro deporte,¿Y luego?".
Digamos que no tuve una adolescencia muy tranquila. Además de la confusión y dudas que trae consigo esa etapa - cambios físicos y mentales -, también me enfrente a algo muy fuerte: la tanatofobia, que es un miedo excesivo a la muerte, propia o de alguien que amas. No sabes lo feo que es tener miedo todo el tiempo (Nota: yo estoy pasando por lo mismo) vivir esperando que pase lo peor, sintiendo palpitaciones y sufriendo insomnios, ¡Es horrible! Cómo esa fobia, los pensamientos acerca de la muerte están en tu mente siempre. Lo que me pasaba era que no podía platicar con alguien porque el pensamiento de la muerte me distraía, no me dejaba concentrarme en lo que la persona decía. Durante un ataque de pánico, por ejemplo, podía sentir como si estuviera a punto de morir, y ¡Es espantoso! Las personas que como yo padecen este miedo viven con un temor que altera por completo su vida. Afortunadamente ya lo supere, pero en esa etapa me daba miedo disfrutar de las cosas porque pensaba que no tenía caso si de todas formas iba a morir.
En medio de toda esta angustia, un día tuve un presentimiento muy poderoso y me dije:" No te preocupes, ya estás aquí en este mundo, estás vivo, ¡Ahora esfuérzate!". Entonces comencé a ver la vida como lo más valioso, grande e importante, y decidí hacer algo que perdurará en este mundo y no conformarme con el recuerdo que amigos y familiares pusieran conservar de mi. Necesitaba con urgencia dejar una huella en la Tierra y así decreté: " No quiero irme sin haber dejado un mensaje, una enseñanza". Ante mi deseo auténtico de trascender y de tener claro que la vida es muy corta, ¡Las cosas empezaron a cambiar!
Esos pensamientos me llevaron a buscar más experiencias afuera, no solo en una colonia, no solo en una cuidad o estado. En internet también siento mi deseo de explorar y de querer hacer las cosas que veía; por eso a los 16 años me salí de mi casa. Se que suena raro, pero cuando lo hice, estaba muy decidido. La idea de fue generando en mi cabeza, deseaba hacer mis propias cosas con mis propias herramientas y mis propios medios. Necesitaba expeimenrar, vivir mi tiempo aquí en la Tierra. No me gusta a eso de pasarla bien un rato en la escuela, tener ciertas horas para ir al parque, divertirme y después regresar a los deberes.
Ahora que lo escribo, veo que ahí estaba parte de mi enojo: en los horarios, porque no lograba ajustarme a ellos. Además, luego del divorcio de mis papás nos mudamos a Toluca, dónde mi mamá planeaba iniciar de nuevo su vida. El problema fue que a mí no me gustó estar allá, así que un día le dije que me aburría mucho y que quería regresar a la Ciudad, porque también estaba buscando algo que me llenará. Obvio a ella le dolió muchísimo mi decisión, me dijo que no lo hiciera, pero yo no iba a cambiar mi forma de pensar.
Aguante solo un mes ahí y un día agarré mi mochila, tome un autobús y me dirigí a la Cuidad de México. Cuando llegue a la colonia en la solía vivir, ¡No tenía en dónde pasar la noche! Por suerte, mi madrina me invitó a vivir con ella y me prestó una pequeña habitación que tenía en su garaje. Ahí me sentía las seguro y listo para emprender nuevos planes. ¿Saben por qué ese primer día no sentí miedo, sino emoción? Porque estaba viendo las cosas como una aventura y no dejaba de repetirme:" Decidiste esto y te vas a enfrentar a muchas cosas, pero vas a lograrlo". Nunca lo vi como algo malo, sino como el inicio de mi superación. Sabía que era el primer paso para lograr mis objetivos, nunca hubo un sentimiento que me hiciera decir:" Ay, que hago aquí solo" o algo parecido; al contrario, pensé:" Ya estoy viendo por mi y por lo que quiero".
No tan rápido
Al dejar la casa de mi mamá tuve que hacer muchas cosas que no imaginé. Dejé muchas cosas de mis pertenencias en mi casa, pero no las necesitaba, solo cargue con lo indispensable. Recuerdo que en mi mochila siempre traía un libro y dulces. Cómo regrese a la misma calle en dónde vivía, me encontré lo mismo: la misma gente, amigos y mi familia, pero yo ya no tenía casa. Pensaba cuánto tiempo quedarme con mi madrina, lavaba autos para conseguir dinero y viajaba de Ride. ¡Pero no te confundas!, Mi vida no era la de un vagabundo, nada de eso. De hecho algunas personas a quienes les he contado parte de mi vida no la han entendido bien y ne siguen diciendo:"Ay, eras un pobrecito" o "Eras un vagabundo". Pero no, lo cierto es que yo solamente quería explorar mi tiempo en este mundo.
En alguna ocasión, mientras caminaba encontré un parque acuático y me hice amigo del vigilante, quien me permitía acompañarlo a sus rondines. ¿Se imaginan?, Parece como de una película, ¿No? Un día como si cuánta de que ahí todavía vivían unas focas a las que habían dejado solas en ese lugar... ¿Que qué? Si, las pobres estaban enfermas de la piel, las habían abandonado. Ya estaban construyendo un edificio ¡Y ellas seguían ahí! Las visitaba seguido, les llevaba pescado para que comiera, las sacaba y les echaba agüita en el cuerpo. Quería ayudarlas y que tuvieran lo mejor posible, u un día finalmente las rescataron... Fue una gran aventura, algo de verdad especial, digno de ser contado, pero en ese momento no tenía a quien decirle, porque estaba solo.
Valerme por mi mismo me hizo madurar muy rápido y darme cuenta de que en la vida hay cosas buenas y malas. Pero lo más duro de enfrentar fue la soledad. Entendí que soy un espíritu libre, no puedo caer en la misma rutina porque empiezo a sentirme asfixiado. Necesito de anécdotas como está para que llenen mi vida; de lo contrario, una vocesita en mi cabeza empezaba a decirme:" Ya muevete, ¡A otra cosa!".Y hasta aquí Freddy Leyva, esperen al siguiente Cedesnueve.❤️
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CD9 - Nuestra Historia
PertualanganCINCO CHICOS UNA BANDA MILLONES DE CODERS Pocas veces somos testigos del surgimiento de un fenómeno que traspase fronteras, y eso es lo que Jos, Alan, Alonso, Bryan y Freddy se han convertido al dar vida a CD9. En este libro oficial, los chicos nos...