Capítulo 19

12 4 0
                                    

ALEX

Estaba feliz por ver a Gabriela aquí, pero también sé que hoy iría a cenar a casa de sus abuelos y le estaba estropeando la noche. Sé que de insistirle no se iría, era demasiado terca como para hacerlo, pero no quería que mi madre la vieran, más que nada porque no quería que pasara un mal rato por su culpa, porque estoy seguro de que eso es lo que pasará en cuanto la vea aquí, armará un revuelo por ver a Gabriela junto a mí.

"Oye, no estarás enfadado porque le dije a tu abuela que estabas aquí ¿no?" preguntó Gabriela, y negué, porque no lo estaba. Ni siquiera estaba enfadado "No, no lo estoy, seguro que estaba preocupada porque no llegase." admití "Si. La noté aliviada cuando contesté tu teléfono hasta que se dio cuenta de que era yo la que hablaba y no tú."

"Imagino." dije simplemente "¿Te encuentras bien?" preguntó con tono preocupado "Si, no te preocupes por mí. No deberías de estar aquí, deberías estar en casa de tus abuelos cenando con tu familia." protesté y ella negó "Ya te dije antes que en este momento en el único sitio en el que quiero estar es aquí, junto a ti y no me pienso ir solo porque tú me lo digas."

"Sé que no lograré convencerte de lo contrario, pero es lo que me gustaría." dije "Pues te vas a quedar con las ganas porque no me pienso mover de aquí." aseguró y la sonrisa apareció de nuevo en mi rostro "Yo encantado la verdad, pero se te nota cansada hermosa, ¿qué hora es?" pregunté mirando hacia las paredes por un reloj "No tengo ni idea la verdad. Deben de ser sobre las doce de la madrugada."

"Deberías estar descansando, ¿porque no duermes un rato?" pregunté y ella negó "No lo voy a hacer, no tengo sueño aún." afirmó "Se te ve que lo tienes, tuviste impresiones fuertes hoy, debes de estar agotada." intenté "No te preocupes por mí y preocúpate por curarte para así irte para tu casa."

"Me voy a preocupar por ti siempre, ¿por qué no te acuestas conmigo aquí?" inquirí con una pequeña sonrisa "No lo veo apropiado." dijo y negué, porque no era nada del otro mundo "No vamos a hacer nada, solo te vas a dormir."

"Va a estar tu abuela aquí." intentó de nuevo y me encogí de hombros, porque si algo sabía, es que no le iba a importar para nada "A ella no le importará, está encantada contigo." confirmé y sus ojos aumentaron un poco su tamaño normal "¿Tú crees?"

"Claro que sí, ¿es que no le viste la sonrisa que tenía cuando nos vio?" pregunté "No la conozco Alex, pensé que siempre era así." respondió, encogiéndose de hombros "En parte sí, pero no siempre está así de contenta como lo estaba hace un momento." aseguré "Yo pienso que estás exagerando la verdad."

"Pues no lo creas que es verdad. Ahora hazme el favor de acostarte, aunque solo sea un rato." pedí "Alex..." empezó y negué, haciendo que se detuviese en lo que fuese a decir "De verdad te lo digo mi vida, tienes que descansar." insistí "Eres tú el que tiene que descansar, no yo."

"Vale, hacemos una cosa, tú te acuestas aquí junto a mí y yo me duermo." negocié y ella elevó una ceja "No lo veo, tu abuela acabará pensando algo raro." rebatió "No lo hará, no te preocupes por ella, te juro que no dormiré."

Era difícil convencerla de algo y eso lo sé mejor que nadie, pero también me di cuenta de cómo puedo convencerla a veces, espero que esta vez lo consiga. Le sonreí con la que me decía que le gustaba y ella también lo hizo.

"Está bien, lo haré, pero solo por esta vez que lo sepas." dijo con una pequeña sonrisa en su rostro. Me moví para dejarle espacio a ella, se acostó, dejó su cabeza sobre mi pecho y yo le empecé a pasar la mano por el pelo. Podía notar que estaba algo tensa, supongo que por lo que había pasado esta tarde.

"Oye mi amor." dije después de unos minutos en silencio "¿Qué?" preguntó "No te preocupes por lo que ha pasado esta tarde, no te debes de poner mal por lo que hizo Carlos." pedí y se acabó apoyando sobre su codo para verme bien el rostro "¿Como no me voy a preocupar si te rompió la nariz? Eso es motivo para enfadarme y preocuparme."

"No te enfades con él, Carlos no era el de siempre, tú misma lo dijiste, algo le pasa." respondí "Es que eso no es normal en él, pero eso no implica que no me enfade con él. Lo que hizo está mal Alex." aseguró "No te preocupes más por eso, de verdad, está todo bien." insistí "Eres muy bueno, eso lo que pasa."

"De ser otra persona puedes tener por seguro que se lo devolvería con gusto, pero era Carlos y era mi mejor amigo y me lo pediste." dije sinceramente, porque de ser otra persona y otra época, no habría duda en partirle la cara "Pues gracias por eso, pero para la próxima seré yo la que le rompa la nariz." aseguró y me reí, porque a veces me hacía gracia lo sobreprotectora que podía llegar a ser "Está bien, pero no pienses que te dejaré hacerlo."

"¿Ahora eres tú el único que puede golpear a alguien?" preguntó, elevando una ceja "No, claro que no, pero no quiero que te hagas daño en la mano." afirmé "No me lo haré, pero ahora me vas a prometer algo."

"Lo que quieras hermosa." respondí sin dudarlo, porque por ella, haría lo que fuese "Si algo pasa entre nosotros, no te meterás en peleas otra vez." pidió y no pude evitar fruncir el ceño, porque no tenía ni la menor idea de que estaba hablando, o como lo sabía "¿De qué hablas?"

"Lo que oíste, lo digo en serio, no te meterás en peleas si nos volvemos a separar." pidió "¿Como...?" Empecé. No tenía ni idea como lo había descubierto hasta que me doy cuenta de que pudo haber sido mi abuela la que se lo contó. Esto era algo que Gabriela no debía de saber en su vida, supongo que la abuela había pensado que me había metido en alguna pelea, porque de ser otra manera no lo hubiese ni mencionado.

"Las cicatrices de tu mano dicen mucho, y sobre todo el que mejoraste en lo de pelear." Al parecer mi abuela no le había dicho nada de lo de las peleas y en caso de que lo hubiese hecho no creo que me lo fuese a contar, pero bueno, ese no era el caso. Estoy seguro de que no habérselo contado se hubiera enterado por su cuenta, cosa que por lo que me cuenta es cómo fue.

"Me lo vas a prometer, no va a haber nada que lo pueda evitar." insistió y asentí "Está bien, te lo prometo. No me pienso meter en peleas en caso de que nos pase algo." prometí "Gracias mi vida." agradeció "De nada."

Empecé a pasarle la mano por el pelo y a los quince minutos se quedó dormida tranquilamente. Me gustaba verla dormir, se veía tranquila por lo menos esta vez, porque cuando se quedó en mi casa no estaba nada tranquila.

Llevaba una hora mirando como dormía cuando entra mi abuela en la habitación con una cazadora en la mano y a Gabriela le empezaba a entrar algo de frío por lo que la tapé con la manta que a mí me sobraba.

"Hola mi niño, ¿qué tal te va?" preguntó la abuela "Bien abuela, de verdad, no hace falta que te preocupes. Mejor cuéntame si convenciste a mamá de que no viniese." pedí y asintió, haciendo que soltase todo el aire que estaba aguantando en mis pulmones "La convencí de que no viniese hoy, pero vendrá mañana." confesó "No puede venir abuela, armará un escándalo al ver a Gabriela aquí."

"Si, lo sé. Si no quieres que eso pase tendrás que convencerla de que se vaya para su casa." dijo y negué, porque no iba a ser nada fácil convencerla "Es complicado sacarle una idea de la cabeza cuando se le mete abuela." respondí "Me di cuenta, pero también tienes que darte cuenta de que en algún momento tu madre se tendrá que enterar de que estás con ella."

"Lo sé, y se lo pienso decir esta semana, pero no quiero que esté ella delante para que no le diga barbaridades." admití. No quería que se sintiese peor por algo que no debía ni preocuparse "No te preocupes que si eso pasa yo estaré para evitar que esta chica pase un mal momento. Por cierto, eres muy afortunado porque ella te haya perdonado, es una gran chica de las que quedan pocas."

"Lo sé abuela, soy el hombre más afortunado por tenerla." dije, mirando para Gabriela, la cual seguía durmiendo tranquilamente "Estaba muy preocupada por lo que te había pasado y no podía hablar de ello. Me dijo que estás así por estar con ella. ¿Me puedes explicar por qué lo dijo?" preguntó con curiosidad "Es largo de explicar abuela."

"Tengo toda la noche." respondió "Fue Carlos, fue él el que me rompió la nariz." Le conté todo lo que había pasado y ella dijo lo mismo que Gabriela y yo, que a Carlos algo le pasaba porque no era el mismo de hace un par de años y ella creé que no tiene nada que ver el que estuviese enamorado de Gabriela.

El resto de la noche la pasamos hablando hasta que nos quedamos dormidos los dos y se puede decir que es uno de los mejores días que he dormido en mi vida, con la persona que más amo a mi lado.

El Amor de mi Vida [Modificando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora