Kimetsu No Yaiba Moderno T2

Entrenamiento

¿Como podría ayudar a sus descendientes?

Aunque era un demonio, esa pregunta no salía de la mente de Tanjiro.

No podía luchar con ellos, por razones de que él era un demonio y ellos cazadores, más que nada por imagen.

Podría entrenarlos, pero su imagen era muy mala, las marcas rojas eran demasiado visibles y horribles, quizás podría ocultándose o algo así... pero si era descubierto seguro y creían que él mentía o que los usaba, mejor no.

¿Apoyarlos monetariamente? Tampoco era mala idea... no, sería mimarlos mucho.

Entrenarlos... es un demonio ¿No?

Y diez años antes de que naciera el padre de Tanjiro pudo desarrollar la técnica de sangre llamada "Entrenamiento"

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Para el joven Tanjiro todo estaba oscuro, no oía nada pero podía sentir la presencia de muchos demonios, eran muchísimos.

— ¿¡Donde estoy?! ¡Hey! — Pudo sentir el olor del aire siendo cortado por una garra, pudo evitarla por los pelos — ¡¿Cuantos demonios hay?! —

Sintió el olor de la tierra siendo levantada por la garra que cayó al suelo, luego muchos olores de garras se hicieron presentes, todos abalanzándose sobre él.

Como pudo esquivó y salió de en medio de todos esos demonios, cuando pudo parar a oler con más detenimiento, pudo sentir el fétido olor de un demonio, el olor era asqueroso.

Hizo una arqueada para vomitar pero se contuvo — Esto... qué rayos... es —

El olor de los demás demonios se hizo lejano, como si hubiesen salido corriendo de ese olor asqueroso que había aparecido.

Toca su cintura y puede sentir su katana, no, no era su katana. El tacto era distinto, la longitud era distinta, el filo era mucho mayor.

Desenvaina y se pone en guardia, siente el olor de los ataques del demonio y los esquiva, espera a poder contraatacar y lo hace, pero es violentamente golpeado de frente por un puñetazo del demonio.

No veía nada, todo estaba oscuro ¿Cómo se podría enfrentar a ese demonio?

Aprieta los dientes y se levanta del suelo, esquiva el golpe que iba hacia su cabeza desde arriba de esta y rueda por el suelo.

La tierra!

Mira el suelo, no ve nada pero huele a tierra, le da una patada superficial al suelo y una nube de polvo se levanta.

Aunque el olor a polvo inunda su olfato, el olor asqueroso del demonio es mucho más potente.

Apenas siente que el polvo es partido por el olor del demonio, bloquea el puño con el filo de katana, partiendo el puño en dos.

Da un salto hacia atrás y carga una estocada, lo piensa bien y ataca con una postura.

Sin darle mucho tiempo a pensar, siente su cuerpo ser estrangulado por la invisibilidad del aire.

Había salido disparado a una velocidad mucho mayor a la que siquiera Shigeru puede alcanzar.

Da una vuelta en el aire apenas y siente que su cuerpo se puede balancear y afirma sus pies en la tierra, luego de deslizarse por unos metros más puede frenar el impulso.

No sabe el porqué de tanta potencia, pero tiene que aprender a manejarlo, toma aire y se da cuenta de una diferencia abismal.

— ¿Qué? ¿Estoy tomando mucho más aire? — Luego de tomar aire como por cinco segundos siente que sus pulmones están al maximo — Más aire... —

Empieza a cargar su habilidad más rápida, afirma sus pies en el suelo mientras se concentra en la absoluta oscuridad frente a él, siente sus pies ponerse ligeros, y ligeros, hasta un punto que apenas y siente que está apretando con fuerza su parte inferior.

Luego, con un suspiro pronunciado que no puede escuchar sale disparado hacia adelante, nuevamente siente el aire estrangular su cuerpo, blade su katana que corta maravillosamente el aire y siente apenas como si cortase un hilo.

Vuelve a afirmar sus pies sobre la tierra y voltea a ver hacia donde estaba el demonio, esperando no ver nada.

Y vaya sorpresa, no veía nada.

Pero podía sentir el olor de la ceniza en el aire, huele el alrededor, varios demonios corrían de manera alocada hacia él.

Carga una habilidad que nunca había usado en combate, pero había practicado para momentos como estos — Danza del dios del fuego, novena postura: Danza del dragón —

Sus pies empiezan a bailar junto a la inmensa cantidad de demonios que se lanzaban contra él, pasa en medio de estos a una velocidad considerable y los corta, y los corta, y los sigue cortando.

Sus cuellos son separados de su torso como mantequilla siendo cortada por cuchillo, no son nada para esa katana.

Pasan los minutos y el sigue cortando, van cinco minutos, van diez, van treinta, van cincuenta, luego pierde la cuenta.

Empieza a combinar todas las posturas menos las dos ultimas, no se siente cansado, no tiene necesidad de parar, simplemente corta.

No ve nada, pero corta.

No oye nada, pero corta.

Siente la carne de esos demonios ser cortada, y sigue cortando a los que estaban detrás de esos.

Huele el olor a ceniza que inunda el lugar, y sigue cortando.

Cuando sale de ese trance, abre los ojos, pero todavía no ve nada, los abre aún más, pero sigue sin ver nada.

Suspira, no sabe qué hacer.

El mundo transparente!

Alguna vez escuchó de su padre una historia, en esa historia contaban que los ojos del ser humano podían ver mucho más allá de lo que se ve a simple vista.

Si intenta ver ese "Mundo transparente"... ¿Podría ver algo?

Se concentra en su respiración, cierra los ojos, cuando los abre aún no ve nada, los vuelve a cerrar.

Hace eso durante media hora más, pero sigue sin ver nada.

No siente necesidad de apresurarse, así que simplemente lo sigue haciendo.

Luego de casi dos horas abriendo y cerrando los ojos, puede ver una chispa azul, se concentra en ella.

Respira, suspira, toma aire, suelta aire, cierra los ojos, respira, suspira, y al abrir los ojos se encontraba junto a un mar.

Mira a todos lados, pero solo ve agua — ¿Donde estoy? —

Mira su reflejo: Ahora tiene una marca.