Capítulo 31

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GABRIELA

Tenía bien claro que como mi madre se enterase de que no estaba dentro de la casa me mataría. Espero que Marcos se encargase de distraerlos para que no se enterasen, pero por lo que pude ver, mis hermanos no se habían dado cuenta de que era yo, por lo que por eso estaba algo más tranquila.

Llevaba un par de minutos andando hacia el lugar por el que acabaría apareciendo Alex y poco después me lo encuentro. Se podía ver que estaba preocupado por algo demasiado y de no ser porque le pongo la mano en el pecho, me hubiese atropellado, ni me había visto, pero luego de ponerle la mano en el pecho, levanta su mirada del suelo hasta mis ojos.

"Gabriela." susurró "¿A dónde ibas a ir?" pregunté algo molesta debo admitir "Iba a buscarte, pensé que estabas enfadada conmigo y que por eso no contestabas al teléfono." admitió y rodé los ojos "No es porque esté enfadada contigo mi vida, estoy sordísima en este momento que no escucho demasiado que digamos."

"Pero a mí me estás hablando y parece que lo oyes." dijo confundido y negué "No es porque te oiga, sino que es porque te leo los labios. No me enteraría de la nada de lo que me estás diciendo." aseguré "¿Y eso es bueno?" preguntó y me encogí de hombros "No tengo ni idea, pero estoy bien, de verdad. No estoy enfadada contigo para nada. Me es imposible estarlo. No sé ni cómo se te cruzó esa idea por la cabeza."

"Porque como ayer te habías enfadado al ver a Paula, pensé que habías pensado mejor las cosas y que te habías enfadado de nuevo." suspiró de alivio al final, al darse cuenta de que no estaba enfadada con él "Escúchame bien Alejandro Rodríguez, no estoy enfadada contigo. Lo que quiera hacer esa mujer con nosotros me da igual, no va a lograr separarnos por nada del mundo, lucharemos por nosotros y evitaremos que consiga su cometido de separarnos ¿está bien?"

"Está bien. Perdona por estar a punto de cometer esta estupidez, pero es que estaba desesperado." se disculpó y asentí, porque sabía lo impulsivo que podía llegar a ser "No es nada, la culpa fue mía por no coger el teléfono de Carlos y decirte que estaba bien, pero me podías decir que me dejabas que no me enteraría, te lo digo en serio."

"Eso no pasaría nunca, no sería capaz de dejarte hermosa." afirmó y asentí "Y en este momento yo no soy capaz de escucharte gran parte de lo que me dices, me tengo que ir a casa." dije "Si, no deberías de coger frío, no creo que sea lo mejor para tu oído."

"De enterarse mi madre me mata, me están cubriendo Marcos y Carlos en casa." admití y una pequeña sonrisa apareció en su rostro "Pues vete, no quiero que por mí culpa te metas en problemas."

"Aunque lo haga, me importa poco meterme en problemas, debían saber que iba a ser imposible mantenerme en casa durante tanto tiempo." aseguré "¿Y cuando vas a volver a la universidad?" preguntó con curiosidad "El lunes, tendré que evitar que el oído coja frío, pero de que voy, voy."

"Con eso te podré ayudar yo, tengo un gorro de lana en casa, te lo puedo prestar, yo no lo uso para nada." contestó con una gran sonrisa en su rostro "Estaría genial." respondí "Pues te lo llevo el lunes, ahora cuídate mi amor y recuerda que te amo más que nada en este mundo."

"Yo también te amo." Nos besamos y después de un par de minutos empezamos a andar hacia direcciones diferentes. De vez en cuando nos girábamos para vernos hasta que llegué a casa que entré. Me fui directamente hacia arriba al estudio. Noto como Marcos viene detrás mío y en cuanto entramos arrimamos la puerta, me saco la cazadora y me siento en la silla.

"Que sepas que pienso que fue una imprudencia salir Gabriela, no debiste haber salido." protestó Marcos a lo que rodé los ojos "No tardé demasiado Marcos, no te pongas pesado." dije "Es cierto Marcos, no tardó demasiado. Ella sabe lo que hace, se sabe cuidar." me defendió Carlos, lo cual le agradecí "Puede ser, ¿pero que si más tarde se encuentra mal o algo?, yo no quiero tener eso en mi conciencia."

El Amor de mi Vida [Modificando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora