The son of Eros ♡ || Yoonmin

[018]

Cada vez sentía como se iba yendo, sintiendo la voz de Yoongi diciéndole que lo amaba más lejana de él.

— ¡Jimin!— Grito Taehyung con los ojos inyectados en lágrimas, corrió hasta su mejor amigo, aquel que le había enseñando a tomar un poco el riesgo de intentar cosas nuevas, ese que muchas veces lo animo. Cayó abruptamente de rodillas en el piso viendo el cuerpo descolorido de su amigo.— ¡No! ¡Jimin!— Pudo hasta sentir como su garganta raspaba por el grito.

El resto de amigos corrieron también, dejando a los demás alumnos que aún estaban en shock.

— Jiminie, vamos despierta.— Habló Seokjin con la voz quebrada.

Pero Jimin no daba señales de nada.

Yoongi aún se encontraba llorando sobre el estómago, ya frío, de su amado, sintiendo como cada vez se iba más de su lado y solo quedaba un cuerpo vacío. Se levantó un poco y visualizo como el característico sonrojo de sus mejillas ya había desaparecido, sus labios parecian agrietados y se tornaban de un color azul grisáceo, su piel ya no parecía suave y sus mejillas ya no eras apretables, sus pequeñas manos se enfriaban más y  debajo de sus ojos un color azulado se posaba dejando ver sus ojeras.

Yoongi miro enfrente, Jennie aún seguía mirando la escena viendo que al final nada resultó como quería.

— Eres una maldita hija de perra.— Masculló entre dientes con rabia mientras sus lagrimas seguían cayendo.— Simplemente no puedo tocarte un pelo, pero te juro que me encargare de que te pudras en el puto tártaro, te juro que espero que te encierren junto a Cronos, a diferencia de mi el no tendrá problema en matarte entre sus dientes hasta que quedes dividida en cien partes.— Apoyó la cabeza de Jimin en su regazo, acariciando el pelo de este, que por su puesto ya no era rosa, si no negro.— Mi Jiminie...

— Tendrás principios, pero yo no, esta hija de puta...— Jennie simplemente no se movió, al igual que Yoongi hace unos instantes había sido atrapada por las raíces de los árboles.

 Jungkook la agarró del cuello, mirándola directamente a los ojos y como estos demostraban miedo.

— Realmente me importa un carajo lo que digas, te metiste con los chicos equivocados, ¿en serio creiste que podrias contra siete de los dioses más importantes del olimpo?— Las raíces de repente empezaron a quemarle la piel a la inmortal, la cual pudo ver como Hoseok lo hacía mientras en su mano agarraba su pulsera que representaba la amistad de los siete chicos, de sus ojos solo caían lágrimas mientras dirigía el fuego hasta las piernas de la chica.

Seokjin se unió dejando de lado los "principios" y haciendo sonar su cuello para transformarse en aquel felino que salía a causa del don que le había brindado su madre. Se dirigió a chica y rasguño su espalda.

Taehyung se acercó y con su anillo de púas le dio un golpe en las costillas.

Namjoon y Yoongi no se acercaron, el alto trataba de tranquilizar a su amigo que abrazaba con fuerza el cuerpo de su novio rogándole que volviera a él.

— Nunca debiste siquiera pensar en hacernos algo a alguno de nosotros.— Dijo finalmente Jungkook para luego atravesar con su mano el pecho de la chica, viendo como su mano se perdía en el interior mientras ella tiraba su cabeza hacia atrás tragando aire, al sacar su mano contenía una bola negra que se movía por si sola.

— M-Mis poderes.— Pronunció la chica a penas.— M-Mi don.

— Me lo quedaré yo.— Lo hizo desaparecer.— y tu, te iras al tártaro conmigo, ahora.

— Voy contigo.— Habló Taehyung dejando su orgullo de lado.— Quiero ver que se quede ahí por el resto de su maldita vida.

Jungkook lo comprendió y le tendió la mano para que este la tomara, y en instantes desaparecieron del lugar.