30 Días (Mystrade)

Día 2: "𝐶𝑜𝑚𝑝𝑎𝑟𝑡𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑏𝑎𝑡𝑖𝑑𝑜"

"Me muero por mostrarte todo lo que soy y es que hasta en mi inconsciente puedo darte amor."

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Era una tarde soleada, poco inusual en Londres, el día parecía perfecto para la reunión-cita que el DI y cierto político tendrían unas horas más tarde. Llevaban saliendo alrededor de cinco meses, revoloteando entre reuniones discretas en cafeterías, inicialmente para hablar de Sherlock aún que posterior y ya con más confianza se adentraron a conversar sobre aspectos casuales de la vida de ambos, se podría decir que eran amigos, con intenciones románticas de por medio.

Greg salía de Scotland Yard después del pesado papeleo de un caso, ansioso por ver de nuevo al hombre que lo hacia sentirse como adolescente, y es que si, estaba sentimentalmente atraído por el hermano de su peor pesadilla, dramáticamente hablando. Ni siquiera se dio cuenta de eso hasta que en algún momento Sally le mencionó la sonrisa estúpida que tenía después de que recibió un mensaje de Mycroft, y como no estar enamorado de él si el Holmes mayor definitivamente había sido un rayo de luz en su vida después del complicado divorcio por el que atravesó, debido a la infidelidad de su ahora ex esposa.

Llegó al establecimiento en donde siempre se veía con el pelirrojo y al mirarlo ahí sentado suspiró.

—Hola, lamento la tardanza —Se disculpó el peli-gris

—No se preocupe inspector, no me ha hecho esperar demasiado

—Habíamos quedado en que me llamarías Greg

—Por supuesto, Gregory —Mycroft sonrió apenas

En ese momento una mujer castaña con el uniforme del lugar se acercó a tomar su orden, Mycroft pidió té y una pequeña ensalada, mientras que Greg decidió cambiar su rutinario pedido ordenando una malteada de fresa y pay de manzana. Mientras esperaban iniciaron una conversación.

—Entonces, ¿volviste a hacer dieta? Hace tiempo que habías dejado de pedir solo una ensalada —En realidad Greg no preguntaba por molestar, en serio le preocupaba que Mycroft se matara de hambre por los comentarios molestos de Sherlock

—Me parece algo fiable, no he tenido el tiempo de hacer ejercicio últimamente

—¿Es por algo que dijo Sherlock? Dios, Mycroft te vez maravilloso, no hay necesidad de dietas

El hombre pelirrojo se sonrojó sutilmente.

—Gracias Gregory, es muy amable de tú parte

Después de eso la plática fluyó libre y trivial, unos minutos después la misma mujer les interrumpió para ofrecerles sus ordenes. Su habla no se retomó verbalmente pero las intensas miradas parecieron darle continuidad. Al final fue Greg quien habló de nuevo.

—Deberías probar esto, es muy bueno —Habló apuntando la malteada

El DI había pensado mucho en hablar y en lo que podía decir, finalmente eso fue lo que expresó, ese tipo de acciones tan íntimas no eran algo común entre ellos, pero quería saber de cualquier manera si había un indicio de que Mycroft le mirara como el lo hacía ¿Por qué no descubrirlo con acciones pequeñas? Era más sutil que preguntar. Por otro lado Holmes sonrió dulcemente, sonrojándose de nuevo al leer las intenciones de su acompañante.

El hombre elegante tomó la malteada y le dió un sorbo pequeño, para luego saborear la dulce bebida, todo mientras miraba fijo a Greg, quien sinceramente no podía estar más excitado.

—¿Pasa algo Gregory? —La expresión inocente en Mycroft hizo a Lestrade sentirse sofocado, ya tenía su respuesta respecto a lo que su amigo sentía por el.