GABRIELA
Por fin era feliz, bueno, más feliz de lo que lo fui en los últimos ocho años. Alex y yo llevábamos un mes de novios y el pobre hacía todo lo posible para hacerme feliz. No es que yo le pidiese que hiciese todo lo que hace por mí, pero era terco, casi tanto como yo y lo hacía igualmente. Carlota tardó un par de semanas en perdonar a Alex, más que nada porque se dio cuenta de que él me amaba y no me haría nada y parecíamos el mismo grupo de chicos que fuimos hace ocho años. Pero no todo son alegrías en esta vida.
Mis padres empezaban a sospechar algo, que algo me pasaba y que tenía un novio, cosa que es cierta, lo que ellos no saben es que es el mismo que me dejó hace años y por el que tanto sufrí en ese tiempo. Tanto Marcos como Carlota me decían que se lo tenía que contar a mis padres, y estoy de acuerdo con ellos salvo que los tengo que preparar, no sé cuál va a ser su manera de reaccionar en este tema y ni quiero que ellos hagan algo de lo que se arrepientan ni que Alex se sienta peor de lo que se siente con el mismo por todo lo que me hizo. Además, está el tema de que mi gran hermana, María, la gran cotilla de la familia después de mi prima Nerea. Ella se encargaría de vigilarme en la universidad, lo que hacía que me tuviese que controlar más de lo normal con Alex para evitar que ella me viese.
Después estaba Sara, siempre andaba con nosotros, pero la notaba más distante de lo normal. Sé de sobra que no quiere que esté con Alex, pero él es el amor de mi vida, y estaré con él siempre, lo amo y es algo que ella no entiende o no quiere entender, cualquiera de las dos opciones es válida. Su hermana es todo lo contrario con Alex, ella sí que le hablaba y lo trataba bien, le caía bien.
Hoy era el último día de clases antes de las vacaciones de navidad y estaba yendo para la universidad en el coche con mis hermanos y Marcos e iba pensando en mis cosas. Llevaba un par de días que no dormía muy bien. Tenía un presentimiento de que algo vendría a joderme esta felicidad y no quería que nada me la fuese a estropear, haría lo que estuviese en mi mano para que eso no pasase.
"Ei Gabriela, ¿Estás bien?" preguntó Marcos a mi lado "¿Qué?" pregunté intentando saber qué es lo que había dicho "Si está todo bien." repitió de nuevo "Si, ¿por qué lo preguntas?" inquirí "Llevas días un poco rara y empiezas a tener ojeras. ¿Me vas a decir que es lo que te pasa?"
"No me pasa nada." le aseguré y este rodó los ojos "A mí no me mientas Gabriela, algo te pasa y no te pienso dejar bajar del coche sin que me digas que es lo que te pasa." insistió "De verdad que no me pasa nada, lo digo en serio, se me pasará."
"Gabriela, cuéntamelo. Te prometo que no se lo contaré a Alex." respondió "Marcos..." empecé, pero este no tarda nada en detenerme "Marcos nada Gabriela, dime que es lo que no te deja dormir y después hablamos."
"Es que tengo un presentimiento." dije finalmente, echándome hacia atrás en el asiento y mirando a través del parabrisas "¿Presentimiento de qué?" preguntó con el ceño fruncido "No sé Marcos, pero algo que no es bueno." aseguré "¿Que te va a pasar de malo a ti? Gabriela, ni yo, ni Carlota, ni mucho menos Alex dejará que te pase algo puedes tenerlo claro."
"Lo sé, pero algo me dice que se avecina algo malo Marcos." insistí y este acabó por coger mi mano "No te va a pasar nada, a nadie nos pasará nada. Ahora no te preocupes y cambia esa cara antes de que Alex te la vea y se preocupe, ambos sabemos que no quieres eso."
"Claro que no lo quiero." afirmé "Entonces vayámonos que te está buscando." En cuanto dijo esas palabras fijé mi vista en el parabrisas buscando a Alex, y tenía razón, tenía pinta de estar buscándome cosa que se confirma en cuento me llega un mensaje de él. Salí del coche y lo cerré. En cuanto me vio la sonrisa se amplió lo que me hizo sonreír a mí también. No tardo nada en llegar junto a él y lo primero que hace es darme un beso que acepto encantada de la vida.
"Hola mi reina, ¿qué tal has dormido hoy?" preguntó mi novio con una gran sonrisa en su rostro "Bien." dije "Eres una mentirosa, que sepas." rebatió con su sonrisa plantada en su rostro todavía "¿Por qué lo dices ahora?" pregunté, frunciendo el ceño "Porque tienes ojeras, ¿te pasa algo?"
En cuanto me preguntó, Marcos se tensó un poco, pero para mi suerte, Alex no estaba mirando para él, porque estoy segura al cien por cien de que así se hubiese enterado y está claro que no le iba a decir nada de mi mal presentimiento, no quería que se preocupase por nada.
"No, claro que no." insistí "¿No te quedarías a estudiar hasta tarde no?" Y para mi suerte me regaló la mejor excusa de la que yo me pudiese haber inventado. No es que no se me diese bien inventar excusas o algo, solo que intentaba evitarlo con Alex, quería ser completamente sincera con él.
"Si, fue eso." contesté, dándome palmaditas la espalda en mi mente "No te hace falta estudiar tanto mi amor, eres muy lista y llevas todo al día." aseguró "Pero así quedo yo tranquila. Además, está que no me quedan las cosas en la cabeza fácilmente, lo sabes de sobra."
"No lo sé, siempre sacas buenas notas, no deberías preocuparte tanto." respondió abrazándome, haciendo que me apoye en él "No soy capaz de no preocuparme por las notas, quiero que mi familia esté orgullosa de mí." y al menos era algo cierto en la pequeña mentira que le había dicho hace nada "Y lo están, eso no lo debes dudar nunca preciosa."
"Puede ser, pero me aseguraré de que eso siga igual." respondí "Entonces ¿dónde te espero después de la clase?" preguntó, dándome un beso en la sien "Sabes qué clase me toca y si no ya sabes donde estaré en el patio." contesté, encogiéndome de hombros "Yo me refería para ir a clase de dibujo técnico."
"¿Hoy toca dibujo técnico?" inquirí y pillada por sorpresa. Pude notar como asintió y gruñí, porque era de las clases que más odiaba "Mierda, esto es lo peor del día." aseguré y Alex se rió "¿Sigues teniendo problemas con ese profesor?" preguntó Marcos cerca de nosotros "Yo problemas con él no tengo, él los tiene conmigo y si te soy sincera no sé de qué se queja si le saco buenas notas igualmente." aseguré "Igual es por eso, no sé qué decirte."
"Bueno mi reina, no te preocupes más por ese estúpido porque yo no dejaré que te haga algo ni te falte al respeto." respondió Alex y miré hacia arriba, para ver su sonrisa plantada en su rostro "Lo sé, pero yo tampoco te voy a dejar meterte el lío por mi culpa." aseguré. Lo último que necesitábamos era que se metiese en líos por cosas que no debía "No me meteré en ningún lío, no te preocupes." afirmó "Claro que no, de eso me encargaré yo."
Y con eso tocó el timbre y nos fuimos cada uno para su clase. Alex me acompañó hasta la mía primero y nos dimos un beso antes de que yo entrase a clase y él se fuese para la suya. Si ya es que hoy no tenía un gran día por decirlo de alguna manera, este empeoró teniendo dibujo técnico, ese profesor me tenía tirria y pude ser que fuese porque no le atendiese en clase, pero es que no lo entendía, no entendía nada de lo que explicaba y lo miraba por mi cuenta haciendo que me llevase el doble de trabajo su asignatura, pero bueno, era algo que me tenía que aguantar hasta que acabase el curso, era el último día antes de irnos de vacaciones de navidad y sería un pequeño respiro después de este primer semestre.
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El Amor de mi Vida [Modificando]
Teen FictionPor fin Gabriela y Alex están juntos, pero ahora que lo consiguieron se avecinan nuevos problemas. Alguien del pasado volverá para acabar con su relación. ¿Tendrán Gabriela y Alex una relación suficientemente estable para superar esos baches o acaba...