Ventajas de tener mellizos [HyunIn]

Especial familia Park

Mingi y Yunho habían visto un cartel del nuevo parque de diversiones saliendo de la escuela, estuvieron investigando un poco más sobre este y quedaron maravillados con todas las atracciones que se encontraban en el lugar.

Ambos chicos estaban decididos a convencer a sus padres para que fueran a aquel parque, esperaban que su plan saliera a la perfección, Yeosang era fácil de convencer ya que el rubio amaba divertirse con sus hijos haciendo ese tipo de cosas, SeongHwa era el verdadero reto, el mayor amaba a sus hijos y amaba que estuvieran felices y se divirtieran, pero no era muy fan de lugares como ese.

Así que esa semana pusieron en marcha su plan de convencer a sus padres para ir al parque de diversiones.

–Papá Sangie, deja te ayudo con eso– el menor de los hermanos comenzó a lavar los platos que su padre pensaba lavar.

El mayor sólo lo miró con algo de desconfianza y asintió, saliendo de la cocina para poder ir a lavar ropa, pero cuando estaba apunto de hacer eso el mayor de sus hijos apareció.

–Papá, deja eso, yo lo haré– el mayor volvió a asentir con algo de desconfianza y decidió ir a buscar a su esposo.

Fue a su habitación, donde se encontraba SeongHwa descansando un poco, los últimos días habían estado pesados en su trabajo y Yeosang le había dicho que descansara un poco y no se preocupara por el orden en casa, que el lo tendría todo bajo control.

Al ver a su esposo descansando tan plácidamente solo atinó a dar suaves caricias en su cabello con una sonrisa, y luego de estar así unos minutos dejar un beso en la frente del mayor para salir de allí.

Al volver a la sala se encontró con sus hijos haciendo la limpieza de la sala de estar, los miró con una ceja alzada y se acercó a ellos para llamar su atención.

–Bien, ¿Que se supone que hacen?– ambos chicos lo voltearon a ver con una sonrisa.

–Estamos ayudándote con la limpieza, papi– respondió el menor junto con un asentimiento por parte de su hermano.

–Esto es raro, ustedes nunca ayudan con la limpieza amenos que SeongHwa los obligue– ambos chicos se pusieron nerviosos–. Bien, ¿Que es lo que quieren?

–Amm... Verás... Abrieron un nuevo parque de diversiones y queremos ir– dijo el mayor de los hermanos un poco nervioso, Mingi sólo asintió mientras miraba a su padre.

–Ohh, chicos saben que por mí no hay problema con eso, no debieron hacer todo esto, pero igualmente gracias– el mayor le sonrió a sus hijos, los cuales le devolvieron la sonrisa–, pero saben que al que deben convencer es a papá Hwa.

Eso bastó para que la sonrisa de los niños desapareciera, convencer a SeongHwa sería difícil, amenos que Yeosang les ayudara con eso.

–Papá Sangie, ¿Podrías ayudarnos con eso?– preguntó el menor un poco tímido.

–Está bien, lo haré. Pero espero que enserio sea un buen parque, porque será difícil convencer a papá Hwa– ambos niños celebraron haciendo que su padre sonriera.

–Te aseguró que lo es, papi. Mingi y yo estuvimos investigando más y se ve que es grandioso– se podía ver qué ambos niños estaban emocionados con sólo escuchar la forma en que hablaban.

–Bien, cuando papá Hwa despierte intentaré convencerlo, por ahora veamos una película los tres– los chicos asintieron y en menos de cinco minutos ya se encontraban los tres recostados en el sofá mientras buscaban alguna película.

SeongHwa despertó aproximadamente una hora después, bajando a la cocina por un poco de agua y de paso saludando a su esposo y a sus hijos, en lo que volvió a subir a la habitación Yeosang le dijo a sus pequeños que iría a convencer a SeongHwa y que lo esperaran ahí.

–Cariño...– saludó el rubio mientras entraba a la habitación y cerraba la puerta tras el.

–¿Que sucede Ye-?– el mayor se vió interrumpido ya que unos labios se posaron sobre los suyos de forma agresiva.

El mayor tomó la cintura de su esposo y lo sentó sobre su regazo mientras correspondía el beso. Cuando les comenzó a faltar el aire ambos se separaron del otro mirándose a los ojos.

–¿Que fue todo eso?– preguntó el mayor.

–Los niños y yo queremos ir al nuevo parque de diversiones, ¿Nos llevas?– el rubio sonrió.

–Yeo, sabes que no me gustan ese tipo de luga- – nuevamente fue interrumpido por los labios del rubio sobre los suyos.

–¿Nos llevas?– volvió a preguntar el rubio luego de separarse del mayor.

SeongHwa solo rodó los ojos y asintió lentamente, viendo la emoción del rubio frente a él.

–Bien, pero tienes que darme muchos besos– el rubio asintió repetidas veces y volvió a juntar sus labios, esta vez un poco más lento disfrutando de los labios ajenos.

Por eso ahora los cuatro integrantes de la familia se encontraban frente a las puertas del parque de diversiones.

Mientras SeongHwa compraba las entradas, Yeosang y los niños observaban todo maravillados y con un brillo en los ojos.

Entraron al gran lugar mirando detenidamente cada atracción que había allí. Decidieron empezar con atracciones tranquilas y luego irían a las que tienen un poco más de adrenalina.

Fueron a los autos chocones, y a una pista de autos que había en el parque, luego decidieron ir a aquellos juegos en los que podían ganar premios, descubriendo que SeongHwa era muy bueno en ellos ya que ganó un premio para cada uno.

La tarde pasaba rápido entre cada atracción a la que subían, decidieron ir a la montaña rusa antes de comer, ya que los mayores no querían que sus hijos terminaran devolviendo lo que comieron en la atracción.

Luego de subir a la montaña rusa y que SeongHwa saliera de la atracción apunto de desmayarse, fueron a un puesto de hamburguesas que había en el parque, comiendo entre risas y comentarios sin sentido por parte de los menores.

Al terminar decidieron que para terminar con su estadía en el parque irían a la rueda de la fortuna, desde allí se podía ver todo el parque y era una vista demasiado hermosa para todos.

Al volver a casa los menores le agradecieron a sus padres y con un último beso en la mejilla se dirigieron a sus habitaciones para descansar.

Mientras que los mayores también fueron a su propia habitación para poder dormir un rato antes de ir a tomar un baño.