Capítulo 10

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GABRIELA

Tardé algo más de una hora en llegar a casa de Marcos y eran algo así como las doce menos diez de la noche. Solo espero no despertarlos a ninguno de ellos. Salí del coche, me puse la cazadora y en cuanto estuve en frente de la puerta, timbré. Marcos no tardó nada en abrirme y lo primero que hace es darme un abrazo.

"Hola Gabriela, pasa." dijo Marcos "Hola, ¿dónde están mis hermanos?" pregunté, exhausta "Estábamos viendo la tele, al parecer mis padres no van a aparecer hasta el lunes. Pero ¿tú qué tal?" inquirió y me encogí de hombros "Bien, algo cansada, pero bien. Mis hermanos no se pelearon ¿no?"

"No, la verdad es que lo hemos pasado bien, hacía tiempo que no lo pasaba tan bien, incluso Carlos no miro el teléfono ni una sola vez." dijo contento y eso llamó mi atención "¿Carlos está aquí?" pregunté sorprendida, porque en los últimos meses, era raro verlo por aquí.

Justo en ese momento se aparece él con una gran sonrisa en la cara. Hacía mucho tiempo que no lo veía la verdad y echaba de menos los momentos que pasábamos los tres cuando éramos pequeños, Carlos era el encargado de cuidarnos a mí y a Marcos ya que era el mayor.

"Hola hermanita, ¿qué tal te va?" preguntó luego de darme un abrazo "De hermanita nada que soy dos años menor que tú, para hermanita tienes a Ana, y respondiendo a tu pregunta me va bien." respondí "Me alegro, ¿quieres cenar algo?" preguntó y negué "No es necesario, ya cenaré algo en casa."

"Pues tus hermanos están durmiendo." cerré un par de segundos los ojos, porque no me podía creer que se quedasen dormidos "No puede ser, los tendré que despertar." protesté "No hace falta, os podéis quedar aquí." sugirió y negué "No quiero molestar Carlos."

"No vas a molestar, de verdad. Quedaos. No voy a parar hasta convencerte que lo sepas." Sabía de sobra que Carlos no iba a dejar de insistir, y de estar descansada y todo eso me hubiera negado, pero estaba demasiado cansada como para ir a casa.

"Está bien, pero que sepas que lo hago porque tengo demasiado sueño como para irme a casa." aseguré, porque era cierto "Lo sé, por eso te lo dije. Te voy a hacer algo para que comas." confirmó y negué "No es necesario, no tengo hambre." aseguré "Debes comer algo."

"Carlos tiene razón Gabriela, estoy seguro de que no has comido nada en el hospital." respondió, riéndose y rodé los ojos "Puedes creer que sí, Alex me obligó." le aseguré y dejó de reírse de repente "¿Quién es Alex?"

Marcos y yo nos giramos hacia Carlos y él se quedó mirándonos. Se me olvidó que él no lo sabía y no sé si era lo mejor contarle porque recuerdo en el momento en que me dejó se enfadó mucho e incluso quería ir a darle una paliza, pero entre Carlota, Marcos y yo logramos evitarlo.

"¿Me vais a contestar o qué pasa?" Yo la verdad no tenía ni idea de lo que hacer. Confiaba en él y todo, y estoy segura de que no le haría nada, pero en este momento mi cabeza no era la más fiable para tomar decisiones como estas, sobre todo teniendo en cuenta de que tengo un sueño increíble.

"Es un amigo nuestro que vino para la universidad este año." dije "¿Nuevo? ¿Y es de vuestra edad?" preguntó, frunciendo el ceño "Si, ¿por qué lo preguntas?" inquirió Marcos "Porque ese nombre relacionado con Gabriela no me trae buenos recuerdos. De tenerlo delante ahora o saber que está cerca de ella sería capaz de darle la paliza que se merece desde hace años."

"No, no es él." aseguré "Más le vale, pero me voy a la despensa para hacerte algo de pasta." dijo, dejando el tema "Me vale cualquier cosa Carlos." respondí tomando una bocanada de aire "Pero te gusta la pasta, por lo que te voy a hacer pasta."

"Vale, como quieras." Salió de la cocina para ir a la despensa y Marcos y yo nos quedamos solos mirando hacia la nada. "Le vas a tener que contar a Carlos también lo de Alex." dijo Marcos, mirando para mí "Me doy cuenta, pensé que se le había pasado el enfado después de todo este tiempo."

"No, no se le ha pasado, para el eres su hermana y no va a dejar que nadie te haga daño como te lo hizo él, te lo digo en serio, nunca lo he visto así con nadie como lo hace contigo. A pesar de que Alex era su mejor amigo no lo ha perdonado y es algo raro pienso yo." dijo y asentí, porque era cierto "No tengo ni idea, la verdad." respondí "Te lo digo yo."

Justo en ese momento entra Carlos por la puerta y callamos, más que nada no quiero que se enfade más con ese tema, estoy segura de que se enfadará cuando se lo cuente, pero intentaré hacer todo lo que esté en mi mano para que no se enfade. Cuando terminó de hacer la cena me echó un poco y luego se echó a él. Estaba terminando de comer cuando Ana entra en la cocina medio dormida.

"¿Gabriela?" pregunté, pasando los dedos por sus ojos "Hola cariño, ¿no tienes sueño?" pregunté con una sonrisa en mi rostro "Si, pero quería que Carlos o Marcos me leyese un libro antes de irme a la cama."

"Voy ahora dentro de un rato Ana." dijo Carlos, acabando de hacer lo que sea que está haciendo "Estando Gabriela aquí ¿puede ser ella?" preguntó, mirando en mi dirección "Está cansada, tiene que descansar."

Puede ser que estuviese cansada pero la carita que puso Ana no me podría resistir, ya difícilmente me podría resistir si no me pusiese esa cara. Me encantaban los niños pequeños y a Ana la conozco desde que nació y solía venir a la casa de ellos para verla, claro está que también veía a Marcos, pero también venía por ella.

"No pasa nada chicos, puedo leérselo." aseguré con una gran sonrisa en mi rostro "No es necesario que lo hagas." insistió "Lo hago encantada, no os preocupéis." Me levanté, cogí de la mano a Ana y me llevo más o menos hacia su habitación. Una vez allí se puso el pijama y se metió en la cama una vez escogió el libro. Yo antes de recostarme, me aseguré de que estuviese bien tapada y que no le entrase mucho frío y ella se acomodó. Le estuve leyendo hasta que se quedó dormida y me quedé un rato mirándola hasta que yo me quedé dormida también.

El Amor de mi Vida [Modificando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora