Recuerdos

4.5K 235 69
                                    

El demonio caminaba a paso lento por la ciudad, no había luna pues todo el cielo estaba nublado, casi a punto de llover.

— ¿Será que va a llover? — Una pareja pasó por su lado hablando

— Sí, compren paraguas — Habló, su voz no era ronca, ni fina, era la voz de un joven de 15 años, edad en la que se estancó

— Oh... pero el pronóstico dice que solo estará nublado — La mujer que el hombre tenía entre sus brazos habló

— Huele a lluvia — Sin decir más siguió caminando.

¿Cuánto tiempo llevaba? ¿100 años? ¿Más? Hace mucho tiempo el tiempo no existía para él, se supone que había muerto junto a su esposa hace muchos años atrás, pero ahí seguía, convertido en un ser perfecto, un ser que no moriría por vejez, ni por cortes, ni por explosiones, ni aunque un cazador le cortase la cabeza, ni porque se quemara a sí mismo, ni aunque el sol de mediodía le diese en la cara.

No necesitaba comer, no necesitaba dormir, no necesitaba trabajar, era como un alma errante en un lugar donde no debe estar.

Pudo sentir el olor fétido de un demonio, uno bastante grande.

Se acercó y empezó a buscar calmadamente, miró el lugar, un callejón sin salida, más abajo un sótano.

— ¡Quiero... COMIDA! — El demonio saltó desde el sótano hasta él, antes de que lo tocara, con un simple movimiento de muñeca lo estampó contra la pared a su derecha

— Contrólate, ser inferior estupido — Empezó a caminar hasta este y le puso el pie en la cabeza, empezó a aplastarla — Ni en mil años podrás llegar a ser como yo, así que no intentes nada —

Quitó su pie de la cabeza y lo agarró por el cuello, miró la puerta del sótano destrozada hace unos momentos antes, de acercó a la entrada y podía sentir el inundante olor a sangre.

— ¿Hace cuánto deje de sentir eso? — Tiró al demonio dentro, con tanta fuerza que el piso donde cayó se agrietó — La piedad, el asco por la sangre, esos sentimientos... buenos —

Sintió el aura de un cazador cerca, así que se deslizó a máxima velocidad hacia la entrada del callejón.

Esperó hasta que vio al cazador, un hombre de unos 65 años, luego de este llegó otro más joven, ambos descendieron al sótano y en segundos cortaron la cabeza del demonio.

Salieron del sótano y continuaron corriendo por los techos de las casa, como sombras, sin sonido y apenas visibles por la oscuridad de la noche.

Él se acercó nuevamente al sótano, adentro el olor a cenizas se hizo presente, pero luego de un tiempo se fue deshaciendo hasta que quedó muy poco.

— ¿Cuando... deje de sentir miedo? — Suspiró y se dio la vuelta, la llovizna empezó a caer, el olor a lluvia se volvió más intenso y los pasos apresurados de las personas lejanas a él se escucharon.

Y ahí estaba, en medio de Tokio, en medio de los demonios, viendo como su familia asesinaba a entes como él, sin hacer nada, ya que eran como él, pero muy distantes.

[ • • • ]

— ¡Así no! — Takeo le daba una palmada a Zenitsu en la mano — ¡Así! — Tomaba la katana de practica con su mano y le daba ejemplo — Si quieres perfeccionar las dos ultimas técnicas así como Shigeru, tienes que tener un agarre muy bueno, si no la katana saldrá disparada —

Zenitsu solo asentía, sentía todos sus músculos ardiendo, pero seguía entrenando, realmente quería ser de ayuda.

— ¡No todo es fuerza bruta! — Shigeru miraba a Inosuke — ¡Haz tajos más limpios! —

Kimetsu No Yaiba Moderno T2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora