Capítulo 6:
Cuando por fin Finn se calló se dio cuenta de el silencio reinaba en el lugar incluso el público estaba en silencio, Finn bajó la mirada avergonzado, al cabo de unos segundos el público empezó a murmurar con emoción, expectación o admiración. Cuando Finn logró encontrar el suficiente valor para levantar la vista hacia Prim y mirarla por primera vez, mirarla por primera vez desde su arrebato de valentía en el cual había gritado a los cuatro vientos sus sentimientos por ella, esos sentimientos que nadie había sospechado que existieran durante cinco años, hasta hoy cuando Peeta le había susurrado si sentía algo por su hija y él lo había confirmado con sus ojos y ahora lo acababa de confesar delante de la televisión nacional, delante de todo el mundo. Cuando sus ojos verde conectaron con sus ojos azules. Finn vio lágrimas en sus ojos azul celeste pero no de felicidad eran de rabia; también vio la mirada de una persona herida y ella dijo con la voz entrecortada mientras unas lágrimas resbalaban por sus mejillas:
- ¿Como has podido hacerme esto?
Dejo caer sus zapatos los cuales llevaba en sus manos ya que le dolían los pies y salió corriendo de allí dejando a Finn solo ante la multitud. Finn instintivamente cogió los zapatos plateados del suelo y salió corriendo de ese escenario. Zenda se quedó estupefacta al ver tal escena y cuando logró recobrar la compostura dijo:
- Vaya... Nunca había visto nada así... Ha sido algo impactante y totalmente románticos y me gustaría saber el desenlace de esta historia pero nuestra pequeña Julieta ha salido corriendo de aquí antes de darnos una respuesta... Pero lo sabremos dentro de dos días cuando estos tributos sean lanzados a la arena. ¡Buenas noches Panem!
Finn corrió tras Prim, a través de calles hasta llegar al hotel ni se tomó el de subir por el ascensor y corrió tras ella por las escaleras cuando llego a su planta ella se encerró en su cuarto cuando, Cuando Fiin llegó justo delante de la puerta de la chica escuchó como ella echaba el pestillo evitando que él entrara; entonces él empezó a tocar la puerta con fuerza mientras gritaba:
- ¡Prim abre la puerta!
Ella seguía sin responder y él volvió a tocar solo que de manera más suave y con voz más baja e incluso suplicante:
- Prim... Por favor... Abre la puerta...
Prim si que le contestó esta vez, le contestó con la voz rota y entrecortada:
- No me llames Prim... Después de lo que has hecho no tienes ningún derecho a llamarme Prim...
Fin ya prácticamente se había derrumbado y ahora que había escuchado la voz de Prim, tan frágil, tan herida, tan rota; le costaba no perder el control y empezar a sollozar con fuerza pero lo que ya no podía controlar desde hace rato eran las lágrimas que caían de sus ojos y dijo con voz débil:
- Sal al menos para que te de el zapato...
Prim dijo entre sollozos ahogados:
- No lo quiero... Haz lo que quieras con él... Quémalo, rompe lo haz lo que quieras con él... Me da igual...
Al final se dio por vencido, no sabía que había dicho o hecho, que la hubiera hecho sentir de esa manera pero lo que si sabía es que ella no sentía lo mismo pero un simple no habría bastado. Cuando la puerta de su cuarto se cerró completamente se derrumbó completamente y allí se quedó totalmente derrumbado en su cama lloró, lloró hasta que los tentáculos del sueño lo atraparon y lo arrastraron a la tierra del sueño.
Los dos días siguientes fueron iguales, lentos y silenciosos. Prim intentaba evitar a Finn con toda su alma pero siempre coincidían cuando él salía del entrenamiento al anochecer ella entraba y se pasaba toda la noche entrenando; él iba al amanecer a entrenar y ella volvía.
La noche anterior del día que iba a ir a la arena Finn vio salir a Tigris del cuarto de Prim; él sin pensarlo se dirigió a la puerta de Prim y le dijo a Tigris:
- ¿Como está?
Tigris se cruzó de brazos y preguntó retoricamente:
-Como crees que está después de haberle soltado semejante bomba, delante de todo el mundo y por encima antes de ser lanzados a la arena...
Finn bajó la mirada preguntó con un hilo de voz:
- ¿Puedo entrar a verla?
Tigris empezó a caminar hacía su propio cuarto y cuando estaba parada ante su puerta dijo:
- Poder puedes... Pero estás dispuesto ha hacerlo...
Y entró a su cuarto. Finn iba a entrar pero al posar una mano en el pomo se preguntó si quería verle, si iba a echarle de allí, que vería en esa habitación... No podía contestar a ninguna de esas preguntas pero lo que si sabía es que si abría esa puerta violaría su intimidad y ella nunca lo perdonaría.
A la mañana siguiente sería al día que los lanzarían a la arena.

ESTÁS LEYENDO
✔ᴠᴜᴇʟᴛᴀ ᴀ ʟᴀ ᴀʀᴇɴᴀ✔
ФанфикAños después de la revolución se convocan unos nuevos Juegos del Hambre. Una Mellark-Everdeen y un Odair-Cresta en la arena. Ambos tienen un objetivo en común y no están dispuesto a salir el uno sin el otro. ❝Una antigua historia se repite y está em...