Especial familia Kwon

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El aniversario de MingHao y Soonyoung cada vez estaba más cerca, y los padres del menor los habían invitado a China para poder celebrarlo. Aunque al principio no estaban seguros de aceptar la oferta ya que debían hacer bastante papeleo para poder salir del país, además de pedir permiso en sus trabajos y en la escuela de Renjun para poder faltar esos días. Pero al final los padres del menor lograron lograron convencerlos del viaje, así que comenzaron a hacer todo lo necesario para esto.

MingHao se encontraba con Renjun empacando las maletas del menor, mientras que Soonyoung empacaba la propia ya que el chino no confiaba en que el mayor empacara la suya también.

El chino y el pequeño se encontraban teniendo una agradable plática de cómo iba la relación de este con el menor de los mellizos Hwang, hasta que se vieron interrumpidos por el sonido de la puerta de la habitación, indicando que alguien había entrado.

—Hola, bebés— saludó el mayor sentándose a un lado de MingHao, en la cama de Renjun.

—Hola, papá Soon— el menor le dedicó una sonrisa a su padre luego de que este le diera un pequeño beso en su mejilla.

—Hola, Soonie— el chino dejó un tierno beso sobre los labios de su esposo.

—¿De que hablaban, mis pequeños chinos?— todos soltaron una suave risa por la forma en la que los llamaba el mayor.

—Injunnie me estaba contando cómo va su relación con MinHoo— respondió con tranquilidad el chino, viendo cómo su esposo formaba un pequeño puchero.

Soonyoung era un padre bastante celoso, no le gustaba que su hijo pasara tanto tiempo con el menor de los mellizos ya que sentía que sería reemplazado fácilmente, apesar de que MingHao le repitiera todo el tiempo de que su hijo jamás lo reemplazaría.

—Si papi, Minnie es un amor, es la cosita más adorable que hay— dijo el menor bastante feliz, haciendo que el mayor dejara ver una pequeña sonrisa.

—Pero apuesto que no es más adorable que papá Hao— con esto, el chino mayor se sonrojó, dándole un suave golpe a su esposo en el brazo.

—Deja de decir estupideces, Kwon— el mayor soltó una risa y besó la mejilla de su esposo.

Y así pasaron toda la tarde, con el manos contándoles anécdotas y los mayores aportando poco en las charlas, aunque casi siempre Soonyoung salía con algún comentario gracioso que hacía estallar a risas a toda la familia.

Al día siguiente los tres ya se encontraban abordando el avión que los llevaría a la tierra natal de MingHao, este se encontraba muy emocionado por poder volver a China unos días y visitar a su familia.

Al llegar al aeropuerto en China lo primero que hicieron fue ir por sus maletas y hacer el papeleo correspondiente antes de poder tomar un taxi para ir a la casa de los padres del castaño.

Al llegar fueron recibidos con grandes sonrisas y muchos abrazos por parte de los mayores, los cuales ayudaron a guardar sus maletas en las habitaciones. Estuvieron un rato hablando con los mayores pero poco a poco comenzó a darles sueño ya que venían candados del viaje así que Soonyoung y MingHao fueron a la habitación que compartirían, mientras que Renjun iba a su propia habitación.

Cuando la pareja entró a la habitación se lanzaron a la cama que se encontraba en el medio de esta, al ya estar en la cama comenzaron a darse besos cargados de ternura que les sacaban una sonrisa a ambos. Así estuvieron un bueno tiempo antes de caer dormidos y felices, más que todo MingHao por volver a su país natal.

Los tres despertaron a la hora de la cena, fueron a la cocina en la cual los mayores tenían todo preparado para los otros tres, cenaron entre anécdotas, charlas y chistes por parte de todos, hasta que se hizo tarde y ya tenían que ir a dormir ya que el aniversario de MingHao y Soonyoung era al día siguiente y MingHao le había dicho al mayor que irían a conocer un poco más de china por su aniversario.

Aunque MingHao había nacido en Haicheng y se había criado ahí, aproximadamente un año después de que él se fuera a Corea sus padres se mudaron a Pekín, así que el también tenía mucho por conocer junto a Soonyoung.

Ambos adultos despertaron por un rico olor que desprendía de la cocina y llegaba a su habitación, se levantaron de la cama para poder ir a ver y cuando lo hicieron se encontraron con los padres del chino y con su pequeño hijo preparando el desayuno.

Los otros tres los felicitaron por ya sus catorce años de casados y ellos les dedicaron una linda sonrisa.

—Feliz aniversario, HaoHao— el mayor rodeó la cintura de su esposo con sus brazos.

—Feliz aniversario, Soonie— el chino juntó sus labios suavemente.

Cuando terminaron con el desayuno fueron a arreglarse para poder salir, al principio habían querido salir los tres junto con Renjun, pero el menor se negó diciendo que ese era su día especial y que tenían muchos días más para salir los tres juntos.

Caminaron un poco por las calles de Pekín, Soonyoung mirando todo su alrededor asombrado mientras que MingHao solo lo miraba a él con una sonrisa tierna. Fueron a algunos parques y centros comerciales, y cuando ya anochecía fueron a un restaurante para poder cenar juntos.

Al entrar se sentaron en una mesa algo apartada de las demás y pidieron su arden, ambos se encontraban tomados de las manos mientras esperaban.

—Gracias por estar junto a mí tantos años, Hao— el menor posó su vista en el mayor con una sonrisa—. No sé qué sería mi vida sin ti y sin Renjun, te amo mucho mi pequeño Chino.

MingHao soltó una suave risa por lo último y dió un suave apretón en la mano de Soonyoung con ternura.

—Yo también debo agradecer, Soonie. Gracias por amarme, por cuidarme y por haber estado a mi lado apesar de todo— el mayor sonrío, haciendo qué sus ojos se volvieran dos líneas—. Renjun y tú son lo más preciado que tengo, te amo Kwon Soonyoung.

Ambos se miraron en silencio con amor, hasta que llegó la mesera con su orden. Comieron entre chistes y risas por parte del mayor y con MingHao diciéndole de vez en cuanto que bajara un poco la voz.

Al volver a casa Renjun los recibió con un abrazo antes de ir a dormir, ya que al siguiente día saldrían los tres.

Por sugerencia de los padres de MingHao, decidieron ir al parque Beihai. El lugar era muy bello a los ojos de los tres y aprendieron muchas cosas nuevas, bueno, MingHao y Renjun quienes eran los que entendían Chino, mientras que Soonyoung escuchaba todo con una cara de confusión.

Pasaron todo el día en aquel parque, conociéndolo cada vez un poco más. Todos disfrutaron su estadía allí, más que todo MingHao y Renjun ya que se divirtieron mucho al ver como Soonyoung intentaba hablar en Chino.

Y el resto de días pasaron así como ese, llendo a visitar nuevos lugares ya fuera sólo los tres o acompañados de los padres del chino. Hasta que el día de volver a Corea llegó, con una promesa por parte de los padres de MingHao de ir a visitarlos en las fiestas.

Todos los integrantes de la familia disfrutaron mucho su viaje y se hicieron la promesa de volver a hacerlo para pasar memorables momentos en familia.

Ventajas de tener mellizos [HyunIn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora