VI

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Las horas pasaron en el Reino Celestial, y por cada minuto que pasaba la preocupación de Ludociel por su hermano solo aumentaba.

Desde que Mael había llegado, se había encerrado en su habitación, no salía para nada, ni aunque el pelinegro lo llamará para comer. Esto ya le preocupaba demasiado al mayor, su hermano jamás rechazaba la comida.

Una vez hubo ordenado todo y guardado cuidadosamente la parte de la comida que le correspondía a Mael, Ludociel suspiró profundamente cuestionandose internamente, ¿cómo le preguntaría Mael lo que le inquietaba? Y lo más importante, ¿quién era la persona con la que salía su pequeño hermano?

A paso lento se dirigió a la habitación de su hermano, tocó la puerta, pero como veces anteriores no recibió respuesta alguna.

Mael por su parte no quería ver a  nadie al menos de momento, aún se encontraba por lo que había ocurrido con Eirian más temprano. Su hermano le había insistido varias veces para que saliera de su habitación, pero simplemente no quería hacerlo.

- Mael abre la puerta de una vez o entraré a la fuerza -oyó decir a Ludociel del otro lado de la puerta- vamos Mael, me preocupas -

- ¡Solo déjame, hermano! -Dijo el peliplata aún hecho bolita en un rincón de su cama-

Ludociel suspiró pesadamente y con algo de fuerza, logro abrir la puerta de un potente golpe.

- ¡¿Pero qué...?! ¡Ludociel! -Reclamó con algo de rabia Mael al ver que su hermano había entrado de ese modo- te dije que no entrarás -

- Y yo te dije que lo haría por la fuerza si no me abrías -dijo el mayor acercándose a su hermano y sentándose a su lado, observando la bola con cabellos peliplatas a su lado- ¿Me dirás ya que te pasa? ¿Alguien te hizo algo? Si fue así dímelo y yo--- -

- Nadie me hizo nada, hermano -dijo Mael y soltó un suspiro- no te preocupes, ¿si? -Dijo tratando de que su hermano no siguiera sospechando, pues no estaba seguro de que haría su hermano si se enteraba de su relación con Eirian-

- Mael... ¿A dónde vas los días que sales del clan sin decirle a nadie? -Preguntó directamente el pelinegro con su seriedad característica, sin embargo Mael no respondió- ¿A dónde vas? ¿Y por qué llegaste hoy con tu ropa con manchas de algo negro? -Preguntó nuevamente, recibiendo la misma contestación, nada- Mael responde -

- ¡No es nada! Solo voy a patrullar, deja de hacer preguntas -contestó rápidamente el peliplata-

- Se que me estás mintiendo Mael -dijo con seriedad el azabache y Mael lo miro con sorpresa- te seguí y te vi reunirte con alguien -explicó el mayor-

Mael frunció el ceño al oír a su hermano, ¿acaso no confiaba en él y por eso le había seguido? ¿Había reconocido a Eirian? Más importante, ¿Le había dicho a alguien?

- ¡No puedo creer que me siguieras! ¡¿Por qué siempre haces eso?! -Exclamó con enfado el peliplata- ¡Siempre estás asfixiandome con tu sobre protección y tú excesiva preocupación! Ni siquiera puedo salir sin que me digas -le reclamó con enfado a su hermano mayor-

Con tristeza, Ludociel miró a su hermano, era cierto que era bastante sobre protector con él, pero eso era porque era su única familia, su pequeño hermano y no quería que nada le sucediera.

- ¡Eso es porque eres mi hermano, mi única familia, Mael! ¡Me preocupo por ti incluso más de lo que me preocupo por mi mismo! ¡Y lo sabes mejor que nadie! -Le dijo con tristeza al menor y suspiró intentando recuperar la compostura- ¿Y sabes algo más? No soy el único que noto tus extrañas salidas, Sariel y Tarmiel también lo notaron y me pidieron que descubriera que te pasaba, ¡Te pregunté varias veces y jamás me dijiste nada! ¿Qué más querías que hiciera? -Cuestionó con algo de rabia- ¿Sabes qué es lo peor? Que ni siquiera fuiste capaz de contarme que estabas saliendo con alguien, ¿acaso no confías en mí? -Dijo lo último con una mezcla de tristeza y rabia-

- ¡Pero aún así no debiste seguirme! ¡No tienes porque meterte en mi vida privada Ludociel! Yo también tengo cosas que no quiero contarle a nadie -volvió a reclamar y su hermano simplemente suspiró y empezó a caminar para salir fuera de la habitación- ¿A dónde vas? ¡Aún no hemos terminado de hablar! -

- No, está conversación se acabó -sentenció con firmeza Ludociel, se sentía profundamente ofendido por la falta de confianza de su hermano- no te delataré si es lo que te preocupa... Odio a los demonios con toda mi alma, pero no te había visto tan feliz en mucho tiempo... No sería capaz de sabotear esa felicidad -dijo y simplemente salió de la habitación dejando a un Mael ahora un más triste pues no solo ese día había lastimado a su pequeño, sino también a su hermano-

Tras un buen rato, Mael decidió disculparse con su hermano mayor, pues lo había tratado muy mal aunque él solo se preocupaba, sin embargo eso aún no le daba el derecho de seguirlo, pero no debió hablarle tan feo...

- Ludociel... -Llamó a su hermano quién estaba en la sala leyendo un libro, sin embargo no recibió respuesta- hermano... -

- ¿Qué? -Se limitó a decir sin mirar al peliplata, pues él también estaba enojado, más dolido, pero igualmente enojado-

- Lo siento... -Dijo y su hermano se giró a verlo- no debí decirte esas cosas... Es solo que no quería que nadie del clan se enterará y no sabía que harías tú al enterarte -

- Soy tu hermano Mael, si me hubieras explicado hubiera podido entenderlo... Aunque me hubiera costado bastante, lo hubiera hecho -dijo el pelinegro y soltó un suspiro- sin embargo eso no quita el hecho de que me hayas herido al no confiar en mí para decirme que tenías una relación -

- Es que... -Mael empezó, pero fue interrumpido por su hermano-

- Ya se, ya se... Temias que le hiciera algo, no debes repetirlo -dijo y suspiró- ¿Por qué de todos los clanes tuvo que ser alguien de la Raza Demoníaca? ¿Sabes qué si alguien más se entera te castigarán y a ella posiblemente la maten... -

- Emm... De hecho es un "él" no una "ella" -aclaró el menor y Ludociel se sorprendió- su nombre es Eirian -

- Bueno no importa si es un chico o una chica, igual te apoyaré si tú eres feliz hermano -dijo el mayor aún procesando la información-

Mael sonrió y le dio un fuerte abrazo a su hermano mayor, a pesar del odio que le tenía a los demonios estaba dispuesto a aceptar a uno para que él fuera feliz.

- Eres el mejor hermano, me alegra que estés apoyándome -dijo con una sonrisa el peliplata- en serio muchas gracias -

- No agradezcas -dijo y despeino el cabello de su hermano- ahora, ¿me dirás por qué estas triste? Te hará bien hablar -

Mael suspiró profundamente y asintió.

Memories Of Love 《 Estarossa/Mael 》 |Yaoi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora