Capítulo 11: ¿Quieres ser...?

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No podía parar de correr, quería llegar lo más rápido posible, por alguna razón tenía un extraño presentimiento, no de esos malos que te advierten algún peligro, no, esto era diferente, mi corazón latía rápidamente, estaba extremadamente curioso, y en mi mente solo aparecía la radiante sonrisa de Vegetta, ya no podía aguantar más las ganas de verlo y lanzarme a sus brazos, me sentía como en una montaña rusa, con la adrenalina y la emoción a máximo nivel.

Pare de golpe, una luz llamo mi atención, el bosque que rodeaba mi casa estaba completamente oscuro, no había colocado ni una sola antorcha, entonces, ¿qué hace esa luz ahí?

Me acerqué poco a poco, era hermoso, unas luces iluminaban un sendero en medio del bosque, lo segui, ¿en serio había echo todo eso en un día?, seguramente tuvo que talar uno que otro árbol y luego todo el trabajo de colocar la iluminación, ese hombre si que está loco.

El camino me llevó a mi casa, todas la luces de ella estaban apagadas, ¿dónde estaba De Luque?

Vegatta: -Doblas...

Una voz sono a mis espaldas, una voz que llevo todo el día extrañando, no aguanté más y corrí hacia el para lanzarme a sus brazos, eran tan cálidos, ya extrañaba esto.

Rubius: -Vegettita... te extrañé

Vegetta: -Yo también...

Depósito un beso en mi frente correspondiendo al abrazo, nos quedamos unos momentos así y luego nos separamos.

Vegetta: -Tengo un regalo para ti *dijo sacando un interruptor de su bolsillo*

Rubius: -¿Un botón? *confusión era lo único que se veía en su rostro* ¿enserio Vegetta? *dijo mirándolo a los ojos*

Vegatta: -Presionalo

¿Bobo o que? Seguro que es una mina.

Rubius: -De Luque, si es una puta mina te juro que te reviento la vida cabron

Vegetta: -Que no... solo hazlo, soy incapaz de hacerle algo a mi ozito

Me sonroje por esas palabaras, buena jugada De Luque, buena jugada.

Rubius: Bi-bien, confío en ti

Presione el interruptor, un gigantesco árbol se iluminó, un árbol que por cierto antes no estaba, era precioso, una casa del árbol.

Rubius: -Wow

Vegetta: -¿Te gusta?

¿Que si me gusta? Me encanta.

Rubius: -Me encanta, ¿enserio hiciste todo esto en un día?

Vegetta: -Ya me conoces, ven, quiero que la veas por dentro

Los dos chicos subieron al lugar, el mayor llevaba de la mano al peliblanco enseñándole cada rincón de la casa, el menor no podía estar más que encantado, nunca nadie había echo algo tan hermoso para el, es más, nunca nadie le había regalado algo ...

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Los dos chicos subieron al lugar, el mayor llevaba de la mano al peliblanco enseñándole cada rincón de la casa, el menor no podía estar más que encantado, nunca nadie había echo algo tan hermoso para el, es más, nunca nadie le había regalado algo a él. La estructura estaba perfectamente decorada, tenía un jacuzzi en la primera planta junto con algunos muebles más, entre ellos un precioso columpio que colgaba de una de las ramas del árbol, en la segunda planta reposaba una cama, pero lo que más había enternecido al ojiverde son las fotos de ellos dos que se encontraban por todas partes.

NUESTRA HISTORIA DE AMOR ♡~RUBEGETA ~♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora