The son of Eros ♡ || Yoonmin

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Los pies de Jimin se mecían mientras se cumpliaba en el columpio de su casa, apenas si tocaba el césped con la punta de sus dedos. Ahí, mirando el cielo se torturaba mentalmente con una de las preguntas más frecuentes en su mente; ¿Cuando podría salir de su casa?, todos los días de su vida se preguntaba lo mismo. Seguiría pensando en su miserable vida, pero escuchó el llamado de su padre.

— ¿Si? ¿Qué pasa?— Dijo al ver a su padre con un semblante más serio de lo normal, rara vez su padre era así, solía ser muy cariñoso y extrovertido con el.

— Zeus nos ha dicho a todos los dioses que debemos reportarnos en el cuartel general, la humanidad está sufriendo un gran caos, están en plena segunda guerra mundial.— Entrelaza sus propias manos y mira fijamente a su hijo.

— ¿Para qué quieren al dios del amor en plena guerra?— Dijo el inmortal más pequeño de los dos sin pensar mucho en sus palabras y a quien se las estaba diciendo.

—¿¡Cómo qué para que?! ¡que haya una guerra no significa que el amor deje de ser importante!- El dios alzó la voz y sus mejillas se enrojecieron más de lo que normalmente se encontraban a causa de la molestia que le generó las palabras de su propio hijo. Se calmó un poco y siguió hablando.— Bueno, pues el punto es que no voy a poder estar en casa por un largo tiempo, además la orden de Zeus y de todos los concejales es que todos nuestros hijos sean enviados a las escuelas mayores.

La escuela mayor era para los hijos de los dioses más principales y importantes, y aunque fueran pocos habían tres instituciones, cada una dedicada a cada uno de los dioses originarios, Zeus, Poseidón y Hades. Ocupaban sólo una, pero el oráculo ya había predecido que algo así podría pasar.

El único pensamiento de Jimin era; "Voy a poder salir", se sentía tan alegre de que por fin podría conocer a chicos y chicas de su edad, bueno, si conocía a uno, Jungkook, el hijo de Hades y perséfone, lo veía sobre todo en verano cuando su madre subía al olimpo, él le contaba las cosas que pasaban a fuera y como era de estresante cambiarse de escuela a mitad de año.

— Irás a la de Hades, esta designada para chicos de tu edad, ya sabes como tienes que ocupar tus lentes de contacto, también te diseñe estas gafas por si te pierden los de contacto.— La sonrisa del rubio menor era imborrable, realmente le importaba muy poco las cosas que tuviera que usar, realmente le asustaba algo su don, sentía que nunca alguien se enamoraría de él por ser él, pero esas preocupaciones no existían en este momento.

Apenas su padre terminó de explicarle todo lo necesario y que quizá podría salir los fines de semana de la escuela -ahora internado- Jimin corrió a hacer sus valijas, algunas Ninfas lo ayudaron, después de eso se pasó todo el resto día ansioso para que llegase el día de mañana, apenas dieron las nueve de la noche se durmió casi al instante que su cabeza tocó la almohada de algodón.

Bastante temprano en la mañana saltó de su cama y fue a bañarse, se arregló más de lo normal, era su primer día asistiendo a su escuela y quería verse muy presentable, ya le había enviado una foto a Jungkook, él le dijo que estaba exagerando pero a Jimin le importo muy poco lo que dijese, el brillo labial en sus labios lo hacía ver más lindo de lo que ya era, porque Jimin era precioso, no era mentira el rumor de que era tan lindo como afrodita.

Jungkook también estaba emocionado, era la primera vez que vería en invierno así que quedaron en que se irían juntos para poder emocionarse juntos, Jungkook no era una persona muy expresiva pero como conocía a Jimin desde muy pequeño parte de la personalidad que le había entregado su madre salía a flote.

Eros de despidió con todo el dolor de su alma de su hijo, verlo partir en el auto de Hades quizá fue lo más doloroso que vivió en su inmortalidad.