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— ¿Y sabes quien planeo todo esto? tu querido amigo Christopher.— El pelirosa lo miro, caminando hacia atrás por el pasillo.

—¿P-Porque? p-paren esta locura, por favor.— Miró suplicante a los sujetos que estaban frente a el.

— Felix, creo que esto no está bien.— Pronunció el recién nombrado.

— Vamos amigo, no te hagas el que no quieres, tu y yo sabemos que has estado detrás de él el último mes.— Llegó un punto en donde Jimin simplemente chocó contra una pared y el pelirrojo lo agarró del cuello.

Christopher trato de quitarlo de encima con toda la culpa del mundo, pero Felix lo quitaba y en un segundo ya habían aparecido dos complices más en la escena, dejando a Bang fuera de la cabaña.

El único pensamiento de Jimin era Yoongi ¿Donde estara ahora? ¿lo estaría esperando aún o se habrá ido con Seulgi? lo necesitaba, una última vez quería que apareciera.

Jimin podía sentir la respiración del contrario en su rostro, trató de forcejear pero con el mismo cinturón que se había sacado previamente, Felix lo amarró de manos.

— Yoongi no estará aquí para defenderte siempre pequeño, deja de luchar y disfruta.

Al otro lado de la puerta, el rubio platinado corrió hasta el punto de encuentro de Yoongi y Jimin, deseando que este todavía esté ahí, y efectivamente, aunque fueran las ocho con veinte minutos, el pelinegro se encontraba esperando pacientemente a alguien que jamás llegaría.

— Yoongi, no hay tiempo, Jimin, Felix, problemas.— Pronunció con la respiración agitada.

No necesito más palabras que esa para salir disparado hacia su propia cabaña. Jamás en su vida necesito correr tan rápido, jamás amó a alguien como amó a Park Jimin.

Abrió la puerta de una sola patada encontrándose, con la imagen de dos tipos impidiendo su paso y atrás un sorprendido Felix que aún se encontraba sosteniendo la cintura de SU Jimin 

Okey, esto se va a poner feo.

Un tipo se acercó a pegarle, lo esquivo certeramente tomando el puño del tipo para luego doblarlo haciéndole una llave, pateó su muslo con la rodilla haciendo que caiga al suelo retorciéndose en dolor, un codazo le llegó al que intentó tomarlo por la espalda, para luego agarrar su cabeza y golpearla contra la muralla, le dio una última patada en el estómago al tipo que se encontraba en el piso, para encontrarse con Felix.

El oráculo dijo que podía pasar, pero jamás en su vida sus ojos se habían puesto de color rojo como ellos dijeron, sólo cuando vio a Jimin temblando hecho bolita en el piso a causa de ese imbécil.

— El pelo no será lo único que tengas rojo hoy, hijo de puta.— Dijo para darle el primer golpe en la mejilla, estrelló su cuerpo contra la pared, dándole un rodillazo en el estómago, para luego seguir golpeando su rostro con sus puños.

El rostro del chico estaba completamente ensangrentado, apenas podía balbucear algunas palabras.

De repente se sintió rodeado por la espalda por unos delgados brazos, sintiendo como su corazón latía con fuerza.

— ¡Para Yoongi! ¡Para!— Pidio Jimin tratando de calmar al pelinegro.— Deja que se vayan.

Los ojos de Yoongi cambiaron a su color habitual al sentir a Jimin.

Se agacho a la altura del pelirrojo.

— Escúchame bien pedazo de basura, mañana tu y el resto de tu escolta de hijos de puta, se irán del campamento diciendo que los atacó un minotauro porque se fueron demasiado lejos, y si llegas a decir una puta palabra de lo que pasó, recuerda que soy amigo del hijo de Hades y puedo hacer que pudras en el tártaro, bastardo.— Lo soltó viendo como se paraba con dificultad.— ¿Has entendido?

The son of Eros ♡ || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora