Dos días después Soonyoung fue a dejar a los mellizos a su casa, aprovechando para hablar un poco con sus amigos ya que MingHao se había quedado en casa cuidando a Renjun quien al parecer había enfermado.
Soonyoung se quedó en la casa de los Hwang por una media hora y luego tuvo que irse ya que recibió una llamada de MingHao diciéndole que Renjun estaba empeorando, así que antes de irse, los Hwang le dieron las gracias por cuidar a sus hijos y le dijeron que si Renjun empeoraba y ellos podían ayudar en algo no dudara en llamarlos.
Cuando los mayores volvieron con sus hijos, MinHoo se encontraba al borde de las lágrimas al saber que su novio se encontraba enfermo y que estaba empeorando.
–Minnie, cariño no llores– el rubio se acercó a su hijo para darle un abrazo, abrazo que fue correspondido por el menor– Ya verás cómo en unos días Junnie va a mejorar.
–Si Minnie, tal vez sólo sea un resfriado, Junnie estará mejor dentro de poco– el Hwang mayor se acercó a su hijo y dió caricias en su cabello en un intento de calmarlo.
La chica Hwang no dijo nada y sólo se acercó a su hermano para abrazarlo, ya que ella también se encontraba preocupada por su amigo.
Estuvieron así por unos diez minutos en los que el menor de los Hwang se tranquilizó y le hizo caso a sus padres.
–¿Que les parece si vamos al parque? Para despejar un poco la mente– el mayor de los Hwang miró a sus hijos esperando una respuesta.
Los niños asintieron emocionados y fueron a sus habitaciones para arreglarse un poco antes de salir.
–Llamaré a MingHao en la tarde, para preguntar por la salud de Renjun– dijo el rubio tomando la mano de su esposo– Y podemos ir con los niños a visitarlo luego de que salgan de la escuela.– el mayor asintió a lo dicho por su esposo.
–Espero que el pequeño se ponga bien, y ojalá MingHao no lo esté asfixiando con sus cuidados excesivos– ambos mayores rieron al imaginar a su amigo cuidando a su niño.
Los mellizos volvieron al lugar en el que se encontraban sus padres, mostrándose felices por poder salir todos juntos.
–Vamos papá Jin, quiero jugar en el parque– la pequeña jalaba la mano de su padre para que se apresura a llegar, mientras que el pequeño hacia los mismo con Innie.
Algo que ambos padres aprendieron con el tiempo, era que sus hijos tenían un favorito aunque fuera por un poquito. El favorito de HyeMin era Hyunjin, desde su nacimiento ella siempre fue más apegada a Hyunjin aunque claro que amaba con todo su corazón a su papá Innie, por eso el menor nunca había llegado a sentirse mal.
Por otro lado el favorito de MinHoo era Jeongin, al igual que la chica con Hyunjin, este desde bebé siempre fue más apegado a su papá Innie, pero el menor también amaba con todo su corazón a su papá Jin, y por esta razón nunca hubieron rivalidades entre ambos padres.
Al llegar al parque, los niños salieron corriendo a los juegos que se encontraban en este mientras los mayores se sentaban en una banca para poder vigilarlos.
–Aún no entiendo de dónde es que sacan tanta energía, es que miralos– el menor señaló a sus hijos– acaban de volver de jugar todo el fin de semana, y con Soonyoung, deberían de estar cansados pero no lo están– aquel comentario del menor hizo que el pelinegro soltara una carcajada, ganándose que el rubio lo fulminara con la mirada.
–Son niños Innie, es normal– dijo el mayor con obviedad, ganándose un golpe en el hombro por parte de su esposo– aunque también me sorprende que llegaran con tantas energías luego de un fin de semana con Soonyoung– ambos chicos se miraron y luego rieron sonoramente, mientras sus hijos los miraban desde lejos con unas sonrisas en sus rostros.
–Nuestros papás son los mejores, Minnie– la mayor abrazó a su hermano suavemente.
–Lo sé Hyennie, son los mejores– ambos sonrieron por última vez en dirección a dónde se encontraban sus padres y siguieron jugando.
Ambos mayores siguieron prestando atención a sus hijos y de vez en cuando hacían bromas y malos chistes sacándole risas al contrario.
–Oye Innie– llamó la atención de su esposo el cual posó su mirada sobre él– ¿A ti te gustaría tener otro bebé?
El menor quedó en shock por un momento al escuchar las palabras de su esposo, el cual tuvo que hacerlo reaccionar moviendo un poco su cuerpo.
–Yo... Si me gustaría Jinnie, sería muy bonito volver a vivir la experiencia de cuidar un pequeño bebé, tal cual como hicimos con los gemelos– el menor sonrió y recostó su cabeza sobre el hombro de su esposo quién tenía una gran sonrisa adornando su rostro.
Ya al medio día, decidieron que era hora de almorzar. Así que salieron del parque y fueron hasta un restaurante que se encontraba a unas calles de este.
Al entrar escogieron una mesa un poco apartada de las demás para tener un momento en familia tranquilo. Una mesera se acercó a tomar sus órdenes, y con una sonrisa coqueta comenzó a coquetearle al pelinegro el cuál solo puso una mueca de asco.
–Disculpe señorita, le pido con todo el respeto que se merece que porfavor no haga estas cosas ya que no son de mi agrado, y menos frente a mí esposo y mis hijos– puso una cara sería mirando a la chica– y porfavor tome nuestras órdenes o pídale a otro de sus compañeros que lo haga, ya que vinimos a comer no a ver imprudencias cómo esta– la chica asintió avergonzada y se retiró luego de una reverencia, pidiéndole a su compañero que por favor les tomara su orden.
El mesero llegó y tomó las ordenes de la familia amablemente y se retiró diciéndoles que unos minutos traerían lo que pidieron.
–Wow papá Jin, nunca te había visto tan serio– comentó la chica Hwang mirando asombrada a su padre.
El menor de todos lo miraba igual pero luego los niños soltaron una risa y continuaron platicando entre ellos.
Todo parecía ir bien, pero al fijar la vista sobre su esposo, se dió cuenta de que Jeongin estaba serio y casi no hablaba. Se preocupó mucho al ver así a su esposo, así que tomó su mano para que este le prestara atención.
–¿Que sucede, Innie?– el mayor entrelazó sus dedos con los del chico y siguió con su mirada de preocupación.
–No es nada Jinnie, es solo que aún sigues llamando la atención de todos y... Me da miedo que aún puedas encontrar a alguien mejor que yo– el menor bajó la mirada hasta el piso suspirando.
El pelinegro puso su mano en el mentón del menor y levantó su cara para que lo mirara a los ojos.
–Innie, nadie es mejor que tú, ni por mucho que llegaran a intentarlo nadie se puede comparar a tu perfección– acarició la mejilla de su esposo con ternura–, a los únicos que amo son a ti y a nuestros hijos, y esto siempre será así hasta el fin de mis días– estas palabras hicieron al menor sonreír con ternura y se acercó a su esposo juntando sus labios en un suave beso, escuchando los suspiros enternecidos de sus hijos al fondo.
–Definitivamente nuestros padres son los mejores– hablaron los mellizos Hwang al mismo tiempo, causando una risa en ellos y en sus padres.
Luego del almuerzo decidieron volver a casa ya que los niños se encontraban cansados por el fin de semana y el tiempo que estuvieron jugando en el parque.
Al llegar los mellizos fueron corriendo a sus habitaciones para poder dormir, dejando a sus padres en la sala recostados en el sofá, viendo una película a la cual no le prestaron nada de atención porque al final se quedaron dormidos en el transcurso de esta, abrazándose con ternura para estar más cómodos.
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Holaa, espero les gustara el capítulo 😊
Y también por si no lo notaron hay portada nueva! La cual fue hecha por tudiosabb, muchas gracias❤️
Bueno esto es todo por hoy, nos leemos luego.
Adiós 💖
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Ventajas de tener mellizos [HyunIn]
FanfictionDespués de el nacimiento de los traviesos mellizos, Hyunjin y Jeongin empiezan a analizar su comportamiento intentando buscar las mejores ventajas de tener mellizos, ellos los amaban, pero esos niños solían sacarlos de quicio... 🍓Segunda temporada...