Jane

Capítulo 7

Las tres últimas clases siguientes me las pasé pensando en Jane. Tenía curiosidad en saber más de ella, en saber qué tenía pensado estudiar, qué le gustaba hacer, qué música escuchaba, tenía miles de cosas qué preguntarle.

Al acabar mi última clase de Inglés, me quedé hablando con James que iba acompañado de Tom, más bien me quedé hablando con ellos porque me detuvieron el paso. Les empujé y empecé a bajar las escaleras. Ellos me siguieron.

-Tío, ¿eres amigo de Jane? Si es así, preséntamela. ¿de qué habéis hablado? -dijo Tom mientras bajaba las escaleras apresurado. ¿Se me ha olvidado entrar en el detalle de que es un cotilla? Sí, creo que sí. Siempre tenía el oído puesto en todo, en cualquier rumor para luego ir contándolo.

-Colega, no le agobies. -le dijo James-¿Qué ha pasado?

+Nada serio... oye -hice una pausa, y abrí la puerta del instituto- ¿sabiáis que Kate y Jane son hermanas?

-¿Bromeas? ¡No puede ser! -gritaron los dos a la vez. La verdad es que por sus caras se les veía muy sorprendidos, y a su vez Tom tenía cara de fastidio por no haberse enterado nunca de ello.

+Son hermanas de padre, no viven juntas. -me detuve en el tablón de anuncios que había colgado enfrente del instituto. Allí solían colgar próximos conciertos, novedades, próximos partidos, incluso próximas fiestas- Eh. -hice un gesto para que se acercaran- ¿habéis visto esto? -señalé un cartel que indicaba que el viernes 28 habría una fiesta. Es decir, este viernes. La organizadora era -cómo no- Kate.

+Ni de coña. -y seguí caminando.

-Venga ya tío. -y me siguieron- Tienes que ir, va a ser un fiestón, quizá vaya Jane. -dijo James.

-Sí, colega, suena genial. Tenemos que ir. No nos la podemos perder.

+Id vosotros, yo paso. -y me senté a esperar al bus.

-No seas capullo. Piénsatelo.

+Ya veré.

-Lo doy como un sí. Nos vemos mañana. -y se despidieron de mí, James dándome un toque en el brazo y Tom con un apretón de manos y un puño.

Quedaban 7 minutos para que pasase el bus y yo me puse los cascos, la música me ayudaba a decidir, a pensar, es como si a veces me dijese Tienes que hacerlo, en cambio otras, me decía Ríndete, es inútil. Noté como alguien interrumpió mi parte favorita de Naive de The Kooks, Me quité un casco.

-Eh.

+Jane, ¿qué haces aquí? -me quité el otro casco.

-Mi padre me ha dejado tirada, me ha llamado y tengo que coger el bus, pero creo que iré andando.

+¿Por qué? Quedan 3 minutos para que pase.

-Sí, lo sé, pero necesito despejarme un poco, están siendo unos días un poco duros.

+¿Estás bien?

-Puede. Lo estaré. Tengo que irme. -se despidió y empezó a andar.

+Eh, Jane. ¿Puedo acompañarte?

-No, es mejor que no. Lo siento. Mañana hablamos.

+Jane -no podía permitir que se fuera así- ¿ha pasado algo?

-Has pasado tú. -y se giró con los ojos llorosos. Me acerqué corriendo hacia ella.

+¿Qué... qué quieres decir con eso?

-Ed, nunca he tenido un amigo como tú. -no sé por qué razón, me dolió la palabra amigo.

+¿Y qué? -no lograba entender qué quería decir.

-La gente se va, Ed. Siempre se va.

El autobús llegó, me quedé sin saber qué contestar, ella se giró y siguió su camino, ni siquiera la detuve. Quizá no era valiente como mamá me enseñó, quizá era un cobarde. O eso pareció.