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Se aparto a penas se dio cuenta de lo que estaba haciendo, quiso empujarlo y decirle que no estaba bien, pero sabia los riegos de tratar mal a la persona bajo el hechizo.

— N-Nos pueden ver.— Se dio la vuelta y tocando sus propios labios suspiró. 

Le había gustado mucho ese beso, siempre pensó que quizá en la películas se exageraba con ese tema, que "no tenían nada de especial", pero los labios de Yoongi eran suaves y se movían con delicadeza y lo hicieron sentir que estaba flotando.

— Pero no tiene nada de malo, solo te estoy demostrando mi amor.— La cercanía entre ambos se volvió mínima nuevamente, Yoongi acaricio los labios de Jimin con su dedo pulgar. Para el rubio el tener a Yoongi tan cerca era casi embriagante, podía sentir su respiración chocando con la suya.— ¿Porque, si no quieres que te bese...— Tomo la barbilla de el rubio para alzarla.— Estas cerrando los ojos?

Ahí iban de nuevo, Jimin se estaba dejando llevar nuevamente, y se habrían besado de no ser por una tos fingida proveniente de las escaleras.

— Ajam, es hora de irnos.— Dijo Namjoon asomándose.

Jimin pestañeo repetidamente para salir de aquel trance que lo tenia el rostro de Yoongi tan cerca.

— Claro, vamos.— Sin esperar a nadie subió las escaleras para encontrarse con Taehyung hablando con Jungkook, bueno, el se veía muy emocionado, pero su contra parte simplemente lo veía atentamente.

— Bueno hay que seguir, les tengo una buena noticia, siganme.— Dijo Namjoon, dirigiéndote a la parte trasera.— Mi padre siempre fue muy ambicioso con sus pegasos.

— Oh ¡pero mira que cositas más lindas!— Seokjin se acerco rápidamente a uno de ellos, y acaricio su cabeza.

— ¿Te gustan amor?— Dijo dando un beso en su mejilla.— Cuando nos casemos tendremos nuestros propios pegasos y Hera nos concederá hijos y seremos...

— Ay, ya basta, se ponen muy melosos.— Dijo Yoongi.

— ¿En serio? yo tengo que soportar que le digas cuanto amas a mi amigo al menos diez veces al día.— Hablo Jungkook.

— E-Es diferente.— Se rasco la nuca y vio a Jimin soltó una pequeña risita al verlo avergonzado. Adorable.

— El punto es que si nos montamos en ellos podremos llegar más rápido, y se nos hará menos cansado.— Pronuncio Nam. Todos dejaron de hablar y ayudaron a preparar a los animales.

— Yo puedo manejarlos, mi mamá me enseño bastante.— Dijo Seokjin.

— Tan talentoso, iré a tu lado todo el tiempo.— Beso los labios de su novio castamente y se subieron en la parte delantera, dejando la parte techada de la carreta para los otros cinco chicos.

— Bien, Alcander, Ambrose, confió en ustedes.— Los dos seres al ser jalados por la cuerda empezaron a mover sus alas alzándose hasta la parte más alta de los cielos, donde todo el olimpo se veía pequeño. 

Seokjin manejaba la situación bastante bien, siendo su madre una diosa en conexión con el mundo de la naturaleza el había adquirido cierto sentido. Por otro lado Jimin mira desde las alturas a los seres mitológicos que habitaban abajo de ellos, distraído con ello volvió a pasar sus dedos sobre sus labios, esta vez sonrió cuando recordó el beso, quiso reprocharse por sentirse así, pero simplemente no pudo, solo pensaba en aquel beso como la sensación más magnifica que había experimentado, claro hasta que recordó que era una farsa.

— ¿Recordando algo?— Dijo Tae a su lado.

— ¿Ah? Eh, no, para nada.— Se acomodo el cabello y volvió a mirar a su amigo.

The son of Eros ♡ || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora