Capítulo 5: Hospital

138 13 3
                                    


Capítulo 5: Hospital.

Grimmjow golpea la mesa fuerte con la lata de cerveza.

—¡¿Y a qué hora pensabas decirme todo esto?!

—¡Shh! No le rogué a Ayame que distrajera a Shigure con la SWITCH para que lo arruines con tus gritos.

Los dos adultos miran a la puerta cerrada, esperan un momento y al no escuchar señal alguna de movimiento o que intenten abrir la puerta a escondidas, suspiran aliviados.

—Ese maldito murciélago... yo soy el padre de Shigure, no ese bueno para nada.

A Orihime se le escapa una sonrisa por sus palabras y lo besa en la mejilla. Es enternecedor como una persona con apariencia de punk y que le gusta meterse en peleas no duda en acoger cachorros y niños que lo necesitan.

Actúa pero su amigo ama a Shigure.

—Lo eres... pero por desgracia eso no va a detenerlo... ni importarle en todo caso. Puede que pida una muestra de ADN y exigir la custodia por negligencia de mi parte.

—¿Y él qué? Ni una tarjeta de cumpleaños manda.

—Cosa que un buen abogado puede obviar... más si ataca a una mujer por... trabajo poco digno.

—Sabes, tengo ganas de matar en estos momentos, ojala se aparezca pronto ese murciélago y...

—No lo invoques, no estoy aun preparada para verlo. —Se frota las sienes en señal de agotamiento psicológico.

—¿Y en qué te ayudo? Aparte de los puñetazos, obviamente.

—Ya solucione una parte... el asunto de Kurosaki Ichigo. —Suspira cansina y algo frustrada. —Si me ven con él durante un año, se borra la imagen que tiene el juez de mí porque sólo se verá una mujer en una relación.

—Y él está obligado por contrato en afirmar que están saliendo a los tribunales... pero, ¿Por qué él? ¿Por qué no Aroniero o hasta Kyouraku? Ellos son confiables en que repartirán buenos madrazos legales.

—Porque me han visto con Kurosaki-san en los diarios, no con ellos... y por desgracia, el dinero que dará durante todo el año me ayudará a deshacerse de la mafia y de mi ex.

—Ahora entiendo... quieres que te acompañe de guardaespaldas.

—Por favor... —Junta sus manos. — sabemos que nunca disminuía la deuda porque Ulquiorra seguía usando mi nombre con ellos para obtener dinero o mercancía ilegal. Y a ellos no les importaba porque les pagaba.

—¿El punto?

—Mira cuando he ganado anoche luego de haber firmado con ese hombre. —Le enseña el celular. Grimmjow echa un vistazo y casi escupe su cerveza, tuvo que pestañear varias veces para comprobar que no era una ilusión. —Esto es multiplicado por cuatro lo que les debo gracias a Ulquiorra... mi plan es darles todo esto a cambio de que no vuelvan a permitir que una deuda quede en mi nombre. Ni con ellos ni con sus rivales.

—Necesitaras más que su palabra. —Orihime les enseña unos papeles. El hombre suelta un silbido. —Firmados por el mismísimo Aizen Sousuke.

—Me costó mi sueldo de nuestra última cita, pero ha valido la pena.

Grimmjow lanza esa sonrisa digna de un pandillero ansiando repartir puñetazos y ver sangre.

—Hagámoslo.

Escuchan la puerta abrirse y ven a Shigure correr hacía el baño alegando que ya no aguanta más.

Orihime esconde los papeles discretamente en una carpeta y lo aguarda en una repisa al mismo tiempo que Ayame salía del cuarto también. El adolescente mira al par de adultos y pregunta si puede ir al mercado de la esquina con el niño a comprar chocolate.

Dama EscortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora