Kimetsu No Yaiba Moderno T2

¿Aliados?

Tanjiro estaba sentado en una silla al lado de Jhon y su hija, a unos metros a su lado derecho estaban sentados el Teniente General y el General.

Frente a ellos varios altos mandos y personas importantes del ejército estaban igualmente sentados.

Hablaban de tantas cosas y Jhon y Alice apenas y podían traducir las opiniones que daban las personas, parecía un juicio.

— ¡BLA WHA BLA BLA! — Eso era lo que oía Tanjiro, luego otro — ¡BLUWHA BLA BLA! — Era la respuesta, en verdad debía aprender inglés.

Luego de unos segundos, se entera gracias a Jhon y Alice que ese Bla wha bla bla era uno de los Coroneles dando su opinión de cómo castigar al Demon Slayer Japonés, también que el Bluwha bla bla era otro Coronel refutando diciendo que ese castigo no era suficiente.

Algo harto del tema Tanjiro quita la funda de su Katana que estaba amarrada a su cuerpo y la descarga con cierta fuerza en el piso. El piso se agrieta, Tanjiro traga saliva mientras pensaba qué problema podría causar eso, y los demás solo se quedan callados.

— ¡Puede que sea un Demon Slayer y sea un superhumano, pero nada le da derecho a agredir a los soldados Estadounidenses! — Era ahora un Teniente Coronel, era el que más gritaba y el que más lo enjuiciaba.

Harto de la voz incomprensible de ese hombre, Tanjiro se levanta y desenfunda su espalda, camina hacia el hombre y corta una pata de su silla, causando que se caiga.

— ¡Ya cállate hombre! — El hombre temblaba al ver la Katana desenfundada, bueno, todos temblaban pero más que nadie el Teniente Coronel.

Unos guardias se paran frente a él, él suspira y enfunda su espada, camina hacia su puesto pero el grito del hombre que estaba en el suelo lo hace parar.

— ¡AGARREN A ESE...! — Lleno de ira el Teniente Coronel apunta a Tanjiro.

— ¡Teniente Coronel Marris! — El Teniente General alza su voz — Lárguese —

— ¡P-PERO...! — El hombre en el piso mira al Teniente General

— ¡ES UNA ORDEN! — Impaciente al ver al joven pelirrojo tomar su empuñadura le grita — Ustedes, quítense del camino del Demon Slayer — Los hombres obedecen y dejan a Tanjiro pasar — ¿Son idiotas o qué? Si lo tomamos como enemigos fácilmente se puede hacer cargo de todos nosotros, no lo castigaremos, además es imposible ganarle ¡No sean imbéciles! —

Los que apoyaban que Tanjiro fuese castigado agachan su mirada.

— Los Demon Slayers ya no tienen confianza en los japoneses, si no nos ganamos su confianza ahora, otro país puede hacerlo y con ellos iniciar una guerra que podrían ganar fácilmente — El Teniente General sigue hablando

— No debería menospreciar así al Ejército... — Un Coronel habla

— Venció en segundos a una compañía, que hable el Coronel Foster — El Coronel Simmons habla.

— ¿Coronel Foster? — El Teniente General mira al nombrado

— Seis segundos — Suspira — Seis segundos le bastaron para noquear a 22 soldados y cortar 18 subfusiles haciéndolos inservibles — Foster mira al Teniente General — Posiblemente pueda aniquilar a un batallón en minutos —

— Es muy fuerte... — ¿Es humano? — Jesús... — Imposible... —

El General que había estado callado por fin habla — No lo castigaremos, aún no ha matado a nadie y espero que no lo haga, si fuese un enemigo ya estaríamos muertos, por ahora lo dejaré al cuidado del Coronel Simmons, veo que se lleva bastante bien con el Sargento... ¿Davis? — Mira a Jhon, este asiente — Con el sargento Davis, espero y colabore en conjunto al Capitán Eagles —

— Si señor — Jhon, Ian y el Capitán Eagles asienten.

Tanjiro escuchaba atentamente a Alice, que le decía todo lo que sucedía.

— Sargento Davis, Señorita Davis y Demon Slayer Tanjiro — El general los miraba — Retírense, pongan al tanto al Demon Slayer y si pueden denle tutorías en Inglés — El Sargento hace saludo militar, Alice solo se para firme y asiente y Tanjiro no entiende.

[ • • • ]

— D-Di-Di... ¿¡DICES QUE IMPUSO MANO DE HIERRO EN EL PENTÁGONO!? — Kaigaku hablaba por teléfono con sus compañeros de trabajo

— S-Si, noqueó a muchos soldados en la entrada del Pentágono, luego dentro a otros y me contó Davis-san que en la reunión de altos mandos hizo que todos se callaran y luego humilló a un Teniente Coronel — Soichi ríe en la línea — Él da muchísimo miedo —

Kaigaku suspira largamente y se recuesta en su cama — Le contaré eso a sus familiares, gracias por decirmelo — Luego de despedirse cuelga — ¡ZENIIITSU! —

Hace que su hermano menor llame en videollamada a los familiares y amigos del Cazador que estaba en los Estados Unidos.

— Que Nii-Chan hizo... — Nezuko no se la creía

— Dios mío... — El abuelo del joven ponía sus manos en su boca

— ¡Demuestra quién manda, Aniki! — Takeo sonreía orgulloso. Todos lo miran mal — ¿Qué? Que paguen por Hiroshima y Nagasaki —

Todos suspiran, aunque el padre del chico siempre parecía pensar.

— Kaigaku-san — Habla al telefono que está frente a todos ellos

— Dígame — Kaigaku que estaba al lado de Zenitsu no quita sus ojos del celular

— ¿Tanjiro sabe que nosotros estamos bien? — Kaigaku siente la sangre caer a sus pies — No ¿Verdad? — Kaigaku asiente — Si no se lo hacen saber seguirá actuando así, puede que crea que estamos muertos —

Kaigaku asiente varias veces — Vale, vale, les diré a mis compañeros que lo hagan — Hace una reverencia — Hasta luego —

Luego de despedirse, llama inmediatamente a su compañero Soichi.

Por otro lado, la familia del chico estaba algo tensa.

— ¿Y si nos toman como organización criminal? — Nezuko miraba preocupada a su papá

— Lo dudo... es más... — Mira la Katana que estaba recostada en una esquina de la sala — Creo... que nos tienen pavor —