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La canción que siempre sonaba en las mañanas de un día a otro dejó de hacerlo, no era porque no quisiera oírla, si no porque quien la ponía ya no estaba ahí para hacerla reproducir mientras cocinaba con una sonrisa radiante en el rostro.

Eso le dolía, demasiado, pero no iba a dar marcha atrás.

Porque ello significaba que esa persona estaría feliz en la intimidad de su propio departamento y ambos podrían hacer funcionar su relación.

Era tiempo de dejarlo ir, por mucho que doliese, por mucho que llorase, lo amaba tanto que precisamente por eso lo iba a dejar, porque serían todo pero no perfectos y menos juntos, se amaban tanto que cada que miraran al horizonte, verían con amor porque les recordaría al otro.

Si, era tiempo.

it's timeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora