30 Días (Mystrade)

Día 3: "𝑀𝑎𝑙ℎ𝑢𝑚𝑜𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑛̃𝑎𝑛𝑎"

"Siempre te decepciono, estas destrozado en el suelo, y aun así siempre te encuentro a mi lado"

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Greg estaba oficialmente harto de su trabajo, todo ese molesto papeleo, los informes, los desagradables casos, trabajar por treinta y seis horas seguidas, sin duda estaba agotado, lo único que su desesperada cabeza pensaba era en llegar a su hogar y tirarse directo a la cama, y lo hizo, caminó con la poca fuerza física que tenía hasta la habitación que compartía con su novio Mycroft Holmes hace 8 meses.

Ese día más tarde el Holmes mayor hizo acto de su presencia en la lujosa y enorme casa, buscó a su amante en los cuartos del piso bajo hasta que finalmente lo encontró en su habitación, acaparando gran parte de la cama en lo que debía ser una incomoda posición para dormir, el pelirrojo lo movió con cuidado hasta acomodarlo correctamente sin despertarlo para que él también cupiera entre las sabanas, besó a Greg en la frente y cayó dormido rápido por su propio cansancio.

Al rededor de las cuatro de la mañana una discreta alarma despertó al político y sus movimientos al levantarse combinados con que el hombre encendiera la luz de la habitación despertó al peligris, quien no podía estar más molesto por la interrupción de su sueño, se cubrió el rostro con la fina manta de seda y murmuró un montón de cosas de las cuales Mycroft solo entendió: "Mierda Myc, apaga la luz maldita sea".

—¡Gregory! No hables así —Reprendió el otro

—Deja tus reproches por mi forma de hablar para después y apaga la luz, trato de descansar después de más de dos días trabajando sin parar —La voz del DI corría con demasiada irritación

—Entiendo querido pero tengo que alistarme ahora, no puedo hacerlo correctamente si no veo nada

—Vete al carajo —Si, había sido una respuesta muy impulsiva, pero el hombre no estaba pensando de manera correcta, el cansancio y el enojo le hicieron portarse como un idiota

Mycroft suspiró derrotado, tomó su ropa y todo lo que necesitaba, apagó la luz del lugar y salió de ahí con la idea de terminar de hacer lo que hacía en otra habitación, dejando por fin que su pareja descansara mejor.

Cuando el reloj marcó las siete de la mañana, casi tres horas y media luego de la partida del político, el mayor se levantó un poco recuperado, solo un poco, caminó hasta su armario y tomó la ropa que usaría esa mañana, la colocó en la cama, luego entró al baño a darse una ducha, veinte minutos después Greg salió del cuarto con una actitud más fresca, aunque todo se le vino abajo cuando vió una nota de Mycroft en la cocina que decía:

"Espero que tengas un lindo día"
MH

Mycroft, su Mycroft estaba teniendo ese lindo detalle de despedirse de alguna manera de el, cuando en la madrugada no pudo por su actitud estúpida, la culpa lo recorrió en un instante, quien se creía para hablarle como lo hizo a una persona tan maravillosa como lo era el pelirrojo, al final desayunó apresurado, llegó a su trabajo e hizo el papeleo sobrante, todo con la idea de como podía disculparse, pensó en una cena hecha por el mismo, su comida era buena y a su novio parecía encantarle, sin duda sería un gesto agradable.

Al salir del trabajo corrió al supermercado para comprar lo necesario, llegó a casa una hora después y preparó todo, confiando en que el trabajo de Mycroft no lo retendría más de lo normal para que así llegara a tiempo para la cena, y no se equivocó apenas término de cocinar el Holmes mayor entró a la casa caminando directo a la cocina guiado por el olor.

—Hola, yo... lamento mi comportamiento, fue estúpido lo se y...—Pero no termino de hablar por que sus labios se vieron envueltos en un cálido beso

—Gregory, te perdono