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Jimin tenía una imagen diferente de lo que sería esta reunión, pensaba en adolescentes saltando y alocados bebiendo alcohol, claro había alcohol, pero era un pequeño grupo de jóvenes en la parte detrás de la institución conversando de cosas normales. Jimin a no ser por Namjoon.

— Y Jimin ¿Eros verdad? ¿porque nunca habías salido?— Jimin no se sentía completamente seguro de contar o no su verdadera razón, así que aunque estuviera un poco borracho no iba a dejar que se le saliera.

— Mi padre es muy sobre protector.— Le dio un sorbo a su cerveza.

Amargo.

— No creo que sea así.— Dice Lisa, hija de Atenea, mira detenidamente a Jimin de arriba abajo.— Hay algo que no nos quieres decir, pero está bien, estamos en confianza.

— Esa es la verdad.— Dice Jimin tratando de sonar convincente.

— Esta bien, voy hacer como que te creo.— Se volvió a sentar en el pasto verde, junto a su amiga Jennie, quien miraba al rubio con algo de recelo.

— ¿Como te la estas pasando?— Preguntó Yoongi sentándose al lado de Jimin.

— Bastante bien, es divertido conocer a más gente.— Alza las comisuras de sus labios para formar una sonrisa, para Yoongi, quizá una de las más radiantes que ha visto.

— Sí, rara vez vengo cuando estoy algo estresado, y ahora lo había estado un poco.— La verdad es que Jimin no sabría como entablar una conversación con alguien desconocido, pero siempre se mortificaba buscando guías de eso en Internet así que estaba un poco más seguro.

— ¿Por que?— Yoongi soltó un suspiro.

— Mi papá está muy ocupado con esto de la guerra, y no quería que yo siguiera estudiando para que lo ayudara, ya sabes es dios de la guerra y es muy molesto ver esto todos los días.— Alza su mano formando una nube, pronto esta se aclara dejando ver una clara imagen de bombas estallando.— Si no fuera por Zeus, no estaría acá.

— Que mal, aún así debe estar agobiado con este tema.— Yoongi hace un sonido de aprobación.

— ¿Qué hay de ti? tu vida, digo.— Jimin abraza sus piernas tratando de cubrirse un poco del frío que estaba haciendo y suelta un suspiro.

— No hay mucho que contar, la última vez que vi el olimpo antes de esto no la recuerdo, tenía como cinco años y de resto nunca pude salir.— Yoongi abraza igualmente sus piernas y gira su cabeza hacia Jimin.

— Pero, debiste hacer algo estos años encerrado.— El de pelo negro tenía mucho interés en saber como fue la vida de Jimin.

— Oh, pues se arreglar muchas cosas, varias veces algún mueble se rompió en casa y lo arreglaba yo porque estaba aburrido, también me divertía mucho bailando, aprendí muchos estilos, algunas ninfas me enseñaron a cantar, pero no creo que lo haga lo suficientemente bien.— Jimin obvio las veces que aquellas mismas ninfas lo consolaron cuando se quedaba dormido de tanto llorar por no poder ser un chico normal.

— Vaya, que a sabes hacer bastantes cosas, ¿El baile tiene algo que ver con tu don?— El rubio trago duro ¿que se supone que diga? 

— No, es otra cosa.— Suplico mentalmente para que el chico frente a el no preguntara más, pero son adolescentes y están llenos de curiosidad. 

— ¿Entonces cual es?— "Mierda" se maldijo Jimin, era un tema del cual solo dos personas se habían preocupado, el y su padre.

Pero Jimin ya iba por la mitad de su segunda cerveza, el chico no estaba acostumbrado a tomar y quizá, solo quizá había entrado en confianza a causa de eso.

The son of Eros ♡ || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora