One Shots Zodiacales

Algodón De Azúcar

💫 Virgo m x Escorpio h 💫

Virgo pov.

Hoy, es hoy; por fin podré volver a ver a Escorpio desde hace un año que sé había ido.

Él y yo somos novios, comenzamos a hacerlo antes de que él se fuera a España a seguir estudiando. Hemos mantenido nuestra relación a distancia.

¿Fue difícil? No voy a mentir, fue un maldito infierno, pero nuestra relación pudo superar todo los inconvenientes.

Ahora estaba aquí esperando a que fuera abierta la puerta donde llegan todos los pasajeros que vienen de su vuelo.

Este año había sido eterno para mí, sin tenerlo a mi lado, problemas tanto en casa como fuera de ella.

Hasta había intentado cerrar ciclos tiñendome el cabello y haciéndome un tatuaje.

Y como es evidente, mis padres casi me asesinan en el instante que me vieron, no entiendo el porqué de sus actitudes, yo ya soy mayor de edad y es algo que puedo hacer sin su consentimiento pero ellos no piensan igual.

En ello se abren las puertas del aeropuerto donde pasan los que acaban de llegar, busco a Escorpio con la mirada pero hay demasiadas personas saliendo a la vez que no me lo permiten.

Pasan unos minutos más y sigo sin verlo, creó que me dará un ataque de ansiedad, no podía respirar bien y sentía que todo daba vuelta a mi alrededor.

En eso veo a Escorpio pero no de la forma que yo esperaba, pero al menos agradezco que me haya sacado de esa situación.

Me llevó a un lugar retirado de esa multitud, nos sentamos en una banca del lugar y ayudó a que me tranquilizará.

Una vez esto pasó, él simplemente se levantó de dónde estaba y me abrazó, como es de esperarse correspondí ese abrazo.

Sentí que necesitaba desde hace mucho ese abrazo, sentía como mis problemas se desvanecían y sólo pensaba en Escorpio, sin verlo desde tanto tiempo, ya estaba aquí justo enfrente de mi mientras me soltaba del abrazo me acariciaba la mejilla.

– Te extrañé tanto enana. – La verdad soy de una estatura promedio pero comparada con la altura de él si quedaba enana a su lado.

– Ya te he dicho que no estoy enana. – Él como la persona madura que es, empezó una guerra de cosquillas.

– Si lo estás enanita. – Las cosquillas siguieron, yo no paraba de reír y en un momento a otro yo quede acostada en la banca y el arriba de mí.

Que pensarían las personas que estaban pasando por ahí, pero agradezco que no nos hayan interrumpido.

Traté de hablar pero como él seguía con las cosquillas no pude, él se acercó a mí y me besó, fue un gran beso, no fue con pasión sino con ternura.

Me sentía con 16 años otra vez, las marriposas en el estómago aparecieron otra vez, estaba enamorada de él, y sé que eso no lo ocasionó las cosquillas, lo ocasionó Escorpio, él y su forma de ser que me enamoró.

– Por cierto enanita, me gusta tu algodón de cabello. – Decía mientras me despeina mi cabello.

– Necesita otro retoque o se seguirá viendo como algodón de azúcar. – Dije quejándome, tenía que estar retocando mi cabello constantemente y era lo único que me molestaba de mi look.

– Pues a mi me gusta el algodón de azúcar, pero más la dueña. – Dicho eso me volvió a besar.

En definitiva me había enamorado de Escorpio, y todos los días que estaba con él sentía esas famosas mariposas en el estómago, y creó que me gusta, me gusta que me haga olvidar de todo y sólo sentir que somos solo él y yo.