Jane

Capítulo 12

Tendría que haberle dicho que "sí" y sin embargo, me largué. Jane me invitó a pasar para seguir charlando y sólo se me ocurrió dar media vuelta e irme, volver a huir. ¿Os créeis que fui tan gilipollas de decirle que "no"? Por supuesto que no lo hice.

+Sí, Jane, me encantaría.

Entré en su portal, en el ascensor y en su vida. La  casa era acomodadora, tenía dos plantas.

-¿Quieres tomar algo?¿Un café?

+Un café me vendría bien, sí.

-Enseguida te lo preparo. Puedes acomodarte. -¿en el salón o en su vida?

+Estoy bien aquí. -dije cogiendo un taburete que estaba bajo una mesa- Jane, ¿por qué esa foto?

-Ed, -dijo cogiendo una taza de café- siento que desde que crecí la he cagado, una vez tras otra, una cosa desencadenaba a la otra. Cuando era pequeña, no tenía que preocuparme de cómo tenía que actuar para no ser una chica rara por escuchar música no comercial, o en qué tenía que decir para ser admitida. Antes, cuando era una niña, no tenía que preocuparme por ser feliz, porque lo era. Tenía a mi familia, mis amigos, mis muñecas, mis regalos cada año y me sentía bien rodeada de todo eso, pero ahora siento que ya nada de eso es suficiente, que cada día tengo que levantarme y luchar Ed, luchar y tener fe para que toda esa mierda no acabe pudriéndome.

+Jane, ¿lo eres? feliz, digo.

-Sí, supongo.

+Tu sonrisa no me dice lo mismo. Me indica que estás naufragando con la luz apagada, y a ti, desde pequeña, te ha dado miedo la oscuridad.

-Ed, serás un buen amigo.

+Lo soy, Jane Evans.

Y sonreímos mientras yo me tomaba ese amargo café, con una amarga sonrisa de no quiero irme, pero tengo que hacerlo.

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+Jane, ¿vendrás a la fiesta?

-Claro, pero no vengas a recogerme, parecerá una cita y somos amigos Ed, buenos amigos.

+Jane Evans... algún día, te enamorarás de mí.

-Espero estar eternamente dormida por entonces.

+Te veré mañana.

-O te veré yo antes.